| BXB | Después del Resplandor

Nostalgia

Una calurosa tarde después de clases Bon se encontraba practicando con su guitarra acústica sobre un árbol muy extraño, en si el árbol no tenía nada de especial, pero para el moreno, este lugar le provocaba una sensación extraña, solía ir ahí después de la explosión casi todos los días, a espera de algo, no sabía exactamente qué, tal vez una señal o algo asi como en los comics que leía, aun que era bastante tonto a decir verdad, o al menos eso le decía Meg constantemente.

Suspiro algo cansado al equivocarse con un acorde, pero no se rindió, volvió a entonar una vez más esa canción que que le provocaba tantas emociones juntas. Cerro los ojos, y en ese instante, se sintió acompañado, como si alguien mas estuviera escuchando esa canción junto con él, era una sensación tan familiar... no se detuvo, pero su concentración fue siendo interrumpida poco a poco por un par de voces familiares.

-"¡Deja de correr gusanito!" - "¡Te encontraremos igual!" - "¡ven aquí!" 

El moreno dejó de tocar y abrió los ojos, viendo extrañado aquella escena, poso su mirada en dos miembros de los Nitghtmare, parecía que estaban acosando a alguien, alguien a quien no pudo ver bien, trató de buscarlo desde lo lejos, tal vez podría ayudarlo.

-¡BON! ¿¡DÓNDE TE METES?! - grito Meg mientras buscaba al nombrado - ¡Tenemos que ir a ensayar! - Apoyó Joy con un tono mas calmado.

El chico se rindió en un suspiro, quizás estaba bastante cansado y sentía cosas donde no había, bajo del árbol con una extraña sensación prevaleciendo en su mente, y siguió a sus amigas al ensayo.

Mientras tanto, el perseguido había logrado salvarse esta vez,  sin embargo, un par de raspones eran notorios en su rodilla, consecuencia de una caída tratando de huir de sus persecutores, entró a su casa totalmente agotado; sus manos temblaban y el frío sudor recorría su frente, finalmente recuperó el aliento,  se dirigió a la sala de estar donde saco un par de curitas de un mueble blanco el cual sostenía una pantalla de plasma.

Se sentó en el sofá y comenzó a colocarse dichas curitas, las cuales escaseaban cada día.

Subió a su recamara y se recostó en su cama, apoyando se antebrazo en su frente, permaneció asi un rato, en este punto ya no notaba el paso del tiempo, hasta que un molesto rayo de sol alcanzo su rostro, estaba atardeciendo.

Se paró para  cerrar las cortinas que se movían ligeramente con el aire, en ese momento, bajo la mirada por un pequeño resplandor azul reflejado por la luz del sol que se posaba en su mesa de noche, tomó aquel pedazo de plástico color azul cielo y lo examino nuevamente, notando que tenia un par de manchas blancas que anteriormente formaban una letra, no había que ser un experto en instrumentos para saber que eso anteriormente era una púa de guitarra.

Ese extraño y desgastado objeto le daba una sensación extraña, él sabía tocar guitarra, y sabía que tenía una púa, pero, esa no era la suya. Sin embargo, nunca le dio importancia, hasta que, en ese preciso instante, como por arte de magia, al tomar la púa azul celeste recordó aquella melodía que había escuchado mientras era perseguido, abrió grandemente sus ojos y una pequeña brisa movió su cabello morado.

Se recostó en su cama nuevamente, observando ese objeto mientras recordaba la canción y la familiaridad que sintió en ese momento, como si ya lo hubiera vivido.

-Que extraño... -susurro para si mismo.

Esa noche no fue capaz de conciliar el sueño, se quedó despierto hasta tarde jugando videojuegos en su celular, y  cuando se dio cuenta el sol mañanero volvió a entrar en su cuarto, se frotó los ojos algo desconcertado y se levantó de su cama.