Capítulo 1

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Desperté de aquella pesadilla y me encontré empapada en sudor.
Toque instintivamente mi rostro y este estaba cubierto de lágrimas.
-¿Que me sucede?-dije para mis adentros- Eso jamás sucederá, no al menos durante este ciclo planetario.
Estire las piernas y baje de mi ostentosa cama de seda miagoviana negra. Aun es de madrugada.
Adoro esta hora del día, el hermoso color magenta que invade el cielo de Syurga a mi parecer no tiene igual.
Así como el olor de los capullos de mandragora recién regados por el rocío.
Amo mi reino.
Una vez habiendo tomado un poco de aire fresco, decido regresar a dormir. Sin embargo, la pesadilla que tuve hace unos momentos, sigue girando en mi cabeza.
Me sorprende la exactitud con la que la recuerdo. Aunque para mi tranquilidad,que eso suceda no es posible. Al menos no a mi parecer. Dando vueltas a dicho pensamiento, el sueño y la tranquilidad de la vista a mi balcón me vencen.
- Buenos días Princesa Asrai.- me despierta Raiki, mi nana y mejor amiga.
- Buenos días Raiki.- contesto entre bostezos al mismo tiempo que estiró mis brazos - y por favor deja las formalidades, me has cuidado desde niña, solo dime Asry.- musito después de dar un salto fuera de la cama.
Raiki, es mi nana desde que tengo uso de memoria, es una segunda madre para mi, y tambien mi mejor amiga. Es la persona con la que mas he pasado tiempo en mi vida, por lo que me conoce perfectamente.
Un instante antes de entrar en la bañera que ella misma ha preparado para mi,me sostiene de un brazo y me fuerza a mirarla.
-¿Estas bien mi niña? -Su rostro deja ver preocupación e intriga, me sorprende Que fuera capaz de notarlo. -Claro que si Raiki, ¿Qué cosa podría sucederme?-Trato de disimular sin lograrlo.
-Sabes que te conozco mejor que nadie y sé que tú tienes algo.
-¡Claro que no nana! -Digo al tiempo que plantó un beso en su mejilla, creo que logre que me creyera.
Me mira incrédula y después se cruza de brazos.
-Cuando estés lista para hablar sólo llámame ¿esta bien? -No lo logre, ¡genial!,Pienso para mis adentros con sarcasmo. Y sin decir más palabras, me sumergo en la bañera, intentando que el agua,junto con aquellas fragancias y los pétalos de hermosas flores azules se lleven consigo mis pensamientos.
Una vez que estoy lista, procedo a secarme con las largas toallas color rojo vino que mi nana dejo cerca para mi, y salgo a mi alcoba.
Es una alcoba espaciosa, con motivos en dorado, rojo vino, blanco y negro,durante el día posee una entrada de luz maravillosa. Y durante la noche la vista hacia la luna que me brinda también es preciosa. No puedo ser mas feliz en ella.
Procedo hacia mi armario y consigo de el un vestido color rojo, de tirantillos, con escote de corazón y ligeramente pomposo hacia abajo, cayendo debajo de mi rodilla y unos zapatos a juego con un ligero tacón. Solo este día se me permite vestir un poco informal y poder salir así por y del palacio. Es domingo. Una vez que recogí mi cabello en una pequeña cola de caballo, procedo a salir al comedor a desayunar con mis padres y mi hermano.

Mi madre es una mujer hermosa,lo mejor que me ha sucedido, su nombre es Dea. Ella es artista,espontánea, tiene una sonrisa radiante y la mejor madre que alguien pudiera querer. Pues a pesar de ser la reina de Syurga, siempre ha cuidado con su vida de mi y de Horition.

Mi padre, Gott, es mi dios. Y no lo digo sólo como un cumplido al gran padre que ha sido,el es, literalmente el dios de todo. Ha sabido ser mas que un padre o un dios omnipotente para mi, el ha sido mi más grande alegría, y junto con mi madre, son todo para mi.

Horition es mi hermano. El es... complicado. Su forma de ser jamás la he entendido, y específicamente la forma de ser que tiene conmigo. Algunos días parece amarme, incluso amarme más de lo que debería hacerlo siendo mi hermano... Otros días, me ve de una forma extraña e insistente, una forma penetrante que no me explico, pero no me hace sentir nada cómoda,y otros días parece aborrecerme más allá de su propio entendimiento.
Yo solo prefiero permanecer a distancia. sin embargo, algunas veces lo he encontrado husmeando en mi alcoba.
Mi relación con el es agridulce, sin embargo es mi hermano y lo querré de igual manera.
- Una vez que hemos terminado el desayuno -Dice mi padre con voz sería - Es necesario que hablemos de algo muy importante.
Todos nos encogemos de hombros mirándonos desconcertados, mi padre jamás trata asuntos del reino con nosotros. Puesto que para evitar rivalidades, jamás ha decidido quien será su sucesor al trono.
-Ya es hora de que ambos tengan algo más de mi , algo mucho más valioso que mi amor de padre.-Continúa - Sin embargo no les diré que sucederá, deberán verlo por si mismos.
Horition y yo nos miramos con expresiones indescifrables.
Al parecer, esta igual de confundido que yo con las palabras de nuestro padre.
-Pero padre....-interrumpe mi hermano con audible confusión - No estoy comprendiendo nada, yo...
-No se trata de que ahora lo entiendas - interrumpe mi padre - En su momento lo sabrás.
Acto seguido se levanta de la mesa y se retira y mi madre va tras el. Ella, a diferencia de nosotros parece entender perfecto de que habla, y muestra una evidente preocupación mezclada con tristeza en su mirada.
Sin prestar atención a Horition, me levanto de la mesa y camino vagamente hacia mi habitación...
Esto no pinta nada bien.

Penumbra en el firmamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora