CELIA PRESCOTT

Capitulo 1: EL ULTIMO DIA DEL CURSO

Esta mañana mi madre me despertó mas temprano de lo habitual, dios sabe por que, últimamente es muy puteadora. ¡A es verdad! Hoy es el ultimo día del 1° trimestre y las clases empiezan antes. Pero igual mi madre es muy puteadora. Lo digo en serio. Y todo por mi hermano mayor Jesús Prescott, el mas puteador de mi familia. Pero solo cuando quiere. Pero el me quiere y yo le quiero. Amor maternal. Pero cuando quiere es muy puteador. Mi familia, que yo sepa, no es muy grande, mi madre Alina, mi padre Oscar, mi hermano Jesús,  mi perro Scotty y mi gato Arion . Y ahora nos precuntareis: ¿ como coño se pueden llevar bien un perro y un gato? Pues, sinceramente, no tengo ni idea, se llevan bien desde que se vieron por primera vez.

- ¿Que quieres para desayunar, Celia?-preguntó mi madre somnolienta.
- Pues, yo qué se, un café, un trozo de tarta, un bol de cereales y un vaso de agua.
- Eso es mucho para desayunar, cariño, ¿ porque simplemente no te tomas un café y una frutita? Sino te pondrás gorda, cari, y, no queremos eso, ¿verdad?- dijo mi madre en su normal tono puteador.
-Eso, no queremos eso, ¿verdad hermanita?-dijo mi hermano que acababa de entrar por la puerta de la cocina.
-Bueno, vale, ¡me tomare un puto café y una maldita fruta!
- Esa boca Celia.- dijo mi madre.
- Jajajajajajaja!!!!- se río mi hermano. Tiene una risa psicópata no, lo siguiente.

Cuando por fin desayune, si es que a eso se le puede llamar desayunar, porque un café solo y un albaricoque no dan para mucho, me fui al  instituto. Llendo para allá, me encontre con mi mejor y unica amiga, Camila, a la que yo siempre llamo Cami.

- Hola Celi!! Que tal?? Has desayunado bien??preguntó cami de buena mañana.

-Si es que a eso se le puede llamar desayunar. Un puto café y una maldita fruta enana. - dije en tono enfadado.

-Pues Celi, hoy estas de suerte, mira lo que te e traído de la pastelería de mi madre.-dijo enseñándome un trozo de pastel de frutos rojos, mi favorito.
.-Muchisimas gracias Cami!!-dije llena de euforia. La pastelería de su madre era muy reconocida en toda la ciudad.

Mientras íbamos caminando, me iba tomando mi , por así decirlo. Cuando llegamos al instituto, como de costumbre había muchísimas personas por ahí. Nosotras entramos directamente y fuimos a las taquillas a guardar nuestros bolsos, ya que como hoy era el ultimo día del trimestre pues no había clase. Las horas siguientes las pasamos animando a los chicos y chicas de nuestra clase que se animaron a jugar un partido de fútbol. Al final del día me dolía la garganta de tanto gritar.

Despues de despedirnos de todos nuestros compañeros , Cami y yo nos fuimos juntas a casa. Bueno hasta que nos tuvimos que separar a mitad de camino. Nos despedimos con un fuerte abrazo y nos dimos unos besos. Nos deseamos unas felices vacaciones y cada una de nosotras siguió su camino.