ʚ 𝙈𝘺 𝙇𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝙋𝘳𝘪𝘯𝘤𝘦 ɞ - 𝙈𝘪𝘯𝘪𔘓𝙈𝘰𝘯𝘪

ʚ ChimChim Pt.2 ɞ

"– Ay, ChimChim... "

Jimin alzó la cabeza al oír eso, ese tono en el mayor era nuevo. ¿Qué se significaba?, ¿había hecho algo mal?, ¿se había portado mal?, ¿Yoon estaba decepcionado de él?
Comenzaba a asustarse, e incluso entristecerse. Vió al mayor acercarse a la mesa de café, tomando el mando que estaba sobre ella y apagando la televisión; el más alto giró sobre sus pies, observando al menor de brazos cruzados, rastreandolo con la mirada. Eso no era nuevo, Yoongi siempre lo hacía.

– Necesitas un cambio de pañal.

Afirmó el contrario, acercándose al de labios gorditos para alzarlo entre sus brazos; lo apoyó contra su pecho y solo fue necesario tocar el pañal para darse cuenta de que estaba más que lleno.

– ChimChim, ¿cuanto llevas con el pañal así?

Indagó el mayor en lo que comenzaba a caminar hacia las escaleras. Jimin solo se acomodó en sus brazos y pensó.

– No lo sé..

Respondió en voz suavecita, abultando sutilmente los labios sin quitarse el dedo de la boca. Su mayor lo miró, y lo único que hizo fue soltar un suspiro pequeño antes de acercarse para besar su mejilla.
El más jóven sonrió, apoyándose en el pecho ajeno; y Yoongi, tomó aire. En ese momento 'ChimChim' supo que se acercaba el pequeño sermón del por qué de las cosas.

– Sabés que debes avisar cuando necesitas un cambio, Chim, porqué tus partecitas podrían irritarse y eso va a dolerte mucho, lo sabes. – Le tocó la nariz, captando la atención de esos ojitos inocentes y gigantes – Además, tu pobre pañal apenas esta soportando, con más razón debes de decirme.

Jimin asintió, sintiéndose un poco regañado.

Una vez en la habitación del menor, Yoongi se encargó de recostarlo en el cambiador y hacer su mejor esfuerzo a la hora de cambiarlo, ni siquiera tuvo la oportunidad de hacerlo como siempre. Tuvo que sacarle el pañal al momento en que pudo romper las cintas. Y estaba completamente de más decir que el olor "no" lo volteó, pero sin embargo, no esbozó ninguna queja o mueca, sabía que eso podría hacer sentir mal al chiquitín.
Hizo bolita el pañal y lo tiró a la basura, encargándose de limpiar las partes íntimas del ajeno con una delicadeza inmensa, como siempre lo hacía.

Jimin miraba el techo con las mejillas rojas y un puchero gigante sobre sus labios, se sentía avergonzado e incómodo, incluso empezaba a arrepentirse de no haber decidido ser un niño grande e ir al baño. Decidió quejarse, removiendose en su lugar con inquietud y comenzando a retorcer la tela de su prenda superior entre sus deditos delgados. La más sincera realidad, es que tenía sueño.
Se quejaba y pasaba sus manos por sus ojos, comenzando a lloriquear a modo de reclamo; quería que lo dejen tranquilo, su colita ya había sido expuesta lo suficiente.

– Solo falta una cosa y te dejo tranquilo. Vamos, yo sé qué puedes aguantar un poquito más.

El mayor se encargó de llevar acabo exactamente el mismo proceso de siempre, colocándole un pañal limpio al final. Se limpió las manos con una de las toallitas húmedas, cargando con suavidad al cuerpo del más pequeño.
Jimin lo abrazó por el cuello, apoyando su mejilla sobre su hombro en lo que soltaba un suspiro cansado, moría de sueño.

– Mmh, te haré un biberón y puedes dormir un poco, ¿te parece?

El menor negó, no quería leche, solamente quería poder descansar entre los brazos de su mayor, cosa que Yoongi captó.
Decidió quedarse en silencio, recostandose en la cama con el bebé entre sus brazos; lo dejó acurrucarse, dándole palmaditas cariñosas sobre el pañal.
Sintió al menor suspirar, sonriendo con levedad ante las cosquillas que generó su acción, nunca se cansaría de creer que Jimin era adorable.

Pasarón unas buenas horas así, Jimin se mantenía aferrado al cuerpo ajeno como si de eso dependiera su vida, y Yoongi solo lo abrazaba y lo mimaba para que pudiera descansar pacíficamente.

18:48 p.m

Jimin había dormido al menos, cuatro horas. Y al despertarse se sentía completamente otra persona. Abrió los ojos de apoco, encontrándose aún en los brazos de Yoongi, pero ya no estaban en la habitación, estaban en la cocina.
El mayor tomaba un café mientras miraba la nada, se notaba el cansancio sobre su rostro. El menor se removió entre sus brazos, estirandose de apoco.

– Hola, bebé.

Recibió un beso en la frente, la voz del mayor sonaba ronca y algo adormilada, o se moría de sueño, o también se había despertado hace poco. Lo abrazó como respuesta, apoyando su cabeza sobre su pecho.

– Hola..

Susurró con timidez, volviendo a cerrar los ojos cuando sintió la necesidad de descansar un poco más. Sintió unas palmaditas en la espalda baja antes de percibir como el mayor se levantaba aún sosteniéndolo entre sus brazos.

– Te cambiaré el pañal y vamos a darte un baño, no acepto quejas.

Advirtió el mayor con la mirada empequeñecida. El menor asintió con suavidad, abriendo los ojitos y levantando la vista al mayor, se enderezó de apoco, acercándose para darle un besito, en los labios.

Los ojos de Yoongi se abrieron de golpe al sentir el tacto de los labios del menor sobre los suyos, sus mejillas pálidas se encendieron de rosado provocando una sonrisita en el más pequeño, quien se acercó a darle otro piquito dulce e inocente.
Los ojos de Yoongi revolotearon por la cocina, nervioso, tuvo que volver a su lugar anterior antes de perder el equilibrio.

– Chim...-

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starboooooy