Era solo una Grieta -QSMP-

Mensajes de Alma (Último capitulo)

Cucurucho, asesino, monstruo -mascullo Maximus entre dientes-

No soy responsable -hablo el oso acercándose-

¡Mentira ¡-grito Cellbit apuntándole aun con la espada-

Estamos investigando -menciono el oso blanco tomando asiento en la gran mesa-

La tensión era palpable, como podían discutir con Cucurucho sin salir perdiendo estaban acorralados ante cualquier ataque.

Tomen -hablo cucurucho neutral como siempre-

El la mesa de roble negro con mantel color vino coloco 7 pequeñas cajas de mármol en la mesa, eran exactamente lo que todos pensaban

Maximus respiro pesadamente antes de acercarse a Cucurucho, frente a frente al oso que no se movió ni un milímetro hablo con una voz pesada y agresiva.

Sácanos de esta maldita isla

Cellbit estaba atrás aun empuñando su espada, le impresiono el tono de voz de Maximus, pero sabía que eso era una gota de agua en el mar, Cucurucho no era quien se podría amedrentar con amenazas.

Maximus miraba fijo a cucurucho mientras empezaba a respirar pesadamente y gruñía como un animal listo para destrozar a su presa, no sabia si era dolor o el alcohol el que le había hecho reaccionar así, podría simplemente ser las dos cosas combinadas.

¡Maximus atrás ¡-grito Cellbit

En un solo movimiento Cellbit tiro de Maximus hacia el piso.

Los sonidos que envolvieron el lugar fueron, una espada cayendo al piso perteneciente a Cellbit, el peso de Maximus junto con Cellbit al caer al piso y el sonido de una espada cortando la silla donde cucurucho estaba sentado, el cual logro levantarse al último instante para evitar el ataque.

Buenas Noches Roier -hablo el Cucurucho con su calma habitual-

Mientras Cellbit y Maximus se levantaban del piso, Foolish se encontraba detrás de Roier con su espada apuntando igualmente al oso de orejas blancas.

Cucurucho sabía que no podía hablar con los habitantes de su gran y perfecta isla sobre lo ocurrido estando así de hostiles, sabia que la isla tenia sus secretos, pero jamás pensó que una magia oscura les quitaría a sus invitados, no se había encargado ya EL de eso, esto necesitaría más investigación.

Investigaremos lo ocurrido -hablo en su voz neutra Cucurucho-

Vete a la Verga -gruño furioso Roier-

Cucurucho camino despacio sin perder de vista a cada uno de los presentes, los habitantes de la isla estarían más hostiles con él, aunque en verdad nada de lo que pasaba fue su culpa, el también estaba molesto por que eso arruinaba totalmente sus planes de su gran isla.

Largo de aquí Oso pendejo -hablo Roier furioso-

Cucurucho finalmente desapareció.

Roier bajo el arma y se acerco a la mesa con las cajas de mármol, miro cada una y tomo en brazos la que se encontraba al extremo.

Vegetta -murmuro triste-

En orden siguió murmurando

Spreen, Mariana, Missa -sollozaba-

En ese momento todos entendieron esas cajas tenían las cenizas de los caídos, cuando Leonarda despertó le preguntaron si era seguro tenerlas y ella asintió en afirmación.

Los funerales fueron momentos difíciles para todos, pero eso les hacia ver que debían salir de la isla para no perder a aquellos que aun quedaban, ya no confiarían en nadie más que ellos mismos.