El esposo de mi tía - Changjin

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Hyunjin...

Nuestro último día antes de las vacaciones. Mi tío Changbin pidió permiso para salir temprano de clases. El autobús salía en la noche y mi tía volvería al día siguiente por la tarde. Básicamente se nos acabó el tiempo. La próxima vez que nos veríamos sería mes y medio después. Llegué a su casa algo ansioso, casi como la primera vez. Aún tenía algunas marcas y moretones en mi cuerpo, resultado de la rudeza de Changbin las dos tardes anteriores. Llegué a su casa en la tarde. Ambos sabíamos que teníamos que aprovechar el tiempo así que no hubo rodeos. Al llegar me ofreció agua, acepté. Yo traía ya listas mis maletas para ir directo a la estación de autobuses. Traía ropa cómoda para viajar, unos jeans, una playera un poco holgada que dejaba mi vientre al descubierto, mi cabello recogido, y poco maquillaje. Zapatos cómodos. Acomodé mis cosas cerca de la entrada, Seo me dijo que él mismo me llevaría a la central de autobuses, que no me preocupara.

Yo estaba de pie en la barra de su cocina tomando agua, cuando terminé Changbin se me acercó y me besó, primero con cierta delicadeza, y poco a poco fue subiendo la intensidad. En un momento nuestras lenguas estaban buscándose una a la otra, pero con calma, sin tanta prisa, pacientemente buscábamos complacernos el uno al otro. Ambos queríamos disfrutar y hacer que el otro también disfrute, por eso funcionamos tan bien. Empecé a acariciar el bulto que se empezaba a formar en su entrepierna. Soy unos centímetros más alto que él, así que así de pie quedaba viendo hacia abajo, mientras nuestras caras se conectaban por la boca, sus manos en mi trasero, una mano mía en su hombro y la otra en su bulto.

En un momento se detuvo, se separó de mi boca, puso sus manos en mis hombros y me dijo "Creo que estamos listos para subir un nivel más", hablaba con algo de seriedad, pero se le vía divertido, como que disfrutaba lo que estaba diciendo.

"¿A qué te refieres?", le pregunté, nunca quitando mi mano de su entrepierna.

"Si vamos a seguir así, quiero que lo hagamos plenamente, ¿ok?"

"Okay, pero a qué te refieres?", pregunté.

"Bueno, no hay forma romántica o dulce de decirlo...pero quiero que de ahora en adelante no usemos condones". Esto me sorprendió bastante, abrí mis ojos mucho, dejé de acariciar su entrepierna, más no quité mi mano de ahí.

"Supongamos que estoy de acuerdo, ¿Qué método vamos a usar entonces?, ¿Qué sugieres?"

"Bueno, pensaba darte dinero para que fueras a un ginecólogo a colocarte el DIU, es probablemente el mejor método anticonceptivo".

"Bien, pero que yo sepa tengo que estar en cierto momento de mi periodo para colocármelo, ¿qué haremos hoy?".

"Quiero que te tomes una post-day (pastilla del día siguiente), aquí la tengo ya".

"¿O sea que hoy mismo quieres venirte dentro de mí?", dije sonriendo, en parte porque me gustaba la idea, en parte por nervios, no podía creer la conversación que mi tío y yo estábamos teniendo.

"Precisamente, ese es el plan hoy. Quiero mandarte a casa de tus padres en el autobús lleno de mi semen". Mi cuerpo se estremeció, era una locura lo que me estaba diciendo, además de que me estaba encantando la idea, yo sólo quería hacer cualquier cosa que a Changbin se le pudiera ocurrir. Antes de que pudiera decir algo mi tío empezó a besarme de nuevo, se quitó la playera y comenzó a despojarme de mis prendas. Quitó mi blusa y mi sostén, yo me quité los tenis, y así ambos sin playera nos sentamos como siempre en el sillón a seguirnos besando. Dejó de besarme para mamar mis tetas, como tanto nos gusta a ambos, las cuales no son grandes, pero sí firmes, y según él muy ricas. Su mano exploraba mi culo, por debajo de mi ropa. Me estaba llevando al cielo. Le dije al oído: