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Ino caminaba con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, su rostro estaba serio y frustrado. Seguía algo molesto de que no pudo ir a cumplir su misión con Maiko, aunque no estaba molesto con Nanami, era su mentor después de todo, tal vez en el fondo veía con más valor y poder a Yuta y por eso lo había mandado.

¿Por qué se sentía celoso de un adolescente?

Se estaba empezando a volver loco por ello.

Maiko parecía verse feliz estando con el chico, otro golpe bajo para Ino, parecía siempre sonreír con Yuta, Yuji, inclusive con Megumi, pero con él lo que recibía era sus malas miradas o una amenaza de muerte.

No podía negar que le encantaba verla así, se veía hermosa, pero deseaba tener al menos algún día una sonrisa por parte de ella.

Él no sabía que la joven tenía sentimientos por él, pensaba que lo odiaba y estaba enamorada de Yuta, después de todo, desde que llegó a la academia de hechiceros empezaron a pasar tiempo juntos, más las misiones con sus otros compañeros o con Gojo.

Maiko jamás olvidaría el primer día que conoció a Ino en la academia, fue un recuerdo que siempre prevalecerá en su mente.

Tiempo atrás

Nanami y ella se habían bajado del auto luego de que Ijichi fuera a buscarlos a la casa del rubio. Ambos se bajaron agradeciéndole al hombre para luego entrar a la academia, era la primera vez que Maiko pisaba un pie allí desde que era una niña pequeña ya que fue cuando Shoko la curó de sus heridas por lo que no recordaba mucho el lugar.

Se detuvo cuando vio que su mentor dejó de caminar.

—¿Sucede algo, Nanami-san?

—Debo hablar unos asuntos con Satoru y Yaga. ¿Qué te parece si te das una vuelta por las instalaciones?

—Está bien —le sonrió.

—Cuando acabe, te llamaré para encontrarnos y asignarte dónde te quedarás.

—De acuerdo, cuídese.

—Igual tú, pequeña.

Nanami vio cómo su pequeña desapareció de su vista para luego irse a tener su conversación con Gojo y Yaga, esperaba que el primer mencionado no empezara a molestarlo, ni a burlarse de él.

Maiko caminaba por los pasillos algo tímida, ella no era mucho de salir, Nanami la había criado así, iba a la escuela, luego a la panadería y al finalizar iba a casa esperando a su mentor. A veces Megumi iba con Tsumiki, inclusive Gojo se aparecía teletransportándose, ya era normal, pero de resto la pelirroja no tenía otros amigos o salía a divertirse, prefería quedarse en casa o compartir con el rubio.

A lo lejos escuchó unas risas que hicieron que se detuviera en seco, volteó su mirada con curiosidad para lograr localizar de dónde venían. Caminó tímidamente hasta llegar a una pared, se asomó disimuladamente para que nadie la descubriera. Lo primero que vio fue un chico con una sudadera negra, con unos pantalones del mismo color, quien llevaba un pasamontaña mientras utilizaba su técnica maldita.

Enfrente de él tenía a un grupo de chicos que parecían de la edad de la joven, uno era un panda, el otro un chico quien cubría su boca y al lado de estos una chica quien miraba con seriedad al chico misterioso.

—¿Ya acabaste el show? —preguntó de brazos cruzados.

—No seas aguafiestas, Maki. Ino solo quiere enseñarnos su técnica.

—¿Este show de títeres? Para eso puedo ir al circo o a una feria.

—Salmón.

El que parecía llamarse Ino rio para luego subirse su pasamontañas haciendo que Maiko se llevara una mano a la boca mientras lo observaba.

I Can See You || Ino TakumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora