↳ Rᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏs ᴅᴇ ᴠɪᴅᴀ › ☁ .*•° · | Vᴀᴍᴘɪʀᴇ Kɴɪɴɢʜᴛ

─▸ ြ Hoja 2 ꪅ໋̫̫ ̫꣠ ༘̫

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〔Escritos de Dai Cross〕

Durante los nueve meses de gestación, la pareja había escogido los nombres que le darían al bebé: Charlotte si era niña o Ángel si era varón.

Cerca de la fecha del parto, la casa estaba hecha un desastre y llamaron rápidamente a Cecilia, una amiga de la pareja, quien los atendió. Todo fue un proceso largo, pero el bebé nació sano y la doctora ordenó que lo limpiaran y prepararan. Permitió que Kaien ingresara para que permaneciera al lado de su esposa y esperaran juntos a su bebé.

— ¿Estás bien? -Tomaría su mano-

— Si. -Sonríe al ver cómo traían a su bebé- Mira quién está llegando.

— ¿Quién? -Desconcertado mira hacia atrás y se encuentra con la pequeña- ¿Qué es? -Consultó curioso-

— Es una hermosa niña, así que se llamará Dai. -Contestó con orgullo- Te dije que iba a ser una niña y no me escuchaste, ahora mira quién ganó.

— Acepto mi derrota. -Dice con dramatismo, provocando algunas risas entre los presentes y luego, toma a su hija en brazos y el resto abandona la habitación- Hola pequeña, soy tu papá. -Sonríe felizmente y le da un beso en la frente-

— ¡Dámela! Quiero tenerla en mis brazos igual. -Pide sostenerla-

— No, no te la daré. -La observó determinado- Cecilia dijo que debes descansar.

— Me importa un bledo lo que haya dicho, me darás a mi niña. -Sonrió con enojo, algo que asustó a su esposo ya que sabía lo brava que podía ser Lesian-

— ¡Bien! Pero prométeme que descansaras. -Le entrego a la niña-

— Si, si... lo prometo. -Contestó-

Después de pagar la consulta con la doctora, Cecilia les dio algunos consejos que debían seguir y se retiró, no sin antes felicitar a los nuevos padres. Kaien estuvo pendiente de ambas, ya que una debía descansar y la otra necesitaba mucha atención por ser una recién nacida, pero valió la pena pasar esas noches en vela.

[. . .]

Con el paso del tiempo, verían como su pequeña crecería con normalidad y jugaba de a veces con sus muñecos. Un dato interesante de Dai es que le encanta leer libros; y al cumplir sus dos años, sus progenitores notaron como se escabullía y entraba a la biblioteca, dónde permanecía por horas. Para ellos, era un gesto muy lindo, ya que su pequeña solía quedarse dormida entre los libros.

— {Dai es muy inteligente} -Susurró mientras la tomaba en brazos- Me preguntó, ¿A quién de los dos se parece más?

— {La pequeña tiene su propia personalidad, pero físicamente se parece más a ti y creo que ha heredado de mí su gusto por los libros.} -Sonríe ligeramente-

— {Ya veo.} -Lo miró con una sonrisa-

Michiko llevó a su hija al cuarto y lo recostó en su cama, cubriéndolo con las sábanas. Luego se fue a la habitación matrimonial junto a su marido y los dos se pusieron sus respectivos pijamas y se acostaron uno al lado del otro, abrazándose.

— Me preguntó, ¿Cuántos hijos más tendremos? -Sonrió al mencionarlo- Uno de mis sueños es tener una familia bastante grande.

— No te preocupes, tendremos la oportunidad de ser padres de nuevo.

— Eso esperó. -Dejó un corto beso en su frente y cerró sus ojos

Ambos se quedarían abrazados y se adormecerían.

[. . .]

Michiko se preparó junto a su pequeña, ya que tenían que visitar a la doctora para examinar la salud de la menor.

— Mami... ¿Dónde vamos? -Sus ojos brillaban con curiosidad-

— Iremos a ver a Himiko. -Le sonrió- ¿Qué te parece? -Le preguntó-

— ¡Si! -Sonríe contenta-

La oji-rojo toma a su hija en brazos y se despidió de Kaien, quien estaba preparándose para asistir a la academia. Tan pronto salieron, subieron al carruaje y se dirigieron al consultorio de Himiko, mientras Dai estaba entretenida con el cabello de Michiko, quien la miraba con calidez.

Todo parecía ir bien, pero la rueda del vehículo chocó con una piedra y provocó que la carroza se agitara, hasta volcarse. Por reflejos, Michiko protegió a su hija y usó su cuerpo como un escudo. Como consecuencia, sufrió heridas graves que la hicieron agonizar hasta la muerte...

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❪Solo cuando realmente sabe-
mos y entendemos que tenemos
un tiempo limitado en la tierra,
y que no tenemos manera de sa-
ver cuándo se acabará nuestro
tiempo, entonces comenzaremos
a vivir cada día al máximo, como
si fuera el único que tenemos.❫

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Kaien se enteró del accidente y dejó su trabajo, dirigiéndose hacia la escena y percibió cómo auxiliaban a las víctimas, pero lamentablemente no hubo salvación y las noticias devastaron a Cross.
Posteriormente al funeral, el cazador trató de recuperarse y salió adelante como pudo, sobrellevando la situación.

Fin de Flasckback.

— ¡Kaien! -Pasa una mano frente a su rostro, tratando de hacer que reaccione- ¿Estás bien?

— ¡Ah! Si, estoy bien. -Sonríe un poco afligido- Me quedé pensando, lo siento.

— No te preocupes. -Lo ve un poco preocupado-

— Ya debo volver a casa, así que cuídate Isaya-kun. -Mantiene una expresión serena-

— Kaien, cuídate también...

Se despidió y le deseó buena suerte a su amigo, retirándose a su hogar y, aunque apareció, su pequeña de tan solo 4 años lo estaba esperando y lo examinó seriamente.

— Hace rato que estoy aguardando tu regreso. -Exigió una explicación-

— Lo siento, Dai. -Sonrió al verla y la alzó- ¿Cuál es la especialidad de hoy? -Interrogó-

— Gracias a tus indicaciones, logré hacer el postre y necesito que lo pruebes. -Respondió calmada-

— ¡Bien! Pero lo comeremos juntos. -Advirtió-

— ¡Papá! Hay muchos postres, así que podemos comer el que queramos. -Musitó inflando sus mejillas-

— No cambias para nada. -Ríe suavemente y le besó la frente- ¡Probemos el postre!

La niña sirvió un trozo a cada uno y se sentaron en sus respectivos asientos mientras comían el dulce. El señor Cross aún podía sentir la ausencia de su difunta esposa y agradeció que Lottie hubiera sobrevivido, ya que gracias a ella pudo superar poco a poco las circunstancias y seguir adelante.

To be continue...