Zander Bennett, hijo mayor del dios Hades, despues de la guerra contra Cronos decide marcharse de Nueva York y decide irse a Forks, una pequeña ciudad en el noroeste del estado de Washington para contrar un poco de paz.
Pero jamas pensó que estaria...
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Seattle era una ciudad con demasiada gente al igual que Nueva York, algo que ya estaba acostumbrados. Ubicar el sitio donde se verían con la madre de Peter fue algo difícil, principalmente porque ninguno de los quería utilizar sus teléfonos a pesar de que estos ya estaban modificados por los hijos de Hefesto, ninguno se arriesgaría a usarlos.
Peter pudo reconocer a su madre desde lejos, aquella mujer de cabello castaño y ojos oscuros. Tenía sentimientos encontrados por su madre, aquella mujer que lo dejo en el campamento mestizo y que prefirió a su nuevo esposo e hijos. La mujer que solo le escribía y enviaba regalos en su cumpleaños y navidad; quizás el que lo aceptara con su nueva familia de alguna forma era para que no se sintiera culpable por haberlo dejado solo por muchos años.
- ¿Estás seguro? - preguntó Zander, podía notar la inseguridad de su amigo al ver a su madre.
- Si, es normal que este nervioso de verla - respondió Peter. - No la veo desde hace casi cuatro o cinco años.
Ambos se dirigieron a donde estaba la mujer esperándolos, pudieron notar que se encontraba acompañada y seguramente era su esposo.
- Madre - saludó Peter.
- Peter, hijo me alegro que estés bien - dijo la mujer mientras se acercaba e intentaba abrazar a su hijo. - No me dijiste que ibas a venir acompañado hijo.
Zander comprendió que hablaba de él. - No se preocupe señora...
- Anderson, Zara Anderson, de soltera Walker - respondió.
- No se preocupe señora Anderson, solo viene acompañar a Peter y después me iré - dijo Zander.
- Debes ser Zander, ¿verdad? - dijo Zara. - Peter me ha contado de ti en nuestras llamadas.
- Así es, soy Zander Bennett.
Peter notaba como el esposo de su madre mantenía cierta distancia de ellos, quizás era porque no lo conocía o por respeto.
- Hijo, te quiero presentar a mi esposo - dijo Zara, mientras que su esposo se acercaba a donde estaban.
- William Anderson, puedes llamarme William.
- Peter Walker.
Zander decidió alejarse, sentía que un momento muy íntimo entre Peter y su familia. Notaba como hablaban entre ellos y de alguna manera pensó que su hermano estaría bien con ellos.
- Creo que es hora de despedirnos por ahora cuervo - después de años era la primera que se despedían.
- Llego el momento duende - respondió. - Mantente salvo y no te metas en problemas sin mi Peter.
