Epilogo.

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Los años pasaron, y aunque nunca volvieron a verse, el vínculo que una vez compartieron se transformó en algo más profundo, algo que no requería presencia física para existir. Namjoon y Jungkook se convirtieron en guardianes de un recuerdo, custodios de un amor que, aunque no pudo ser, nunca dejó de ser verdadero.

Y así, en el epílogo de sus vidas, ambos comprendieron que el amor no siempre se trata de estar juntos, sino de saber que en algún lugar, alguien lleva una parte de ti consigo. El río Han seguía fluyendo, como siempre, indiferente al paso del tiempo, pero para Namjoon y Jungkook, siempre sería el lugar donde sus almas se encontraron y se despidieron, un lugar sagrado en el mapa de sus corazones.

𝐄𝑓𝑖𝑚𝑒𝑟𝑜 𒌋𝑵𝒂𝒎𝒌𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora