Capitulo Treinta y Dos

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En cualquier momento le podría dar un paro cardíaco, estaba seguro. Su alfa se movía ansioso en su interior pero también asustado. No soportaría que Jimin lo volviera a rechazar, su corazón dolía tanto cada vez que su omega lo miraba como si fuera la peor persona del mundo, y tal vez lo era, pero que Jimin se lo demostrara dolía, y mucho.

Ahora se encontraba fuera de la casa de su omega, sus manos sudaban y temblaban, era probable de que Hyungsik, So-Hee o la señora Park abriera la puerta y lo encontrarán ahí preguntando por Jimin, y siendo sincero ya no le importaba si ellos sabían lo que tenía con Jimin, solo quería recuperar a su omega. Así que, decidido toco el timbre y jugó con sus manos nervioso.

>>Contrólate, Jungkook, ya eres un hombre<< se dijo a sí mismo. No podría ser tan malo ¿cierto?

Sí, puede que además de que nuestro omega nos rechace y nos odie, el señor Park nos puede denunciar por tener algo con su hijo, dijo su alfa rodando los ojos, pero al igual nervioso.

Y su nerviosismo aumentó cuando la puerta fue abierta y mostró a un omega castaño de brillantes ojos azules que lo habían atormentado por un largo y tortuoso mes. Sintió sus piernas temblar al tener a Jimin tan cerca, luciendo tan lindo sin siquiera esforzarse.

Mi hermoso omega.

— ¿Qué haces aquí?— preguntó asombrado de ver al rizado ahí parado como si nada. Su omega brincoteo de un lado a otro al ver a su alfa. Jimin se contuvo de lanzarse a los brazos de Jungkook.

— Vine a hablar contigo, Jimin.

— No puedes, los señores Park podrían llegar en cualquier momento y si te ven aquí...— Jungkook le interrumpió.

— No me importa, solo quiero hablar

Jimin suspiró porque no podía negarse viendo a Jungkook con la suplica en sus ojos y voz, estaba siendo débil de nuevo. Se hizo a un lado dejándo entrar al alfa, quien lo siguió como un cachorro hacia el living.

— ¿Sobre qué quieres hablar?— sabía que fue estúpido preguntar eso, pero Jungkook solo lo miraba embobado y sabia que si lo miraba por mucho tiempo se doblegaria ante él, no tenia el suficiente autocontrol. Además de que no podían correr el riesgo de que los señores Park llegarán o estarían en graves problemas.

— Quiero disculparme, por lo que dije ese día.— empezó observando detenidamente el rostro de Jimin.— Sé que me equivoqué y que fue tan estúpido decirte todo eso, no lo quise hacer, solo... Estaba enojado y hablé sin pensar.

Sintió su corazón encogerse cuando Jimin desvío la mirada en el momento que se cruzó con la verdosa de Jungkook.

— Sé que solo disculparme no es suficiente, te lastimé y jamás me lo perdonaré y tal vez tu tampoco lo hagas y esta bien. Pero no puedo dejarte ir así nada más, no cuando te encargaste de enamorarme, es muy egoísta de mi parte, pero simplemente no estoy bien sin ti, y se que suena loco o muy impulsivo porque iniciamos nuestra relación de una forma extraña, y tal vez no te lo he demostrado lo suficiente pero te quiero, y mucho, no solo me atraes o me gustas, siento una felicidad inexplicable cada vez que te veo o pienso en ti, creo que el azul de tus ojos es el más hermoso que haya visto, que tu sonrisa podría derretirme incluso en el día más frío, que cada vez que escuchó tu voz yo simplemente me siento tan jodidamente hechizado y me encanta ver las arruguitas que se forman a los costados de tus ojos cuando estás feliz y también me gusta en sonrojo en tus mejillas cuando algo te avergüenza.

Tal vez estaba delirando ahora, pero Jungkook jura que vió una pequeña sonrisa que Jimin evitó formar completamente.

— Sé que mi dolor no se compara con el tuyo, y tal vez tu lobo no se sienta como el mío cuando estoy contigo.— su voz sonaba cada vez más apagada y volvía a sentir ese horrible nudo en la garganta.— No tengo justificación para lo que hice y ahora solo estoy hablando estupideces.

Soltó una pequeña risa nerviosa, pero se calló de inmediato cuando escuchó sollozos bajitos que pusieron a su alfa en alerta.

Jimin mantenía la mirada gacha mientras intentaba quitar las lágrimas con la manga de su suéter.

— Lo siento, lo siento tanto, soy un idiota, pero por favor no llores, golpeame si es necesario pero por favor no llores más. — se acercó al omega lentamente y cuando vió que no se alejaba se permitió posar sus manos delicadamente en las mejillas de Jimin.

El castaño lo miró con ojos inundados en lágrimas y el corazón de Jungkook simplemente no estaba soportando ver a su omega en ese estado. Acarició sus húmedas mejillas e intentó borrar las lágrimas con sus pulgares, le dolía tanto verlo llorar.

— No quise lastimarte, mi amor.

— ¿En serio agradeces no haberme marcado?— preguntó con un hilo de voz que torturaba a Jungkook.

— Claro que no. No lo decía en verdad, yo... Dios, nada de lo que dije era en serio. Estaba celoso y enojado.

Jungkook sentía que estaba muriendo al tener a Jimin tan cerca, ver sus hermosos ojos, aunque tristes se notaban, simplemente era una sensación inexplicable.

— Yo también te quiero, Jungkook.— ni siquiera intento disimular su gran sonrisa, miró esos brillantes zafiros acuosos y sintió a su alfa revolotear feliz.—Pero aún no estoy listo para perdonarte.

Jimin se alejó lentamente de su toque y Jungkook dió unos pasos hacia atrás dándole su espacio.

— Está bien, yo... Esperaré lo que necesites, haré lo que sea para que me perdones.

El omega le dió una pequeña sonrisa apenas notoria.

Juró que podía morir en ese momento. Salió de su pequeño transe algo avergonzado por quedarse viendo a Jimin por tanto tiempo.

— Ahora, hm, yo me iré, tengo que volver al trabajo.— Tartamudeó un poco, trataba de disimular su emoción, pero no podía. Había posibilidad de que Jimin lo perdone.

— Bien.— dijo el omega acompañándolo a la entrada. Jungkook se dió la vuelta y lo miró.

— Hm... Nos vemos luego.— Jungkook no esperó más que una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes por parte de Jimin. De hecho fue más que suficiente. Subió a su auto rebosante de felicidad.

Al menos Jimin no le dijo que lo odiaba.

Hay posibilidad de estar con nuestro omega otra vez, no lo arruines, imbécil, dijo su alfa.

Había posibilidad, no era cien por ciento seguro que Jimin le dé otra oportunidad; sin embargo no podía evitar la gran sonrisa que se mostraba en su rostro mientras manejaba hacia la empresa.

Y cuando pensó que su felicidad no podía ser mayor, lo recordó.

Yo también te quiero, Jungkook.

— Me quiere.— sonrió.

Se esforzaría por ser el alfa que Jimin merece.

>♡•°~☆~°<

Cuando Jimin cerró la puerta, corrió a su habitación y se tumbó en la cama, enterrando su rostro en la almohada.

Su omega estaba incontrolable, brincoteaba emocionado y aullando por todo su interior.

Nuestro alfa vino, él nos quiere. repetía una y otra vez su omega.

Mordió su almohada reprimiendo un grito.

Estaba feliz.

No pudo evitarlo, quisiera poder decir que odia a Jungkook por tratarlo tan mal y ser un hijo de perra.

Pero no podía, jamás podría odiarlo.

Estaba seguro de lo que sentía por él.

Por su alfa.

Quiso llorar de inmediato cuando lo vió en su puerta, no sabia si de tanta emoción por verlo o por la tristeza que sentia cuando recordaba ese día; no quiso pensar en eso, solo quería lanzarse a él, que lo abrazara y nunca lo soltara. Pero no, Taehyung le dijo que se hiciera el difícil, y tenía que seguir sus consejos.

Pero ahora no podía contener tanta euforia.

Él nos quiere.

— Jungkook me quiere.— suspiró sintiéndose abrumado al recordar ese aroma que extrañaba tanto.

IT'S ENOUGH TO MAKE A BOY BLUSH

𝐈𝐓'𝐒 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇 𝐓𝐎 𝐌𝐀𝐊𝐄 𝐀 𝐁𝐎𝐘 𝐁𝐋𝐔𝐒𝐇 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora