Hongos morados

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Neiren caminó por las orillas de bosque muerto, buscando más cosas para recolectar

Ya había encontrado algunas moras, avellanas que cayeron de un árbol, ciruelas silvestres y algunas ramitas de orégano

“— Talvez por aquí haiga algo más”

Comenzó a buscar en el suelo, pero realmente dudaba encontrar algo dentro de la zona de árboles muertos

Por alguna razón la Tierra parecía extrañamente corroída, eso definitivamente tenía que ser fatal para la vida silvestre

Pero contra todo pronóstico, increíblemente encontró algo

— Estos son..

Eran setas

Setas moradas y llamativas

“— Tal vez me sirvan para hacer un estofado, la leí en un libro de setas que las moradas son comestibles siempre y cuando no tengan tallo azul o suelten una especie de sustancia lechosa, tampoco tienen un mal olor, así que debería estar bien”

Con ese pensamiento en mente comenzó a recoger con cuidado las setas, eran muchas pero no tenía planeado llevarlas todas, con unas 10 bastaría

— ¡Neiren! ¡Es hora de regresar!

Escuchó a Mychael gritar no muy lejos de donde él estaba

Terminó de acomodar las setas dentro de su canasta junto con todo lo demás que había recolectado y se apresuró a volver con él

— ¡Aquí estoy!

— ¿Te divertiste explorando?

— Si, pude recolectar muchas cosas

— Que bueno

Mychael su canasta llena de madera en la espalda

— ¿Puedo preparar la cena hoy? Ya no saltamos el almuerzo y la comida

— ¿Mn? Está bien

— ¡Bien, entonces daré un estofado con algunas de las cosas que recolecté!

— Muy bien entonces

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Llegando a la cabaña, ambos dejaron canastas, él sobre la barra de la cocina y Mychael cerca de la estufa

— Mychael ¿Podrías ir por un par de huevos? Los necesitaré para el estofado de esta noche

— Enseguida

Mychael tomó un pequeño cesto de mimbre y salió de la cabaña al gallinero

Mientras Neiren tomó un olla de cobre y la rellenó con agua para el estofado

“— Esta debería servir”

Después lavó y dividió en cuatro partes tres papas y dos zanahorias y las metió a la olla

Fue en ese momento que Mychael volvió con tres huevos en el cesto de mimbre

— Aquí tienes

— Muchas gracias Mych

Tomó el cesto que este le pasaba y lo colocó en la barra junto a la canasta

— ¿Necesitas ayuda?

— Por ahora estoy bien

— De acuerdo entonces, estaré en la recámara

— Bien

Mychael salió de la cocina y él continuó con la cena

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