El Reinado Del Infierno [+18] [Parada]

Capítulo 4

Tiara O'Connor
24 de julio del 2003

— Así te quería tener— habla mientras se sube sobre mi sin dejar caer todo su peso. No le respondo, mi voz no sale, no puedo formar una oración coherente para decir.

Escabulle sus manos por mi blusa hasta llegar a la unión de mi ajustador desabrochándolo, lo retira junto a mi blusa y quedo completamente expuesta a él, la vergüenza sube a mi rostro con rapidez. Su mirada es borrosa y sus pupilas están demasiado dilatadas.

— Joder, no puedo más— quita su pantalón mientras chupa y muerde uno de mis pechos volviéndome loca con la sensación de su lengua recorriendo todo espacio de mis tetas, la atrapa con los dientes y lo estira un poco.

— ¡Mierda!— mi respiración se vuelve errática por el dolor, Jaxon entró de una estocada en mí rompiendo algo— ¡¿que mierda hiciste?!

Toma mi cara en sus manos limpiando las lágrimas que se escaparon con suavidad.

— Tranquila— deja un beso en mis labios y otro en mi frente—. No lo sabía, perdón— trato de hacer que el dolor opaque así que empiezo a moverme un poco con él adentro para darme placer. Me detiene poniendo sus manos en mi cadera

— Joder cariño, no hagas eso si quieres que pare.

— No quiero que pares— digo como puedo.

Se vuelve una bestia salvaje y me toma como suya en todo sentido.

Su boca ataca mi cuello chupando y mordiendo, seguro en unas horas tendré marcas y eso le hará saber a la sociedad que tengo dueño aunque yo no lo considere así.

Sus embestidas son severas llevándome al mismísimo infierno con tan solo una acción. Sus manos estrujar mis tetas con vehemencia hasta sentir que se ponen erectos por la excitación.

Un gemido sale de mi boca cuando remplaza sus manos por su boca y el placer es tanto que nubla mi vista. Su lengua recorre cada parte de mis tetas sin dejar un espacio seco, atrapa el pezon en sus dientes y lo hala levemente haciendo que gima.

Abro más mis piernas para mejor acceso, por la acción sus bombardeos son más fuertes y profundos en mi coño.

Sus manos presionan ese botón sensible y necesitado en mi cuerpo haciendo que un escalofrío recorra toda mi espina dorsal, con un placer intenso. Los gemidos son incontrolables.

Cuando siento que mi cuerpo no puede retener más el orgasmo lo aprieto como un puño con mis paredes vaginales, un gruñido sonoro en mi oído me recompensa por la acción imprevista de mi cuerpo.

— Joder, cariño hazlo de nuevo— repito la acción y un jadeo sale de sus labios, lo beso como si fuera la última vez. Sus embestidas se aceleran y su cuerpo tiembla al mismo tiempo que crea una capa de sudor. Sé que está a punto del correrse dentro de mi coño pero se retiene para seguir dentro de mi cuerpo

— Córrete dentro de mí— casi le suplico, se deja liberar y su esperma caliente se esparce por todo mi cuerpo calentándolo.

— Maldita seas, me encantas— se desploma sombre mí sin salir de mi cuerpo.

Su calor es relajante.

Sale de mi interior y soltamos un gemido a la vez. Mi cuerpo se contrae al sentirse vacío y necesitado de algo pero ignoro ese sentimiento y decido acurrucarme en su cuerpo para descansar un poco aunque eso no parece ser sus planes, me sube sobre él y se vuelve a hundir en mí.

Jaxon fox
25 de julio del 2003

Hemos pasado una noche activa, salir del interior de Tiara a sido lo más difícil que he hecho en años y vaya que he hecho cosas.

Esta dormida desnuda en mi pecho su olor es adictivo y sus gemidos torturan mis neuronas enviando sangre a una zona específica de mi cuerpo.

Me levanto cuidadosamente para no despertarla, se remueve en la cama buscándome. Me saca una sonrisa de estúpido. Toma mi almohada, la abraza y aspira mi colonia masculina impregnada en ella.

Desnudo voy al cuarto de baño para bañarme pensando en la pequeña que está en mi cama.

Me meto bajo la lluvia artificial que esta fría para bajar la erección matutina que ha despertado junto a mí.

No imaginé que Tiara me haría esa "oferta" y realmente me pareció raro que para ser una chica tan joven y hermosa fuera pura a su manera. Tampoco la iba a obligar, no soy ese tipo de hombres, aunque puedo hacer lo que quiera, no me entra en gana hacerle esa estupidez a ninguna mujer y mucho menos a ella.

No creo en el amor pero sí en la obsesión, y me estoy obsesionando con Tiara.

Salgo del baño con una toalla envolviendo mi cintura pélvica, voy directo al closet. Tomo una camiseta blanca y unos pantalón azul oscuro, con unos zapatos que combinen.

Deshago el nudo de la toalla dejándola caer hasta el piso. Pongo la camisa dejando los primeros 2 botones desabrochados.

La mirada de alguien detrás de mí me perfora. Me giro arremangándome la camisa. Tiara se muerde el labio escaneándome con la mirada. Tan solo esa acción es suficiente para ponerme dure y en unos segundos tengo a mi amiguito apuntando hacia ella pidiendo atención.

Retira las sábanas y se para. camina hacía mí contorneando la cadera de manera sensual.

Mi pene se pone aún peor cuando repaso su desnudez con todo descaro.

— ¿Qué vas a hacer cariño?— sonríe—. ¿Vas a mamarme la polla cómo recompensa?

No debí decir eso, se queda estática para luego chasquear la lengua y decir:— No, voy a mamártela porque se me antoja. Sabes muy bien que puedo salir por esta puerta y ya.

Mi niña sabe cómo responder para volverme más loco. Una lamida por todo mi longitud me hace cerrar los ojos y tirar la cabeza hacia atrás.

Introdúcela mitad en su boca y traga llevándome más profundo. Suelto un gemido cuando mi grande toca su garganta.

Contiene las arcadas como una ventosa profesional.

Tomo su cabello en un puño, saco mi miembro de su boca— Toca mi muslo si es demasiado— no espero respuesta, embisto su boca con vehemencia y ella aprieta para hacerme perder la cordura.

Su lengua recorre cada parte de mi pene. Cuando lo saco un chorro de saliva se escapa por la comisura de su labios. No le tomo importancia bombardeándola nuevamente.