Beomgyu se despertó con un sobresalto. Su sueño había sido tan vívido. Se quedó allí acostado y parpadeó varias veces mientras su erección palpitaba con pensamientos de unos ojos azul oscuro y sedoso cabello castaño. ¿Qué jodidos estaba mal con él? Gimió cuando se dio la vuelta, tratando de volver a dormir, su pene endurecido haciéndoselo imposible.
Golpeando la almohada, Beomgyu se rodó sobre su espalda, una vez más mirando al techo. Tenía que haber estado sometido a un corto circuito o algo así para que siguiera pensando en ese hombre. Un hombre, por Dios. ¿Por qué infiernos estaba pensando en un hombre? ¿Y así?
Volteando la cabeza y mirando el reloj, se dió cuenta de que eran sólo las cinco de la mañana. Maldición. Ni siquiera podía dormir el fin de semana. Irritado consigo mismo, Beomgyu se levantó y tomó una ducha. Después de salir de esta, se puso de pie frente al espejo, tomando un largo vistazo a la brusca apariencia que le devolvía la mirada.
Bueno, era sábado. Finalmente tenía tiempo para afeitarse su crecida barba. Estaba empezando a parecer rudo. Beomgyu agarró sus utensilios y comenzó a traer de vuelta a su liso rostro de bebé. Una vez que se afeitó de nuevo, Beomgyu tranquilamente caminó por el pasillo, no queriendo inquietar a los niños, y se preparó una taza de café.
La palma de su mano presionó su duro eje que no se bajaba. Beomgyu gimió. Estaría condenado si se masturbara con los pensamientos de otro hombre. Eso sería una señal de desear a Yeonjun, y Beomgyu no lo deseaba.
¡Mierda!
Bueno, tal vez.
No, él no lo deseaba.
¡Maldita sea!
Beomgyu se dejó caer en el sofá y encendió la televisión, manteniéndola silenciada mientras cambiaba en los canales. Lentamente tomó un sorbo de su café mientras pensaba en los cheques y en las compras que tenía que hacer el día de hoy. La lista era de casi dos kilómetros de largo.
Tal vez necesitara arreglar que Heeseung y Karina cuidaran a los niños así él podría salir. Pero, ¿a dónde? Su vida social y sexual más o menos ya no existían.
Un pensamiento repentino se le ocurrió a Beomgyu. Se inclinó hacia adelante mientras el pensamiento tomaba forma. Tal vez se sintió atraído por Yeonjun porque estaba solo y caliente. Sólo tal vez, si jodía a una chica sin nombre, dejaría de fijarse en el nuevo vicepresidente.
Beomgyu cerró sus ojos y negó con la cabeza. Sabía que no lo haría. Un revolcón de una noche no era su estilo. Llámenlo pasado de moda, pero le gustaba conocer a la chica antes de que hicieran tango en las sábanas.
Beomgyu se había hecho cargo del cuidado de sus hermanos hacía meses y no había tenido sexo desde entonces. Él solo había estado con su novia, Chaewon. Tan pronto como Beomgyu le dijo que criaría a Winter y a Sunoo, ella corrió tan rápido como pudo. Todavía le molestaba pensar en los dos años que había perdido en ella.
Perra.
Beomgyu se echó hacia atrás y suspiró. No tenía sentido pensar en lo que nunca más estaría disponible para él. Su dedo se detuvo presionando el control remoto cuando se encontró con un canal con osos y sus cachorros. A él le gustaban los osos.
Arrojó el control remoto al suelo, alzó sus pies y los puso bajo él y se deslizó en el sofá. Beomgyu puso su taza en la mesa de café mientras observaba a un oso atacar a un ciervo.
Sus ojos se hicieron pesados, por lo que alcanzó detrás de él y agarró la manta de la parte de atrás del sofá mientras su mente luchaba por mantenerse lejos de las firmes piernas largas y hombros anchos. Fue una batalla perdida.
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❝attracted to you❞ yeongyu. ✓
FanfictionA Beomgyu nunca le han atraído los hombres. Pero todo cambia cuando conoce al nuevo vicepresidente de la fábrica, Choi Yeonjun. ▸ obra adaptada sin fines de lucro. ▸ yeonjun top, beomgyu bottom. ★﹕𝐖𝐀𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆 !↴ contenido +18, si este tipo de con...