¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al cabo ya me encontraba en una habitación demasiado lujosa, estaba sentada en el borde de la enorme cama las sábanas era de un color blanco perla que estaban tendidas perfectamente y sin arrugas alguna
La habitación era oscura, con unas lámparas amarillas que estaban en un mueble alado de ellas y una alfombra gris
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La puerta se abrió dejando ver aquel hombre que me había comprado hace unas horas
—¿Dónde estoy? —pregunte asustada, que me temblaba todo mi cuerpo y un nudo en la garganta que casi no podía hablar
—En una casa-dijo obvio lo mayor posible
—D-déjame ir
Soltó una carcajada ante mi comentario
—oh no, linda no gaste más de un millón de dólares para que luego te deje ir — dijo el chico dirigiéndose a una barra frente ala ventana para servirse un trago de whisky—Eres mía, eres mi propiedad—recargado en la barra de espaldas mientras daba un sorbo
—Yo no soy mujer de nadie! —reclame enojada al ver que me traban como un objeto, que tal vez no tenia dignidad y que solo era cosa por solo unos cuantos dolores
—Pues ahora eres mi mujer ,haci que no intentes escapar linda que no te lo recomiendo, no me conoces y no sabes lo que hago, cuando alguien se quieres librar de la suya conmigo
Mire hacia todos lados con unos nervios queme mataban, vi la puerta y pensé que era momento, me levante de la cama corriendo y dirigirme hacia la puerta pero el fue mucho mas rápido que yo
—A dónde vas?! — decía entre dientes mientras me acorraló ala pared quedando a espaldas de el. Me apegaba más a él, haciendo que mis glúteos Rosen con su intimidad desde su pantalón —Mira niña, más vale que cooperes no me gustaría destruiré esa linda carita que tienes
Sus caderas se empezaron a mover de atrás hacia delante en mis glúteos, mientras todavía me sostenía con gran fuerza
