Capítulo 9

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Beomgyu vio cómo Heeseung abandonó el cuarto de casilleros tan pronto como él entró el siguiente lunes por la mañana. Joder si esa reacción no dolía. ¿Cómo podía decirle a su mejor amigo que había descubierto recientemente que era gay? ¿Que él nunca había checado a Heeseung conforme crecía? Heeseung no se acercaba a él para que siquiera Beomgyu empezara a explicar las cosas.

Cerró su casillero y luego salió a la planta de producción. Él estaba enojado como el infierno por el comportamiento de Heeseung. Beomgyu se paró frente a su máquina sintiéndose alegre por su fin de semana con su amante y descorazonado por su mejor amigo. Era un infernal viaje en la montaña rusa emocional para tan temprano en la mañana.

Encima de todo esto, Yeonjun se iba esa noche de viaje. El pecho de Beomgyu se oprimió ante la idea de despertarse solo. No le importaba lo que Yeonjun pensara de él. Lo haría prometerle que le llamaría cada una de las noches. Beomgyu necesitaba escuchar su voz, asegurarse de que Yeonjun lo amaba.

Su vida había tomado un giro de forma descendente, pero tenía miedo de aceptarlo. Beomgyu necesitaba que Yeonjun le hiciera saber que todo iba a estar bien. Había llegado a depender de las alentadoras palabras de Yeonjun.

En el almuerzo, Beomgyu fue a su casillero y tomó su contenedor con comida, saliendo a la pequeña cafetería. Agarró el primer asiento que vio y levantó la tapa de su Tupperware. Yeonjun había hecho ensalada de pasta la noche anterior, y la boca de Beomgyu se le estaba haciendo agua de nuevo.

El hombre era un muy buen cocinero. Otra cosa que Beomgyu echaría de menos. Yeonjun siempre se aseguraba de apartar el almuerzo de Beomgyu antes de que incluso sirviera la cena. Beomgyu sonrió. Yeonjun cuidaba muy bien de él, y él amaba más al hombre por ello.

Yeonjun estaba siempre cuidándolo de una u otra manera como si sintiera que era su deber. Parte de Beomgyu estaba confundido por eso. Otra parte empapado como un hombre muriendo en el desierto ofreciéndosele un vaso de agua.

Beomgyu levantó la cabeza un poco cuando se dio cuenta de que dos de sus compañeros de trabajo susurraban y miraban por encima de él. Sus ojos se lanzaron al lado y vio a Heeseung sentado erguido y mirando hacia él. ¿Heeseung les habría dicho a todos sobre él y Yeonjun? Tan enojado como su amigo estuviera, Beomgyu no pensaba que fuera a hacer algo tan bajo. ¿O sí?

Beomgyu trató de ignorarlos y terminar su almuerzo, pero se volvió incómodo con más y más compañeros viéndolo. ¿Qué diablos? Él captó la palabra maricón, y supo que Heeseung les había dicho. El lamentable hijo de puta le había dado la espalda y estaba tratando de que todo el personal lo hiciera también. Beomgyu nunca había visto ese lado de su amigo de la infancia. No creía que Heeseung tuviera un hueso malo en él. Solo para mostrarle lo bien que realmente conocía al hombre.

Beomgyu colocó la tapa de nuevo en su almuerzo, ya no tenía hambre cuando él se precipitó fuera de la cafetería. Grandioso, solo jodidamente genial. Ese hijo de puta de Heeseung no estaba satisfecho en sermonearlo en un estacionamiento. No. Él tenía que ir y asegurarse de que todos lo supieran y lo evitaran.

Trabajar iba a ser un infierno a partir de ahora. Beomgyu tiró el contenedor en su estación de trabajo y agarró sus guantes. Allí, en el carro cerca de su tazón, había una pequeña figura de hada. Beomgyu ladeó la cabeza y la estudió por un momento y luego miró a su alrededor. Vio a dos chicos riéndose mientras se alejaban. Beomgyu tomó la pequeña alada criatura y la tiró a la basura.

Putos pendejos.

En el momento que terminó su turno, Beomgyu encontró un pedazo de papel que sobresalía de su casillero. Él lo jaló y abrió. Era una página arrancada de una revista con dos chicos besándose. Cerró la página y la arrojó en el basurero más cercano, enojado como el infierno por la infantil manera en que todos estaban actuando.

❝attracted to you❞ yeongyu. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora