Omega en celo

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Otra llamada que la mandaba al el buzón. Sana se estaba desesperando por no recibir respuestas de su Alfa, Tzuyu, quien en ese momento ya debería de aver llegado de el trabajo. Pero no avía rastros de su novia.

En otra ocasión lo ubiera dejado pasar y le pediría a Tzuyu explicaciones por no llegar a su hora de salida, pero no, esta vez ella estaba en celo y necesitaba de su Alfa. Antes de conocer a su actual novia ella simplemente tomaba supresores y se mantenía en su habitación con juguetes sexuales para su apetito sexual. Pero ahora que tenía una Alfa a la cual amaba le era imposible pasar un celo sin ella.

—Vamos Tzuyu, por favor—suplico con un hilo de voz.

Hizo una pequeña mueca al sentir un pequeño dolor de necesidad en su zona.
Corrió lo más rápido que pudo a la habitación que compartía con su Alfa y desordeno todo el armario causando que las prendas de ropa salieran volando por toda la habitación. Cuando por fin encontró las suficientes prendas de Tzuyu las tomó y se fue a su cama, se hizo una bolita en el medio y aspiro todo el aroma de su Alfa.

Pronto, el aroma de Tzuyu no era suficiente, necesitaba más. Quería a su Alfa encima de ella, quería que la besara y le dijera una y otra vez que era suya.
Con el paso de los minutos las prendas de Sana fueron sacadas por ella misma mientras que esta intentaba tocarse pensando en su dulce Alfa.

No muy lejos de ahí, una desesperada Tzuyu trataba de llegar lo más rápido posible a su casa. Se avía retrasado debido a unas betas que no paraban de hablarle y desconsentrarla.
Eso llamo la atención de su jefe quien la estuvo replicando una y otra vez que no debía hacer eso en su trabajo y si seguía así tendría que despedirla.

Poco le importo a Tzuyu, ya que esta solo pensaba en llegar los más rápido posible a su casa, donde su pequeña Omega devia estar esperándola.

Su celular se avía quedado sin batería por lo que no podría saber de su Omega.
Lo que más la preocupaba era que hoy comenzaba el celo de Sana, y sabía que esta no aria nada contra el dolor que seguramente sentiría a menos Tzuyu estuviera allí.

Cuando por fin llegó a la entrada de su casa se preparo para lo que seguramente encontraría dentro.

Entro con cuidado siendo golpeada por las fuertes feromonas de su Omega. Ella libero un poco de las suyas para intentar hacerle saber a Sana de su llegada, pero al no recibir respuesta siguió liberando sus feromonas caminando por las escaleras hasta su habitación.

Toco dos veces la puerta, no quería interrumpir a la Japonesa si es que estaba haciendo algo con sus juguetes. Aunque sabía que Sana no los usaba desde que tuvieron su primera vez juntas.

No recibió respuesta, entró con cuidado.
Encontrándose con la escena que sospechaba encontrar.
Su preciosa Omega con casi nada de ropa, abrazando su ropa y aspirando con fuerza.
Fue una imagen que la predio bastante.

Se acercó con cuidado al ver que Sana aún no se avía percatado de su presencia.

—Sana—llamo.

La Omega al escuchar esa voz levantó la cabeza y la miró como queriendo comprobar que de verdad estuviera ahí.

Al afirmar eso se paro como un rayo y corrió hasta su Alfa sin importarle su casi desnudez.

—Alfa

Fue lo único que pronuncio antes de atacar a Tzuyu con sus labios. Pego sus cuerpos lo más que pudo e intento quitar la ropa de su Alfa.

Pero antes que pudiera hacerlo Tzuyu la separo con cuidado.

—Espera Omega, déjame que deje mis cosas en la sala y vuelo ¿si?—y Tzuyu lo hacia con la intención de molestarla. Ya que le encantaba ver a su Omega tan desesperada.

Satzu (one shot's) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora