El fuckboy está enamorado | Rocksan/Sanhyuk

Lo extraño

Dos semanas sin saber nada de Sanha, ni siquiera veía los mensajes. Myungjun solo me decía "No lo he visto, de seguro está pensando las cosas".

Ya había descubierto quien fue la persona que le mando todo eso a Sanha, resulta que fue Rosé y otras dos chicas. No les reclame, solo le dije que ya no se metiera en mi vida privada nunca más.

La chicharra sonó indicando el fin de todas las clases, últimamente estoy muy desanimado. Sanha era mi todo.

Camine hacia la salida a paso lento, ya no salía corriendo como antes para ver a mi osito, ahora solo caminaba lento.

— Sanha, te extraño... — susurré saliendo de la universidad.

Empecé a caminar mirando hacia al piso, me sentía tan mal como si algo me hiciera falta.

De repente sentí alguien abrazarme por detrás.

[🐺]

— Voy arreglar las cosas con él, lo extraño mucho y ya no soportó estar lejos de él — hablo Sanha con un puchero.

— ¿Hablas de Minhyuk? — pregunto Dongmin.

— Sí. Voy a dejar que me explique todo.

— Eso es bueno, no me gusta verte llorar en el receso — comento Dongmin.

— Debería ir hoy a su universidad.

— ¿Eres tonto? Hoy nos van a dar una clase extra así que vamos a salir tarde y por lo que recuerdo hoy Minhyuk sale a las dos — dijo Dongmin.

— Cierto, me había olvidado de eso por completo — suspiro triste.

— ¿En serio lo quieres ver lo antes posible? — pregunto al ver a su amigo con una expresión triste.

— Claro que sí... Llevo dos semanas sin verlo y no le pude mandar un mensaje porque no tengo mi teléfono mi mamá me lo castigo — lloriqueo.

— Te ayudaré, solo dime la razón por la cuál tu mamá te quito el celular — propuso con una sonrisa.

— No te voy a decir, es algo vergonzoso — volteo a ver a otro lado.

— Está bien, como quieras. Pensé que harías cualquier cosa por ver a Minhyuk — hablo tomando un bolígrafo y empezó a escribir algo en su cuaderno.

— ¡Tú ganas! ¡Te diré pero ayúdame a ver a Hyukie! — suplicó agarrando la mano de su amigo.

— Soy todo oídos — sonrió Dongmin.

— Me lo castigo porque le avente el celular a mi padre en la cara mientras lloraba, me pasaron eso pero lo que no pasaron fue que me acabe todas las golosinas y en la mañana andaba con una infección estomacal — relato Sanha — la cosa se puso fea cuando saliendo del hospital me puse hacer berrinche porque no me querían comprar más golosinas.

Dongmin soltó una pequeña carcajada

— Faltan diez minutos para las dos, levanta tu trasero y sígueme — salió de la Biblioteca.

Sanha guardo todas sus pertenencias rápidamente y camino detrás de su amigo.

Llegarán hasta la barda de la escuela.

— Yo te alzo

— No me pienso brincar esa barda de casi dos metros o más — nego dando pasitos hacia atrás.

— ¿Lo quieres ver o no? — Sanha asintió — Pues está es la única forma de salir antes, súbete.

— Me agarras bien, no me quiero morir — lloriqueo.

— Deja el drama, Sanha.

El pelirrojo subió a una caja y después Dongmin lo ayudó a brincar la barda. Cuánto ya estaba arriba de la barda le entro un pequeño pánico.

— Dongmin ya me dió miedo, ayúdame. Ya no quiero — hizo un puchero.

— Sanha, solo brinca y ya. No te va a pasar nada, no está tan alto — hablo — hazlo por Hyukie.

— ¡Hey! No tienes permitido decirle Hyukie — frunció su ceño.

— ¡Solo salta! — grito desesperado.

Sanha asintió con mucho miedo salto hacia el otro lado, cayó de rodillas y sus manos se rasparon un poco por el impacto.

— ¿Estás bien? — pregunto Dongmin del otro lado.

— ¡Gracias Minnie! ¡Te veo mañana! — grito y salió corriendo de ahí rumbo a la universidad donde estudiaba Minhyuk.

Llegó agitado a la universidad y justo a tiempo, los estudiantes están saliendo. Empezó a buscar con la mirada a su Hyukie, hasta que lo vio salir. Se veía muy mal, sin dudarlo un poco fue corriendo hasta el para abrazarlo por detrás.

Minhyuk volteo sorprendió.

— ¡¿Sanha?! ¿Que haces aquí? — cuestionó el mayor volteando a ver el pelirrojo— Espera esto es un sueño o algo parecido?

— No es un sueño, soy Sanha y vine para arreglar las cosas. Ya no soporto estar lejos de tí — hizo un puchero.

— Te extrañe mucho — abrazo una vez más el cuerpo del menor — Sannie...

El pelinegro soltó unas pequeñas lágrimas que fueron limpiadas por el menor.

— Vamos a tu casa para arreglar las cosas — agarro la mano de Minhyuk.

— Espera — observo los raspones que tenía las suaves manos de Sanha — ¿Que te paso?

— Eh bueno, me salte una barda para venir a verte y al momento de caer me raspe pero no me duele, tranquilo — sonrió.

— Primero vamos a una farmacia.

[🐺]

— Ahora entiendo porque no contestabas...

— Entonces, desde que me conociste dejaste tu lado fuckboy? — Minhyuk asintió.

— ¿Pero porque lo ocultaste?— cuestionó Sanha.

— ¿Me hubieras hecho caso si te decía que era un Fuckboy? — Minhyuk miro como Sanha viendo sus manos.

— Tal vez... No sé, pero tampoco me gusto que me ocultaras algo importante. Me hubiera gustado mucho que tú me lo hubieras dicho en vez de enterarme de otra forma — Sanha observo a Minhyuk.

— Tenía miedo... — volteo a otro lado.

— Oye... Esa vez te enojaste porque me negué a hacer el amor contigo o hubo otro motivo? — cuestionó nervioso y con un sonrojo en sus mejillas.

— No me enoje contigo, estaba molesto conmigo mismo. — agarro la mano de Sanha con delicadeza — Sentí de alguna u otra forma que te estaba obligando y casi te tocaba sin tu permiso.

— Yo... Quiero hacer el amor contigo, Hyukie — su cara estaba roja y mordía su labio inferior nervioso.

— Sannie, no quiero incomodarte. Debes estar seguro, no quiero que lo hagas solo porque te sientes obligado a algo así — contesto Minhyuk acariciando al mejilla de Sanha.

— Entonces... ¿Me puedes dar un besito? Realmente extrañe mucho tus besitos — se acercó a Minhyuk — ¡Espera! No somos novios todavía, no nos podemos dar besos.

El pelinegro rió ante eso y después se puso de rodillas.

— Yoon Sanha, ¿Aceptas ser mi novio?

— Sí. Acepto — tomo las mejillas de Minhyuk y deposito un delicado beso en sus labios.

— Realmente te extrañe muchísimo, Sanha — volvió a besar los labios del pelirrojo.

— Llámame osito — pidió con una pequeña sonrisa.

— Está bien, osito. — rió