Ya no codicio sólo el dinero

Capítulo 4

Sus palabras me sorprendieron un poco, aunque ahora que lo pienso, era más desconcertante que se encontrase ahí. En el momento no le preste tanta atención por todos los sentimientos que se arremolinaban en mi ser, es decir, mi mente estaba intranquila por llegar tarde, mientras que mi corazón suspiraba azucarada dulzura por la invitación de mi persona especial. Aún así, agradezco que para entonces, casi todos se había ido del lugar, así que era seguro que nadie veía está peculiar escena.

—Si deseas que no te descuenten de tu salario este retraso súbete de una vez— aún algo aturdida le agradecí e hice lo que me pidió.

El camino no era largo en auto particular, ahora me doy cuenta, aún así, el ambiente era un poco incómodo aunque personalmente me resultaba soportable, aunque quizás para el señor Hajime no tanto, ya que chasqueo la lengua antes de comenzar a hablarme.

—Esta noche será nuestra primera salida— salí de mi ensoñación y entre mi aturdimiento sólo musite un leve "¿Eh?".

—¡Concéntrate niña!— chasquio sus dedos frente a mi, desperté por completo, parpadeando rápidamente.

—¡Si! ¡Si! Discúlpeme señor—hable rápidamente, al unisono volvió a suspirar.

—¡Deja de tener la cabeza en las nubes, esto es importante!— me regañó. Él no es una persona con la que puedo jugar o hacer molestar, podría costarme demasiado caro, debo ser consciente de ello.

"En verdad... ¿Has comprendido?"

—Bien... entonces, la situación será de la siguiente manera— los próximos 10 minutos de camino me explicó que me pasarían a recoger a una dirección en específico, a un par de estaciones de mi casa, así que puedo llegar tomando el metro, de ahí me llevarán a otro sitio en dónde me maquillaran y me darán la ropa que usaré, luego de eso, me encontraré con el señor Hajime para irnos a la fiesta, de la cual no me dió detalles.

—Comprendo, estaré ahí a esa hora—hable de forma centrada y algo más cordial. No me contestó, simplemente estacionó el coche.

—Puedes bajarte ya— estábamos a un par de cuadras de la tienda, era obvio que no me dejaría en frente.

—Gracias por traerme señor Hajime, me esforzaré para estar a la altura del evento— hice una pequeña reverencia.

—Hasta entonces— musito antes de irse.

Solté un suspiro antes de salir corriendo a la tienda, llevo una hora de retraso, ¡y aún me falta cambiarme al uniforme! Puedo irle diciendo adiós a parte de mi salario, lloraba internamente. Y pese a todo, lo que me consolaba era esa hermosa imagen de Deku sonrojado y con su cálida sonrisa que está vez se vio aún más dulce. Pese a estar corriendo, el corazón se me aceleró más.

A lo largo de mi vida he conocido distintos tipos de hombres, no sólo si he salido con ellos, sino que en general, como seres humanos. Cuando tenía 15 años pensé mucho en ello cuando una amiga me contó que había conseguido novio, estuve muy feliz por ella, se le veía radiante. Ella nos había contado sobre ese chico, decía que lo conoció mientras ayudaba en la tienda de sus padres, era un par de años mayor, pero que era alguien respetuoso y dulce. Al verla así me pregunté cómo me gustaría que fuese la persona de la que me enamoraría.

En aquel entonces pensé en tantas cosas y en nada a la vez, con el tiempo me di cuenta que no tenía alguna preferencia por mi inexperiencia, cuando entendí eso, reflexioné bastante, me detenía a ver a todos los hombres con los que me cruzaba, es ahí cuando me di cuenta de los tantos aspectos que constituyen a las personas y que no sólo había que fijarse en si era atractivo o caballeroso, sino que quise saber ede su alma, de su verdadera escencia.