Reaping a Death

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Cuando Harry eligió Tokio como su tipo de ruta para alejarse de la comunidad mágica, ya sabía acerca de los demonios. Prácticamente fueron reproducidos a todo volumen en todos los televisores de la maldita necrópolis, y a pesar de toda la mierda bastante horrible que escuchó sobre ellos, Harry es simplemente... indiferente. No los odia ni les agrada; para él, son lo mismo que cualquier especie de raza galimatías del mundo, como esas criaturas mágicas que siguen teniendo bebés después de que Luna, Hermione, Neville y sus amigos se unieron.

En resumen, mientras no le molesten, a Harry no le importan nada.

Sus hábitos alimentarios? Sí, Harry podía ver algo sangriento en eso, pero era solo eso, comer

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Sus hábitos alimentarios? Sí, Harry podía ver algo sangriento en eso, pero era solo eso, comer. Comer para sobrevivir, cazar para sobrevivir, matar para sobrevivir; Dado el puño de hierro que esta basura CCG tenía en todo, esa era prácticamente la única opción que tenían los ghouls. Harry no fue tan ingenuo como para pensar que ningún demonio comía por placer o simplemente por el color y la emoción de matar, pero no tiene prejuicios como para despreciar a toda una raza.

(Porque Harry recuerda a Remus y Teddy, a quienes ama a pesar de sus rasgos de hombre lobo. Recuerda a sus amigos, cada uno único a su manera, con sus peculiaridades y personalidades y tan mágicos como él. También recuerda a los magos y brujas de la Inglaterra Mágica, sus codicia y arrogancia, y reconoce que los odia tanto como odia a Bellatrix, los detesta con todo su ser y desea verlos arder).

(La raza no decide lo que sientes).

No era tan ingenuo como para pensar que nunca se toparía con un ghoul, o con el horrible CCG que le recordaba demasiado a los Aurores.

Hay algo mal en todo cuando SE topa con uno de ambos lados, y deciden que es divertido seguir molestando todo el día y las semanas y los meses y joder, Harry estaba enojado.

Especialmente esa Arima Kishou. El investigador más fuerte de todos los tiempos, dijeron. El ejemplo perfecto de un investigador valiente, dijeron. El más poderoso, noble, protector de la humanidad, decían.

Harry cree que es un imbécil asesino a sangre fría, como la mayoría de los CCG que ha conocido. Conoce a Arima Kishou un día, de alguna manera, y lo primero que dice es precisamente eso.

Él no es un demonio y no hay ninguna regla para decir lo que piensa, por lo que Harry está 100% seguro de que está a salvo.

(De todos modos, no es que vaya a morir. O que esté muerto por mucho tiempo).

(Harry se arrepiente de haberle dicho algo al investigador de rango especial. Si hubiera sabido que eso conduciría a esto, tal vez habría dado media vuelta y se habría ido a otro país lo antes posible).

Por alguna maldita razón, después de eso, Arima Kishou siguió apareciendo cada maldito día que no estaba en una misión, y Harry se horroriza cuando Arima de repente trajo a Arima sollozando, golpeada a una pulgada de su- vive, pero sigue vivo, y demonios lúcidos atados con represores de RC a su puerta.

Cosechando una muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora