Luego de varios minutos por la carretera, lograron llegar a un lugar desconocido para Coral, ingresaron a una villa poco urbanizada pero con lujosos edificios. No era algo turbio pero si extravagante. Hicieron unas calles hasta que se metieron y aparcaron dentro de un estacionamiento subterráneo. Allí se encontraba un hombre y una mujer, vestidos con traje negro y zapatos de cuero. Apenas vieron ingresar la camioneta, inclinaron la cabeza hacia abajo, a la espera de recibir ordenes.
Una vez que Kurt ayudó a bajar a Coral, él agarró una chaqueta que tenia en la parte trasera de su coche y se la colocó por encima de Coral, tapándole la cabeza. La tomo del brazo y la llevó hacia dónde estaban los empleados del establecimiento. Ellos acataron sin siquiera recibir orden.
-Señor.-Habló la mujer.- Por aquí, por favor.- Dijo guiándolos por una entrada lateral.
Coral, agitada e inquieta, no fue capaz de preguntar nada, solamente se dejó llevar. Pensó que eso sería bueno para ambos. Kurt siguió a la mujer, la cual los llevó por un pasillo, donde el aroma a cigarros estaba impregnado en todo el. Caminaron varios metros hasta que se pudo oír música, parecía que había alguna banda tocando en vivo. El ruido se mitigó a medida que siguieron caminado por el pasillo.
-Aquí, señor.-Volvió a hablar la mujer, mientras mantenía una postura tímida. Los dejó enfrente de una enorme puerta, de diseño rustico, de madera dura y gruesa. Kurt, abrió la puerta e incentivó a Coral que pasará por ella, mientras él ingresaba detrás. Una vez que se oyó cómo la puerta se cerraba, Coral se animó a quitarse la chaqueta que estaba sobre ella. En sus ojos se apreciaban duda, siseaban.
Él la miró y le sonrió. Se acercó a ella y le tomó de la mano, para que se sentara en el amplio sofá de medialuna, tapizado de un cuero rojo e intenso que había en el medio. Coral se sentó en él y prestó atención a su al rededor. El ambiente en aquel salón era refrescante, sin olores, muy contrario al pasillo por el cual habían pasado. Se encontraban en un habitación muy amplia; una biblioteca, divida por la mitad. Se podía apreciar en el lugar, un bar, lleno de bebidas. A su costado, colgados en la pared, muchos cuadros, ordenados de manera aleatoria. En el techo había candelabros, que iluminaban de manera tenue todo el lugar. El piso estaba completamente alfombrado, una alfombra gruesa y de tonos hostiles. La pared que dividía la habitación estaba tapizada de un cuero negro, grueso. Lo característico de esa pared fueron los aros, de hierro; color dorado, que atravesaban el denso cuero. Había cuatro de ellos, dos arriba y dos abajo. Kurt le dirigió unas palabras e interrumpió a esos ojos que navegaban en la habitación.
-Bueno, pequeña. ¿Quieres un trago?.- Ofreció Kurt, mientras caminaba hacia el bar. Ella posó sus ojos en ese enorme cuerpo masculino, la espalda que él le daba se veía ancha y musculosa. En algún momento de su ensimismamiento, él se había sacado el saco y dejó en descubierto una camisa blanca, pulcra, que se amoldaba demasiado bien a su cuerpo. Sus piernas largas y firmes, no se oían sus pasos, pues la alfombra los silenciaba, pero ella estaba segura de que resonarían en esa enorme habitación.
-Y-yo tomaré lo que quieras darme.- Respondió Coral, luego de unos minutos.
-¿Segura?, ¿Bebiste alguna vez alcohol?- Contestó Kurt, juguetón.
-N-no pero, no me disgustaría probarlo ahora.- Confesó Coral.
-Mmh, está bien. ¿Te parece tomar algo suave o fuerte?- Ofreció de manera provocativa, con su voz grave.
-D-dulce estaría bien.- Dijo en un susurro, cohibida por el ofrecimiento.
-Bueno, se me ocurre que este trago te va a encantar.- Dijo mientras servía en una copa, licor de chocolate y en otra, servía vino tinto.
Le ofreció la copa y hasta que ella no lo tomó él no la dejó de ver. Los ojos de Coral brillaron ante el sabor dulce que le quemaba la garganta. Un simple trago bastó para encender todo su cuerpo. Mientras lo deleitaba en su boca, veía como Kurt agarraba un maletín que había en un mueble y volvía a acercarse a ella, hasta sentarse a su lado.
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** Bratty Princess **
Teen FictionExiste una pequeña que con su curiosidad, aventura lugares más allá de su imaginación. Sin saber bien lo que hace, y por cuál camino se dirige, logra llamar la atención de un apuesto hombre, con un perfil intachable e intimidante. Ella está tan c...