IV. Haunted

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Capítulo 4
Embrujada
I think your house is haunted

Capítulo 4EmbrujadaI think your house is haunted

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Betty.

Últimamente, mis padres no pueden detener de pelearse. Es difícil poner en palabras lo que se siente cuando estás atrapado en medio de las peleas constantes entre mis padres. Cada discusión es como una tormenta que parece no tener fin, y yo estoy en el ojo de ese huracán emocional.

La angustia es constante. Se siente como si estuviera cargando un peso pesado sobre mis hombros todo el tiempo. La tensión en el ambiente es palpable, y parece que no hay escape. A veces, incluso el aire se vuelve denso, casi irrespirable.

El miedo se arraiga profundamente. Miedo a que las cosas empeoren, a que los argumentos se intensifiquen hasta límites inimaginables. A menudo, me encuentro tratando de anticipar el próximo estallido, con el corazón latiendo rápido, esperando que no llegue.

La confusión es constante. No entiendo por qué suceden estas peleas. A veces parecen triviales, otras veces son gritos que resuenan en toda la casa por motivos que no logro entender del todo. La incertidumbre se vuelve parte de mi día a día.

Y está la culpa. A veces me pregunto si de alguna manera esto es por mi culpa. Si hay algo que podría haber hecho para detener las discusiones o para que mis padres estén bien. Es un peso abrumador que no sé cómo sacudirme.

La tristeza se cuela en cada rincón de mi ser. Ver a las dos personas que amo más que a nada en un mundo en constante conflicto es desgarrador. Me hace sentir impotente, como si no hubiera nada que pueda hacer para cambiar las cosas.

Y la inseguridad, esa sensación de que el suelo debajo de mis pies se está desmoronando. El hogar, que debería ser mi refugio, se siente cada vez menos seguro. La estabilidad que anhelo parece estar en constante peligro.

Vivir entre peleas constantes de los padres es un torbellino de emociones. Es un lugar difícil de estar, donde cada día es una batalla por mantener la cordura y encontrar algo de paz en medio de la tormenta.

Muchas veces, como fue hoy, decidía irme de mi casa antes de aguantar las diluciones constantes entre mis padres. Generalmente, iba a dormir a lo de Tamara, Kiley o incluso a la casa de Alex si las cosas estaban tan mal.

Caminaba hacia la casa de Tamara, mientras agarraba mi mochila y las lágrimas me consumían.

¿Todas estas peleas... eran mi culpa?

Pasé mucho tiempo esperando que las peleas de mi familia terminaran, pero siempre volvían los problemas.

Llegué a la puerta de Tamara para tocar el timbre, dejando ver a la madre de mi amiga.

—Betty... —dijo la madre de Tamara antes de abrazarme.

Mis lágrimas comenzaron a caer en el hombro y ella me empezó a acariciar con delicadeza mi espada. Recuerdo perfectamente aquel momento en el que me di cuenta de que la madre de mi mejor amiga era una mejor figura materna que la mía en ese momento. Fue una revelación que me tomó por sorpresa y que, al principio, me causó un torbellino de emociones encontradas.

La discusión entre mis padres resonó en mi cabeza. Me sentí abrumado y no pude evitar que las lágrimas brotaran. Intenté disimularlo, pero mi amiga y su madre notaron mi cambio de ánimo.

Fue la madre de mi amiga quien se acercó con una empatía tan natural que me sorprendió. Ella me abrazó con ternura y me llevó a un rincón tranquilo. No necesité preguntar demasiado; simplemente estaba allí, escuchando en silencio mientras dejaba que mis emociones fluyeran.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de su extraordinaria sensibilidad. A diferencia de mi madre, ella no necesitaba palabras para entender mis sentimientos. Su comprensión y cuidado me dieron un respiro emocional que anhelaba en ese instante.

Esa experiencia me hizo confrontar la realidad de que la madre de mi amiga tenía esa sensibilidad y paciencia que envidiaba en aquellos momentos difíciles, algo que, lamentablemente, no encontraba en mi propia madre. Aunque doloroso, me hizo valorar aún más la presencia reconfortante de esta figura materna que, sin ser la mía biológica, llenaba un espacio importante en mi vida.

—Vamos a hacer cosas para distraerte un poco —dijo ella antes de que pasáramos a la cocina junto a Tamara.

Eso es algo que me encanta de la madre de Tamara es que siempre hace todo lo posible para poder distraerme. En este lugar conocí mi mayor pasión, que es la cocina. Aquel día decidimos hacer unas galletas.

—Quedaron riquísimas —dijo Tamara mientras mordía una de las galletas —. Eres la mejor cocinera que he conocido.

—Muchas gracias —dije mientras reía, el chocolate le había manchado toda la cara.

Mire hacia mi celular cuando lo escuche sonar. Tarde un segundo en distinguir que era Alex quien me estaba llamando.

—Hola —dije alegremente hacia la cámara de la videollamada.

—Hola, ¿Qué hacen? —preguntó él.

—Estamos comiendo galletas con Tami —dije mientras sonreía.

—Voy para allá —dijo Alex con una sonrisa —no voy a perderme galletas recién hechas. 




Holaaa, como estan?

Espero que bien, quiero agradecerles por casi llegar a los 2k. Muchas gracias a todos. 

Los quiero a todos 💗

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Betty - Alex WalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora