Capitulo 4

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Llevaba un mes trabajando con Lauren y mi padre. El primer día pareció ser mucho mejor de lo que me esperaba todo el siguiente mes, porque el ambiente laboral estaba lleno de estrés, caras malhumoradas, sonrisas sarcásticas y regaños.

Regaños

Me equivoque dos veces con cosas casi insignificantes y la señora Jauregui me regaño de una forma que pondría a cualquiera a temblar ¿A mi? Bueno a mi no me puso a temblar precisamente.

No sabia que tan enfermo era pero que me gritara más bien encendió mi calentura, porque no podía evitar preguntarme una cosa:

¿Qué pasaría si Lauren desatara toda esa tensión y enojo conmigo ;pero en la cama?

Me disculpé y ella pareció notar cuan afectada estaba pero como es una mierda solo me gruñó "Deja de mirarme así y resuélvelo" acto seguido me señaló la puerta con su dedo.

Maldita bastarda

Ahora era mi día libre. Sábado por la noche y estaba saliendo de una fiesta. No había tomado casi nada, solo porque quería estar cuerda para la noche. Había salido con Zac, un chico de la preparatoria con el que tenía una maravillosa relación amigos-con derechos. Estuvimos coqueteando y lanzándonos sonrisitas todo el rato en el bar hasta que me dijo que nos fuéramos. Estábamos juntos en un callejón con la tensión a nuestro alrededor y las risitas de estúpidos activando nuestros sistemas.

No es divertido cuando sólo bromeas- le dije, mirando sus labios, se aproximó a mí, puso su mano en mi barbilla y me acercó hasta que sus labios casi rozaban los míos. Jadee de anticipación y él sonrió de lado.

-¿Crees que te invite a mi casa solo para bromear? - pregunto, y se acercó más, pero no me beso, me chupo los labios de forma tentadora

-¿Crees que puedes coquetear conmigo y esperar que no haga nada al respecto? -Me empujó hasta que mi espalda pegó contra la pared del callejón

.-Entonces has algo ahora. Me impulsé hacia el frente hasta que sus labios encontraron los míos y en ese momento él pareció perder el control. Empezó a meter sus manos por mis piernas, acariciando mi piel sensible. Sus besos pasaron a mi cuello y mis manos a su espalda

-Muéstrame lo que tienes- gemí, en su oído

⁃ Vamos a casa.

-Dámelo aquí - dije deseosa -por favor... No puedo esperar...

El pareció prenderse muchísimo ante esto. Sus besos pasaron al camino entre mis senos y arqueé la espalda. Empuñe su cabello mientras me besaba y gemía suavecito. Definitivamente lo íbamos a hacer ahí. Estaba llena de adrenalina, de excitación, deseosa y completamente enloquecida. Sus manos intentan jalar mi vestido hacia abajo y cuando estaba a punto de hacerlo levanté la vista. Pará encontrarme con un auto estacionado justo al frente del callejón.

-Shawn, Shawn- lo frene palmeándole la espalda. Ambos vimos el auto y cuando yo al fin enfoqué mi visión vi que era un BMW negro, pero no cualquiera. Era su BMW negro.

Carajo

Una figura alta y oscura emergió del auto y entonces lo supe. Era Lauren.

MIERDA

¡Que mierda haces Camila!- gruñó su voz.

Solté a Shawn como si me hubiera quemado y él se alejó de mí. El muy cobarde se puso detrás de mí cuando vio el enorme cuerpo de Lauren caminar con decisión hacia donde estábamos. Toda la excitación dejó mi cuerpo cuando la vi. Era irónico porque normalmente pasaba todo lo contrario.

La socia de papá CAMREN GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora