Román estaba acostumbrado a que todo aquel que se plantara frente a él reflejara miedo, le gustaba sentir el poder sobre sus oponentes y recordarle a todos aquellos que se opusieran a su voluntad quien era el jefe tribal.
Las mujeres se le insinuaron por montones y cayeron a sus pies rendidas... pero Rhea Ripley no era cualquier mujer.
Conocía a la pesadilla, su paso por NXT y NXT UK le crearon fama, en el momento que puso sus pies en el roster principal se fue en contra de Asuka y le arrebató el título en Wrestlemania.
Ella era toda poder y brutalidad disfrazada en una niña de ojos azules y feroces.
-Será mejor que haya buenas razones para que yo esté aquí -Rhea lo observa, de pie frente al escritorio
-Cuida la forma en que me hablas, Nightmare -Román la observó mientras ella le sonreía a la cara
-No eres el único con un nivel en esta habitación, Jefe -Ella afirma- Y aún no me has dicho porque estoy aquí
-Sé quien eres -Su voz apenas vaciló antes de tornarse dura como el hielo- Y son tus acciones las que te volvieron interesante, toma esto como un atajo hacia la victoria, una oportunidad que no rechazarías si fueras lo suficientemente lista
Ella no se permitió molestarse por su arrebato, estaba acostumbrada al peligro y a las personas volubles, aunque no era a lo único a lo que estaba acostumbrada. Sonrió con picardía, apoyando el peso de su cuerpo en el escritorio, sus ojos felinos radiantes y fijos en los del jefe tribal.
Una parte de su subconsciente pudo sentir la mirada de Jey sobre ella.
-¿Qué propones, Jefe? -Preguntó, notando el dramático esfuerzo del hombre por mantener el contacto visual- Tú más que nadie deberías saber que la familia no se traiciona, y el Judgment Day es mi familia -Comentó- No importa cuantas flores pongas sobre el camino y me tientes, no encontrarás una positiva de mi parte
-Te considero lo suficiente inteligente para darte cuenta de la magnitud de lo que estás rechazando -Reings apreta los puños sobre la madera
-Soy incluso más inteligente de lo que piensas -Rhea vuelve a sonreír y su voz se tiñe de doble intención- Y mi respuesta es clara, así que ¿Hay algo más que quieras de mi, Jefe?
Román Reings tragó saliva, apenas notando lo seca que estaba su garganta y lo en pausa que se mantenía su cabeza, el perfume de Rhea lo estaba ahogando... rosas con olor a muerte...
-¿Qué podría querer yo de una cara bonita? -Su voz permaneció estoica a pesar de sus palabras, una sonrisa ardiente se dibujó en el rostro de Rhea y se dió la vuelta para marcharse
-Quien sabe -Exclamó, Jey le abrió la puerta, tenía la mirada molesta y fija en el mayor
La voz de Román retumbó desde el fondo.
-La oferta seguirá en pie, Nightmare
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