𝗨𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮 𝗺𝗲𝗻𝗼𝘀 #𝟭

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Sabía que los repetitivos reclamos y reproches por parte de su madre no cesarían jamás, a menos que consiguiera un trabajo nuevo y tuviera un sueldo suficiente como para mudarse a un departamento o casa propios, como decía su madre "como lo había hecho su hermano, Roberto".

Hablamos de Ricardo Musso, a quien lo habían despedido de su trabajo hacía cinco días atrás y que por más que buscaba, no encontraba uno nuevo, este mismo suceso le había costado los planes de mudanza que ya tenía, prácticamente cancelándolos debido a que el poco dinero que le quedaba debía administrarlo entre su madre y él, ya que ella dependía de éste.

—Pronto se acabará el dinero, Ricardo, debes buscar un nuevo trabajo, en unos cuantos días ya no habrá comida en la mesa. —Al no obtener respuesta de Ricardo, continuó hablando.

—Quizá si fueras aunque sea un poco como Roberto, ya tendrías un sueldo estable y podrías mantenernos a ambos.

—Conseguiré dinero, madre. —Contestó Riki sin expresión alguna, sin embargo, por dentro le hervía la sangre, estaba harto de que su madre lo comparara con Roberto, lo hacía sentirse inútil y como una simple carga para sí mismo y para su madre, abrumándose las noches de forma diaria, pensando en cómo haría por fin para satisfacerla y cumplir con las expectativas que le tenía.

Sin embargo y a pesar de toda esta mezcla de emociones y pensamientos, no todo era color de gris en la vida de Riki, tenía un pequeño pedazo de felicidad del cual agradecía su simple existencia con todo su corazón... Su banda, "El Cuarteto de Nos", conformada por él, su hermano Roberto, Santiago Tavella y Álvaro Pintos. Estar con ellos era lo que lo tranquilizaba, en especial cuando compartía tiempo con Alvin, puesto que era como su mejor amigo, se habían hecho amigos desde hacía mucho, conociendo secretos, debilidades, virtudes, puntos débiles, gustos, y prácticamente todo acerca del otro, se había formado un vínculo muy fuerte que los volvía casi uno mismo, está de sobra mencionar que tenían una fuerte confianza mutua.

En los ensayos nunca faltaban las risas, carcajadas y malos chistes provenientes de todos, cada uno lanzando un comentario más estúpido que el otro, pero haciendo a todos reír de la misma forma frenética, podríamos decir que eran su lugar seguro dentro de todo el infierno y revoltijo que era su vida.

Un sábado por la tarde, Ricardo estaba preparando su guitarra y accesorios para ir a un ensayo tranquilamente y como ya era costumbre, hasta que escuchó la voz de su madre gritarle nuevamente.

—¡Ricardo!, ¿Ahora que estás haciendo? —De su boca no salió ninguna palabra que contestara la pregunta de su madre, se limitó a ignorarla y fingir que no había escuchando, aún guardando sus cosas, debido a que ya estaba harto de las constantes disputas que ya habían comenzado a atormentarlo desde que perdió su trabajo, sin embargo, comenzó a sentir como la intranquilidad lo invadía cuando escuchó los pasos de quien le gritaba a lo lejos, ahora acercándose a su habitación.

—¿Por qué no me contestabas? —Preguntó una vez más con un tono que irradiaba molestia. Ricardo no sabía qué contestarle, ya no tenía la opción de quedarse callado fingiendo que no había escuchado, pero tampoco tenía una excusa pensada que lo hiciera por lo menos separar los labios, mucho menos sabiendo que lo que fuera que le dijera, ella lo usaría en su contra de alguna forma y terminaría reprochándole e insultándolo sin siquiera dejarlo hablar, como ya era común en estas discusiones...

—Preparo algunas cosas, los ruidos no me dejaron escucharte. —Finalmente tuvo una idea.

—¿Irás uno de tus tontos ensayos otra vez? no sé cómo no entendes que solo te quita tiempo, además, te serviría de algo si fueras tan talentoso como tu hermano, pero no lo eres, dudo que seas bueno en algo. ¡Sos un inútil y vago que no hace nada por su familia, sabiendo que lo necesita, no sé si aún no lo has notado, pero ya es momento!, sigo sin entender como puedes portar la misma sangre que tu hermano y yo. —Esta frase partió a Ricardo completamente en pedazos, su madre siempre lo comparaba con su hermano, sin embargo, ahora fue diferente, las palabras de su madre resonaron como un eco durante unos segundos en la cabeza del de lentes.

"𝗘𝘀𝘁𝗮𝗿𝗲́ 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼" - 𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤 𝘈𝘭𝘷𝘪𝘬𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora