Desperté en una oscura habitación,las paredes eran blancas,completamente blancas pero la oscuridad reinaba cada rincón dándole un toque macabro. No tarde en darme cuenta de que me encontraba atada en una cama de metal. ¡Bah! Más que una cama parecía una mesa de metal. Comencé a asustarme al ver que a mi alrededor se encontraban envases de vidrio con órganos adentro. También habían envases con líquidos extraños y en una mesa que estaba cerca de donde me encontraba yo habían bandejas con agujas,un bisturí,cuchillas,sogas,cierras y demás. Era obvio que esto era un cuarto de tortura,no había que ser un genio para darse cuenta,pero lo que me confundió fue que yo me había dormido con Ben por lo que recordaba. Mire hacía abajo y si,traía su camisa puesta,pero esta estaba abierta,yo no traía más que unas vendas que cubrían todo mi estómago,mi espalda y mis pechos. De repente sentí el sonido de una puerta abrirse y luego cerrarse,el pánico no tardo en llegar a mi al instante en el que vi la silueta de aquella criatura.
-Oh mi querida Elizabeth,hace cuanto no te veía. -exclamó con una sonrisa macabra mientras se acercaba lentamente a mi. Yo seguía en shock y aterrada por lo que veía.
-¿Qué me has hecho? ¿Porqué estoy así? -chillé al mismo tiempo que mis ojos se llenaban de lágrimas,él rió.
-Sabes que sería incapaz de lastimarte. -dijo serio.
-La ultima vez que nos vimos me demostraste lo contrario. -aparte mi mirada de su "rostro" y me quebré en lágrimas.
-Sabes que no fue mi culpa,fue su culpa. ¿Él nos quiso separar y lo defiendes? ¡Para colmo lo logró! ¡Me separó de ti! -dijo tomando bruscamente mi cara con una de sus huesudas y blancas manos,de mi boca solo salieron gemidos de dolor.
-Lo mataste. -dije con rabia- ¡Yo lo amaba!
-¿Más que a mi? -dijo apretando aún más mis mejillas,yo no contesté- ¡Contéstame! -gritó furioso.
-¡Si! ¡Más que a ti! -grité rabiosa- ¡Él fue el hombre que me dio la vida! ¡Y tú fuiste el monstruo que acabo con ella! -agregué con dolor en cada una de mis palabras.
-No te maté. -dijo él aflojando su agarre.
-¡No! Pero cuando lo mataste a él me mataste a mi también. -dije destrozada.
Él me soltó- Elizabeth,sabes bien que no fue mi intención...Él me obligo. -dijo con voz ronca,yo me quede en silencio- Eras mi princesa y él quería arrebatarte de mis manos,me desesperó,estaba asustado,entiéndeme. -parecía que iba a quebrarse y llorar.
-Ven. -como pude lo tome del traje y lo abracé,este correspondió a mi abrazo mientras que con sus tentáculos me desató,en ese instante me tomo entre sus brazos y yo lo abrace,a pesar de lo que había hecho yo lo amaba,era,es y siempre será como mi segundo padre. Bueno,ahora primero.
