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Momoko POV

Estaba regresando a la casa, espero que las chicas no estén teniendo sexo aún, ahh qué incómodo es tener que verlas a la cara después de que las vi como Dios las trajo al mundo...

Las dos tienen un cuerpo bastante lindo y apetecible...

A pesar de que me choqueara verlas así, las envidio... yo nunca he tenido la oportunidad de tener esa intimidad con otra persona, solo por curiosidad llegué a darme placer yo misma pero no lo hago muy seguido, me avergüenza hacerlo...

-Momoko ya se encontraba fuera de la casa, con la mano en la manilla de la puerta-

Oh por amor a Kitsune-sama que no estén follando...

-Momoko abrió la puerta y entró-

Momo: ¡Ya llegué!

-La primera en aparecer por desgracia fue Suzuka-

Su: Mi melocotoncito ya te estaba extrañando -se acerca a ayudar a Momo con las bolsas- ¿por qué tardaste tanto?

Momo: -entregando la bolsa con pastelillos a Su- Solo quería dar vueltas por ahí... -mintió-

-Suzuka al abrir la bolsa que traía la caja con pastelillos hizo un gesto de victoria con su puño-

Su: ¡Moa! ¡Momo-chan trajo pastelillos!

-Después de un minuto apareció Moa con un aspecto desordenado y somnoliento-

Moa: Dijiste... ¿pastelillos? -frotó sus ojos y luego bostezó, se notaba que estaba durmiendo-

Momo: El contraste entre ustedes dos es glorioso -ríe mirándolas-

Pude notar, al Moa-chan acercarse, que tenía un chupetón en el cuello y al estar con short corto, se logró ver algunas marcas rojas que estaban muy cerca de sus glúteos. Me puse nerviosa al imaginar lo que estuvieron haciendo hace unos momentos.

Moa: Esto me devolverá la energía -dice sonriendo- gracias Momito.

Momo: No es nada... -intenta no mirarlas- iré por jugo ¿quieren?

-Momoko no era de mirar a las personas y fijarse en detalles, pero definitivamente hoy, no podía dejar de ver detalles que le aclaraban que ese par tuvieron una buena cogida, los labios de Su estaban algo hinchados y un poco rojos, Moa tenía una pequeña marca morada en su labio inferior y para finalizar la forma en la que se miraban era muy evidente que se atraían la una con la otra, la tensión sexual que emanaban ellas dos estaba mareando a Momo-

Momo: Tengan -les sonrió a pesar de su nerviosismo-

Su: Mmm... están buenísimos, ¿si o no Moa?

Moa: Mi paladar necesitaba algo dulce -dice sonriendo con la boca manchada de crema-

Dios mío... mi mente no deja de pensar en cosas obscenas, pude sentir mis mejillas arder al ver que Moa-chan tenía crema en la comisura de su labio, un líquido blanquecino y espeso, exactamente como luciría el semen de Su-chan en la boca de Moa-chan si eyaculara dentro de ella... ¡Maldición! ¿Qué estoy pensando? Aún ni siquiera sé si lo que ví fue real o no... Contrólate Okazaki, ¡Contrólate! Me di un golpe en las mejillas con mis dos manos y me giré para tomar jugo.

¿Guardarías nuestro secreto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora