Parte 3

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Todavía detrás de las nubes que ocultaron su pasó, el sol comenzo a descender del cielo, mientras que el bosque helado de nieve se encontraba una imponente figura celeste en todo aquel paisaje gris.

Ahí estaba, rebasando los troncos muertos, rivalizando junto a un río cristalino, caminando a traves de la nieve, Cocytus nuevamente dentro del bosque aun desconocido, marchando entre de la nieve acumulada, pareciendo un hombre que caminaba a través de un pastizal, dejando un sendero atrás de su camino, solo que con la diferencia de que no se encontraba solo.

“¡Auhm!... ¡Ay!… ¡ahhh!”

Atrás de él se encontraba la niña que había salvado, y acababa de tomar como una nueva recluta para el Reino Hechicero, la misma que demostró tener el suficiente valor dentro de su diminuto cuerpo, ahora mismo le estaba intentando seguirle el pasó, mientras seguía cayendo en la nieve.

“¡Hm!...¡Ay!...”.-justo cuando la niña cayó de boca sobre un montón de nieve, que el guardián por primera vez se detuvo, y se dio cuenta que estaban rodeados por tanta nieve acumulada, que le llegaba hasta su cintura, levanto la mirada finalmente noto el rastro que dejaba que la niña lo había estado utilizando como un camino.

“(Hm… lo olvide)…¿Necesitas ayuda?”.- pregunto haciendo que la niña despegará la cara del suelo nerviosa.

“¡Ah, l-lo siento, estoy bien!”.- se disculpo inclinando la cabeza, esto fue algo que lo comenzó a confundirlo un poco, el hecho que siempre se disculpara cada que le hablaba, no lo entendía muy bien pero dejando eso de lado…

“Está bien, no te preocupes por eso”.- giro para ver por el sendero del río, había una montaña a lo lejos.

“…debemos encontrar un refugio antes de que anochezca, necesitamos apresurar el paso”.- dijo mientras se acercó a ella y maniobra su cola debajo de ella.

“Si-ah ¡ahhh!”.- Mery se asustó un poco al ser levantada y colocada de panza abajo en el hombro del Guardián, que voltio la mirada hacia ella.

“…Sujétate fuerte”.- ante aquella petición, meri se aferró tan fuerte como pudoa la hombrera y cuello de Cocytus.-“¡¿…Estás lista?!”

“S-si-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!”.-  Y sin esperar, Cocytus salió disparado, corriendo a tal velocidad que iba dejando un rastro blanco detrás de el. La pobre niña grito asustada, rápidamente en llegaron casi al pie de una montaña, por un segundo creyó que ya había acabado.

Luego sintió la gran mano helada de su amigo sobre su espalda.-“Hm… Sujétate bien”

Justo cuando estuviero cerca de chocar de cara con la montaña, Cocytus dio saltó hacía la ladera de la montaña y después varios más, Mery continuo gritando hasta que finalmente llegaron casi a la cima aterrizando en lo que pareció un pequeño terreno firmé.

“Hm… Listo ya puedes bajar”.-bajo a la niña que temblaba aferrada de su hombro, que al tocar el tierra, está se derrumbó en el suelo temblando y jadeando.

“Ahhh… hm… ahhh…hmm… crei que moriri-hm?”.-cuando alzó la vista encontró, Mery no pudo creer que tan alto estaban, ante ella había un bosque inmenso que no tenia fin, dividido por un rio que bajaba de un pequeño lago brillante cerca de esa misma montaña, a su alrededor árboles más altos o separados cubiertos por la nieve refljando el sol que salía de entre las nubes, y frente a sus pies una ladera blanca nevada con unos pocos árboles.

Mery volteo a ver a su maestro quien también estaba contemplando la vista.

“hm… Aquí sería un buen lugar… pero…”.-volteo y camino a un lado del sendero, Mery corrio a su lado, rodearon una esquina y encontraron algo curioso…

Kimetsu no Yaiba El Guerrero y La DescendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora