La Última Candidata // Lurking For Love

II -Así, nos conocimos

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II Así, nos conocimos

~Es la chica es tu nueva obsesión, tu nueva perdición...~➼

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Él observaba todo su entorno, no era la primera vez que se metía a esta casa. La conoce tan bien como la palma de su mano, lo distinto es adaptarse a los nuevos tiempos de su vecina, que no eran los mismos que algunos de sus ex vecinos, que ya no están. Su nueva vecina se queda más tiempo en la casa, muy pocas veces sale y se acuesta tarde. No es que él tenga algún problema con eso, lo malo sería que se vaya notando con el tiempo las veces que madruga para observar más de cerca.

Siendo las cuatro de la mañana, al parecer esa vecina se quedó despierta para terminar algún proyecto. Los papeles tirados y esparcidos ya sea por la cama, como también en el suelo, algunos eran anotaciones o impresiones mal sacadas, otros se trataba de garabatos y dibujos sin terminar.

Antes de detenerse a mirarla, empieza a revisar la notebook que ella había dejado prendida arriba de su escritorio, al lado del monitor de su computadora. Varios dibujos, programas sobre contabilidad y diseños para empresas. Por su cuenta, iba conociendo la profesión de su querida vecina. Entre unos cuadernos que se encontraba al lado, se encontraba una hoja que estaba arrancada. Miró por unos segundos hacia la "bella durmiente" y por suerte, no se movió de su lugar, entonces, al agarrar la hoja de papel se encontró con un autorretrato de sí mismo.

Jacob quedó colorado y algo sorprendido, al ver su imagen plasmada en un dibujo que fue realizado por ella, no podía creer que esa joven estuviera haciendo un garabato sobre él. Se quedó buscando con detalle alguna fecha en especial y al hallarlo, se dio cuenta que fue hace un mes...

¡Hace un mes!

¿Acaso ella está interesada en él?

Con solo pensarlo, sentía algo acalorado y lo peor es que teniéndola al margen, pero completamente dormida...Las ideas llegaban a su mente, hasta ciertos pensamientos. Es más aquel dibujo, se trataba de aquella vez que encontró un cachorro en el vecindario, cuando lo alimentó por una semana hasta que apareció la dueña.

Se sintió raro e incómodo, como si algo le estuviera molestando en la entrepierna. Se apoya a espaldas del escritorio, contemplando desde su distancia a la joven que seguía dormida, notando que su vecina duerme con una remera y ropa interior, en conjunto con el color negro. Cuando se dio cuenta de la rara sensación de calor en su cuerpo, miró hacia abajo para ver el bulto en sus pantalones.

¡No! ¿¡Por qué ahora!? se tapaba su rostro con ambas palmas de su mano, como si estuviera avergonzado de estar en una situación así...

Pronto, esa mirada nerviosa pasó a hacerse oscura y con una sonrisa que se dibujaba en sus labios. Teniendo su cámara colgada sobre su cuello, aprovecha para fotografiar en la posición que ella sola cambiaba.

— Que traviesa...—comentó. Jacob se acercó para empezar a completar su álbum privado de fotografías.

Vas a ser mi nueva Sunshine.

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[...]

Hace un mes atrás...

Otro día que le cansaba llegar de mal humor a su casa, porque después de regresar del trabajo, siempre se quedaba sin ganas. Ni siquiera tenía ganas de cocinar porque no tendría ni paciencia para sí mismo. Explicar a los clientes sobre el uso de ciertas tecnología era agotador, y lo peor es cuando son cinco veces de convencer a alguien de usar un celular un poco más moderno, porque los últimos ya no se adaptan con ciertas aplicaciones.