•Extasis II•

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Pov's Bang chan

Un ardor profundo se estabilizó en mi mejilla haciéndola sonronjar de enseguida que sentí el golpe en ella, el sabor metálico sobre la punta de mi lengua y el gran enojo que sentí de un chasquido, y así volver a la realidad de un parpadeo

—Eres un idiota Cristopher...—al bajarse la manga de la camisa y acodarse su saco para después beber de su trago

Mi corazón palpita demaciado rápido, sentía que podía morir de un paro cardíaco al ponerme nervioso por aquel golpe. Sintiendome como un niño miedoso

Me levante con cuidado sosteniendome del piso. Con cuidado limpie mi labio inferior para haci después voltear a ver mi padre, estaba enfadado

—De verdad que no hay otra cosa más estúpida que no puedas hacer. Si de verdad quieres pertenecer al negocio tienes que tener un poco de cabeza y madurar de una buena vez ¡Cómo se te ocurrió matar a mi socio!

—Hice lo que tenía que hacer...—dije entre dientes, tratando de no soltar un quejido de dolor en mi, mi cuerpo estaba temblando y me sentía como un niño pequeño al cual había regañado

El maduro suspiro

—No, hiciste lo que no tenías que hacer, de verdad Christopher eres un completo imbécil, una gallina que se mete en líos de a gratis, ese socio era un gran objeto para el puto negocio

—Escucha, el te iba a matar si no hubiera Sido por mi ya estarías muerto

—Y sería lo mejor

Frunció el ceño de tan solo escucharlo y ver lo patético que era. Sin evitar también que aquella palabra fue como una apuñalada hacia el pecho

El mayor se voltio para acomodarse su saco, limpio sus nudillos y se sirvió de su mejor alcohol

—Escucha...no es por lo que hiciste si no que no puedo creer que metas la pata. Sabía que el me iba matar en cualquier momento pero si tenía una arma en ese momento hubiera vivido otro año. Lo único que quiero esque no tengas enemigos tan rápido, apenas tienes 19 años  y no quiero que mueras a temprana edad

Suspiré

—Esos idiotas no podrán conmigo y lo sabes...—al sentir el tacto de mi padre sobre mi mejilla nuevamente. Mi piel ardio quejándose del dolor nuevamente

—Lo se, por qué eres un maldito Bang

[...]

En temporada de octubre todas las noches eran frías y tranquilas en las calles de corea, siempre que  quería estar solo llevaba conmigo una cajetilla de cigarros y audífonos y eso para mí bastaba para ser feliz.

Mientras revisaba mi mochila sin mirarla pude sentir el tacto de algo frío sobre mis dedos mientras buscaba mis audífonos. Al volver a tocarlo y sacarlo de mi mochila ví el arma que me había dado mi padre, era fantástica como lo hacía para matar como su diseño. El apellido Bang en el cartucho

A veces me preguntaba por qué me había tocado ser parte de esta familia donde mataban a gente inocente e mujeres por dinero, desde niño siempre obvutuve lo que quería desde el juguete más costoso hasta llegar a una gran colección de autos deportivos en la cochera. Pero desde los trece años entendí que mi vida era una completa maravilla

Vendida (𝑩𝒂𝒏𝒈 𝑪𝒉𝒂𝒏 𝒚 𝒕𝒖)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora