"Perdonar no es excusar, es liberar nuestro corazón de la carga del rencor."
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Habían pasado quizás eones* desde aquel devastador suceso, no recordaba muy bien si era sincero, solo estaba en su memoria la mirada lúgubre y sin emoción del que alguna vez llamó 'padre'.
El recordar todo aquello le generaba un gran mal sabor de boca y un dolor de cabeza terrible, porque habían varias cosas que ni él mismo entendía, sin embargo, el encontrarse nuevamente al ser que le dio la vida... La existencia misma en ese mundo, fue sorprendente.. Porque, podría decir que ese joven, que no era para nada un humano, puesto que tenía un poder similar al de su progenitor, era alguien que estaba estrechamente relacionado con él, esperaba no equivocarse, debido a que el poder que desprendía solo era leve ya que vagamente se sentía con fuerza. No obstante, podía sentirlo y eso no evitaba que, de cierto modo, se sintiera incómodo y esperanzado.
—No soy tu jodido padre.
La voz seca y dura del chico lo saco de sus recuerdos y divagaciones, lo observo, notando que este tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensa mientras le dedicaba una mirada sería.
—Puedo sentir tu poder.. No me vengas con..
—No lo soy. —Resoplo fastidiado y cruzándose de brazos— Y el que puedas sentir el poder de Kuroi, es porque.. Me uní a él.. Sin embargo, él ya no está. —Mintió.
Sus palabras hicieron que el Rey demonio abriera sus ojos con cierta sorpresa, antes de mirarlo con el ceño ligeramente fruncido.
—Cómo puede ser eso? —Cuestionó— En primer lugar estabas sellado, ¿Cómo pudiste liberarte de ese sello?
—Mira.. No soy tu padre, no me trates como él porque NO LO SOY... a pesar de haberme unido a él, fue un trato en beneficio propio de los intereses de cada uno. —Suspiro— Y la razón por la cual se pudo salir del sello... Bueno, ya estaba lo suficientemente débil como para poder contener un poder tan grande.
Formó una sonrisa indiferente y el contrario se quedo un momento en silencio antes de volver a hablar.
—Así que él ya no esta..
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