Leonarda era un huevito ágil, uno de sus juegos favoritos era saltar por las paredes y los sillones escapando de sus padres, los cuales tenían grandes reflejos y sin saberlo le enseñaron el arte del escape siendo la más ágil de sus hermanos.
Una de sus cosas favoritas para hablar eran sus padres, era su tema favorito para empezar una conversación.
Foolish el hombre mitad tótem y tiburón fue quien más le llamo la atención al inicio, podría decirse que le dio un poco de miedo por sus dientes y el color de su piel, pero cuando la abrazo supo lo cálido y amable que era, algunas personas lo podrían considerar "tonto" pero Leonarda sabía que era muy confiado e inocente, el gran constructor ese era su Papá.
Vegetta el mago de la torre fue con quien Leonarda tuvo una conexión inmediata, podría ser el hecho que hablaba mejor español que inglés, sus ojos morados son sus cosas favoritas en el mundo, Leonarda tenía una gran colección secreta de todas las cosas moradas que podía encontrar que se asemejaban al color que tanto adoraba, el gran guerrero y mago ese era su Pa.
La sabiduría y fuerza que los jóvenes posean ante la vida será el reflejo del trabajo de sus padres
¡Leonarda para ¡-grito Philza-
Leonarda en un solo impulso logro salir de la pared de alas que tenía en su delante, no era distinto al juego que tenía con sus padres, aterrizo cerca de un Quackity adormilado que era sacudido por un Mike desesperado que a su vez sacudía a un Pac al parecer desmayado.
¡Leonarda, basta ¡-grito Slime-
Leonarda esquivo los brazos de su tío Slime quien termino en el suelo, rápidamente salto al hombro de Mike seguido de otro salto con ayuda de la lengua pegajosa terminando en el árbol más alto del lugar.
Siempre se cauta, no te dejes llevar por el caos -escuchaba en su cabeza con la voz de su Pa Vegetta-
Leonarda no era tonta, ni era ciega tampoco sorda, escucho todo y los susurros de sus propios tíos, el llanto de su Papá Foolish, el grito de su hermano Roier y en su corta travesía hasta aquel árbol vio las cajas cubiertas con telas blancas.
Las palabras de tus padres pueden llegar a ser sabias, solo tu sabrás si las aceptan o las desechas
Leonarda mi niña -hablo en tono dulce Vegetta-
Vegetta amaba alzar en brazos a Leonarda y ponerla cerca su pecho, sentía que así era la única forma de protegerla del mundo, aunque también sabía que él no podría protegerla de todo porque ella tenía que tener sus propias batallas y crisis, él tenía que darle las herramientas correctas además de la fuerza tanto física como mental.
Leonarda ¿Sabes que paso con Trump y Tilín? -hablo calmadamente el hechicero-
Leonarda solo asintió, sabía que era la muerte sus tíos se la habían explicado, algunas de una manera pintoresca y otros de una manera más seria, por último, sus padres se lo explicaron de una forma curiosa.
Vegetta arrullaba a Leonarda mientras avanzaba a un ascensor que ni la misma Leonarda sabia de su existencia hasta ese momento, bajaron rápidamente, al llegar vieron varios libros y la mesa de encantamientos, su padre se agacho y con una sola mano abrió un cajón escondido en dicha sacando de su interior un gran libro morado oscuro con una gema del color de los ojos de su Pa en la mitad.
El mago nocturno bajo a Leonarda delicadamente, rápidamente se sentó enfrente de ella e hizo al libro morado flotar entre ellos.
Este libro tiene mis más grandes descubrimientos sin mencionar los hechizos que se han pasado de generación en generación de hechiceros -comento alegremente antes de continuar- nunca pensé en tener un aprendiz antes, ni siquiera en mis vidas pasadas, pero -tomo un largo respiro- es el momento he decidido que tu sean mi sucesora si así tú lo deseas.
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Era solo una Grieta -QSMP-
FanficVarios de los habitantes de la Isla Quesadilla habian desaparecido, parecia que simplemente no estaban felices sobre su nuevo hogar ni con sus nuevos compañeros y buscaron sus propios caminos... Quien podria saber que detras de este pensamiento col...