El superintendente se encontraba tranquilo en su oficina, demasiado tranquilo... No es que no hubiera trabajo, es que la mayoría de alertas ya estaban siendo atendidas por sus compañeros.
Decidió ir a patrullar un rato, iba a recoger su patrulla en el parking trasero, bajó e ignoró a la gente que iba a denunciar, enviaría a Brown a hacerlo o algo así, todo estaba normal en las celdas, no había nada nuevo... Estaba el tipo del atraco de hace unos días, un señor que le había soltado un golpe a Emilio, Jack Conway, el señor de... ¿Jack Conway? — ¿Qué cojones? — Dió un paso atrás a la celda en donde se encontraba el señor en traje, completamente de mal humor, obviamente lo primero que hizo fué reírse de la situación, lo cuál no mejoró para nada el humor del contrario. — ¿Jack? ¿Sí es usted? — Preguntó entre risas, a lo que el otro respondió claramente enfadado. — Sí, sí, soy yo. Ya vale de reírse, ¿no? — Gustabo intentó parar de reír, sin mucho éxito, el otro solo lo miraba enojado. No iba a insultar al superintendente en su propia casa, ya tenía suficiente con el lío en el que se había metido.
¿Puedo recibir una explicación de esto? — Preguntó Gustabo tapándose la boca y acercándose a la celda, a lo que Jack solo suspiró e intentó mantener la calma. — En la mañana, yo iba en mi coche hacia el bar, como es costumbre. Me topé con un semáforo en rojo y como es de esperar, frené para esperar el cambio, en eso siento un golpe en la parte trasera de mi coche, había sido un patrulla, me bajé de mi coche cuando ví al lado mío un oficial llamando a mi puerta, hablé con él y... ¿Me está prestando atención? — Miró a Gustabo, quien estaba en su PDA en lugar de mirándolo a él. — Si le estoy prestando atención, hombre. Simplemente estoy leyendo sus cargos y acá dice: "Insultos a un oficial de policía" y "atacar a un oficial del Cuerpo Nacional de Policía" —
Pues eso es mentira —
Ah, ¿sí? Pues siga hablando — Esta vez, el superintendente desvió la mirada de su PDA para ver a Jack y prestarle toda su atención.
Bueno... Yo me bajé a hablar con el oficial y se presentó con el nombre "Brown" — Gustabo le hizo una seña de que parase. — ¿Brown? ¿Llevaba una cara de culo? — Conway asintió, provocando una pequeña risa por parte del contrario. — A que tiene toda la cara de un nabo, es un gilipollas... — Le hizo una seña a Conway para que continuara, a lo que hizo caso. — Para no hacer largo el cuento, me dijo que no me pagaría, yo le dije que tenía que y terminé acá... — Cerró los ojos un momento, pero los abrió cuando escuchó una reja abrirse, era la reja de su celda, la estaba abriendo Gustabo.
Lo voy a dejar libre y ya le quité los cargos de la PDA, usted no se preocupe, buen hombre — Jack salió de la celda, Gustabo puso su mano en la espalda de este y lo empezó a llevar a la salida mientras hablaba. — Supongo que su coche ha de habérselo llevado la grúa... Yo lo llevo a recogerlo y a repararlo en el mecánico, pago yo — Jack se sorprendió por esto, tal vez el superintendente no era un idiota cómo el pensaba. — No es necesario... — Respondió un poco por lo bajo, mientras Gustabo lo llevaba a la salida trasera. — ¡Claro que sí! Es una compensación por el mal trabajo de mi agente y un favor... Usted no quiere andar caminando de acá al bar en traje con el sol que hace, ¿o sí? — Tenía un punto en algo, tal vez solo tenía que darle una oportunidad por hoy.
Ambos llegaron al parking trasero, Gustabo se subió por su parte, Jack hizo lo mismo y salieron de la comisaría, en ese corto viaje, Jack miraba un poco incómodo por la ventana, mientras en la radio sonaba la banda "Queen" y García iba cantando... Si es que a eso se le puede llamar cantar. No estaba pronunciando correctamente y eso molestaba un poco al pelinegro, pero no diría nada porque al contrario, después de lo que hizo en comisaría, le debía una a Gustabo.
Llegaron al lugar donde se encontraba el coche de Jack, Gustabo lo sacó y parqueó cerca del Z donde estaba Conway, quien al ver su coche, bajó del patrulla y fué hacia él.
Ya le marqué en el GPS el mecánico, nos va a atender un viejo amigo — García bajó del coche y le pasó las llaves a Jack, el cuál asintió y se subió a su coche
Unos largos minutos manejando después, Jack llegó de primero a los mecánicos, dejando su coche en el parking, seguido a él llegó Gustabo, quien se parqueó al lado de Jack y abrió la puerta... ¡PUM! Jack sintió como la puerta del patrulla pegaba contra la puerta de su coche, cuando volteó a ver, claramente había sigo culpa de Gustabo. Se quedó viendo la escena molesto, en especial a quien se encontraba del otro lado de la ventana, Gustabo cerrando rápidamente la puerta para mover el patrulla un poco más al lado y no volver a darle al coche de Conway.
¡Me cago en la puta, me cago en la puta! — Jack maldijo mil y un veces mientras golpeaba su volante, a lo que Gustabo, algunos mecánicos y algún que otro desgraciado que fué a parar ahí justo en ese momento se le quedaron viendo, claramente la escena llamaba la atención. Gustabo volvió a parquear su patrulla, esta vez de manera correcta, se bajó de este y se dirigió a la ventana abierta de Jack.
Eh, eh. Jack, tranquilo ¿sí? Yo pagaré esto también... — Trató de tranquilizarlo, lo cuál funcionó, el pelinegro con las manos cubriendo su cara, respiró una y otra vez tratando de buscar la calma y paciencia que le hacía buena falta.
Un mecánico se acercó a atender al superintendente mientras Jack seguía buscando paz mental en su coche, al rato, los mecánicos se pusieron a trabajar en el coche de Jack y este junto a Gustabo se encontraban en la sala de espera, matando el tiempo. Pero el ambiente era incómodo, había un silencio ligado a una tensión la cual cada que Gustabo intentaba romperla, la frialdad del pelinegro la volvía a crear, así estuvieron por más de una hora.
¿Qué lo hizo decidirse a empezar su negocio, Jack? — Preguntó Gustabo desde la comodidad de su asiento, mientras Jack se servía agua en un vaso de papel.
El dinero — ninguno de los dos dijo nada más, solo se escuchó un "Jooder" del superintendente y seguido a eso, simplemente el silencio incómodo que estaba en el ambiente desde que llegaron al lugar. Habían momentos en los que García sacaba su celular y veía el twitter, a veces era Jack el que sacaba su celular y enviaba algún que otro mensaje y así hasta que uno de los mecánicos llegó y anunció que el coche estaba listo.
Jack salió a recoger su coche, a lo que Gustabo se quedó pagando la cuenta, para después salir a donde estaba el pelinegro para despedirse.
Bueno, ya está todo hecho, ¿no? Yo ya me voy al trabajo, necesito terminar un papeleo... Buenas tardes — Diciendo esto, el superintendente se dió la vuelta, pero frenó al escuchar la frase de Jack.
La próxima vez que pase por el bar, pida que lo atienda yo. La casa paga — Este también se subió a su coche y sin despedirse, simplemente se fué. Gustabo se quedó parado, analizando la situación, en su rostro se asomó una sonrisa inalterable, no era para menos, parecía que se estaba ganando el corazón que tanto anhelaba. Se subió al patrulla y volvió a su trabajo.
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¡Hola! Días, tardes o noches porque para bueno ya está Conway.
Muchas gracias por el apoyo que estoy recibiendo, no tenía planeado ni siquiera terminar de escribir este capítulo, pero sus comentarios me animan a seguir. Adoro que les esté gustando esta historia y espero que sea así hasta el final de esta.
