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★ dolor de estomago, capítulo 2 !
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Un día nuevo había llegado y con el la pereza de algunos, que solo pedían cinco minutos más de sueño sabiendo lo engañoso de aquella frase.
El tiempo era algo que nadie podía controlar, esos cinco minutos que se piden podrían convertirse en horas sin uno quererlo. Por ello muchas personas solían aprovechar su tiempo al máximo, nadie sabe lo que depara el mañana.
¿Min Jiyu era una de ellas? Bueno, solo cuando hay pancakes para desayunar, el dulce siempre la mantiene viva.
Aunque esta vez había sido diferente, ya que tenía planes de faltar a la escuela, por eso queria dormir todas las horas que sean necesarias para que su mamá no pueda regañarle después, pero siempre estaba este angel de la guarda que evitaba que esto ocurriera.
La sensación de algo arrastrándose por su rostro y un viscoso y frío líquido en el, la hicieron despertar. Sin embargo sus párpados nunca de abrieron, intentando conciliar el sueño nuevamente.
La constantes lamidas no se detuvieron.
Su cara se contrajo en disgusto y se obligó a si misma a abrir los ojos.
- Agh... Koda, aléjate. - Con pereza alejo la peluda cara del animal de la suya, y acto seguido con sus sábanas limpio los rastros de saliva que tenía en ella.
Sin haber despertado del todo del profundo sueño que había tenido anteriormente, como acto involuntario sus manos se dirigieron a sus oídos para cubrirlos del algo ensordecedor ladrido que soltó el animal.
- ¡Koda! No ladres tan cerca de mi oído. - Tras decir aquello miro al gran perro blanco que yacía en su cama, mirándola con ojos de cachorro y la cabeza ladeada era como se encontraba.
- No puedo enojarme contigo. - Jiyu soltó un suspiro quejumbroso, fingiendo estar enojada consigo misma ante este hecho, a medida que descubría sus oídos con resignación. Suavemente acaricio su pelaje lobuno y esbozo una pequeña sonrisa.
