Parte 4

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El siguiente FanFiction es un remake que busca brindar un mejor calidad ah está historia



Cocytus en kimetsu no yaiba es una idea original de 200deman , así como Overlord y Kimetsu no Yaiba pertenece a sus propios autores, por favor apoyen la distribución oficial.

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Estuvo mal, desde que pudo recordar su madre siempre fue una persona buena, amable, gentil como ningún otro, mas sin embargo con un cuerpo débil, a veces casi caía con sus propios pies, esforzándose en levantar una olla con agua, y tapando las manchas negras en su piel debajo de su yukata, era normal para cuando llego a tener conciencia de su alrededor Mery hiciera todo lo que podía para ayudarla, desde que tuvo memoria solo quiso cuidar la vida de su madre.

Fue por eso que, aun cuando su cabeza no lograba entenderé el porque, ella no pudo dormir.

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El sol salió sin embargo no hubo una sola luz que pasará a través de las nubes que cubrían el cielo igual que una cortina, Mery sintiendo el sol que la encandilaba y el frío clima de que la cubrían.

Apartó de encima tanto como pudo del rollo de piel peluda para poder sentar con sus pequeñas piernas cruzada, pero no apartó la piel, mientras pensaba en que había soñado sus recuerdos comenzaron aparecer en su cabeza, huir por su vida, caer a su muerte, pero lo que más la derrumbaba era el recuerdo al final de todo…

“Humana…”

Mery levanto rápido la cabeza asustada, y vio a su maestro

“No dormiste en toda la noche… ¿qué ocurre?”

Mery quedo parada mirando el suelo intento saber que responder solo hasta que junto suficiente valor para girar dijo.

“Y-yo…”. - Solo permaneció ahí sin decir ninguna palabra.

Cocytus solo espero una respuesta por parte de la niña, pero en el momento que desespero y quizo gritar miró las lágrimas que salían del la pobre niña que temblaba.

“Lo mate…. Le quite l-la…”.- se tapó la cara tratando de aliviar la vergüenza de su repuesta y espero otro grito.

Sin embargo, su maestro solo permaneció ahí parado viéndola sin hacer un ruido. Asi fue como pasaron los minutos, el rosar del viento fue lo único que provocó un ruido blanco que al que los acompañó.

“…Fue un animal que intento matarte, después de que le mostraste misericordia, no tienes la culpa de nada”. – su voz sonó sin ninguna duda.

“P-pero aun asi-”

“¡Deja de ser tan blanda!”. – Cocytus encajo la jabalina el suelo con un golpe atronador.


“¡¿Por qué insistes en evitar realizar tal acto!?”. – con el grito  un vapor helado salió de entre la mandíbula a toda prisa.


Aún a pesar de no tener nada que la atara, Mery permaneció temblando en sus rodillas mira al suelo incapaz de ver hacia arriba por el miedo

“¡No necesito a alguien con una mentalidad débil que incapaz de responder! ¡HABLA!”

“¡P-por que es Horrible! ”

El viento se detuvo, con el grito todo objeto menos las brasas de la fogata dejaron de pronunciar ruido alguno, no hubo respuesta por parte del insectoide gigante mas se hirguio ligeramente hacia atrás.

Pasando los segundos una lagrima cayó en el suelo debajo de la niña, luego otra y otra hasta que pronto se convirtió una pequeña lluvia de lágrimas.

“C-cuando lo ma-ma… me sentí horrible… sentí que no merecía nada… que yo fui lo peor que… puede vivir… ¿Por qué debo saber? ¿Por qué debo hacer algo tan horrible…?”

El Guardián permaneció mirándola, llorando en el suelo, ahora mismo solo parecía… solo una niña indefensa, sufriendo por estar perdida una ignorancia que no comprendía rogando por una respuesta.

El pensó, ella solo era una niña perdida no sabía nada y el le reclamó por una guía qué ella no tenía pero que él…

Con una suave presión, Mery sintió como dos grandes dedos helados estaban en su hombro y levantó la mirada y vio el rostro de su maestro…

“… yo tampoco disfruto de matar”

“…ah”.- un pequeño e inocente aliento de confusión .

“…no importa si es hombre o animal, salvaje o civilizado, nadie disfruta de hacerlo, por que aquellos que lo saben que están en el medio… un lugar donde el mundo todavía es más cruel, donde todos son iguales y nadie está a salvo… donde todos tienen su vida en riesgo siempre… y es en dónde la valentía de un guerrero nace en verdad… pocos son los que descienden voluntariamente y son aún menos son consientes de ello”. – continuo mirando el pedazo de horizonte que asomaba por la entrada.

“Cuando te puse a prueba en aquel entonces, te puse a prueba porque un verdadero guerrero es aquel que desciende aceptando el hecho de que puede ser asesinado por los demás, porque si un guerrero quiere ser más fuerte debe saber matar, no por placer, sino por reflejo… uno no puede permitir que esto lo frene cuando otros intentan quitarte tu vida ”. – para éste punto ella pudo escuchar cada nota de cada palabra se estaba llenando con no orgullo sino una comprensión digna

“…No puedes solo llorar sin hacer nada”

Con su culpa convirtiéndose, la niña bajo la cabeza más mas arriba con lágrimas en sus ojos.

El insectoide celeste se levantó de su lugar solo para dar un paso más cerca de la niña y arrodillarse en una rodilla.

“…y tu decidiste seguirme… porque?”

Con aquellas palabras Mery miro al suelo tratando de recordar su mente que fue lo que paso por su mente… pero la respuesta solo vino de su corazón.

“Y-yo quiero ser fuerte… p-para que detener a los que dañan a los débiles,…”. – El volumen de su voz aumento “… porque quiero poder hacer algo…”

Y finalmente la niña con la fe que recibió, se puso de pie de nuevo

“¡Quiero ser fuerte para que lo que lo que le paso a madre no tenga que suceder otra vez y prometo por su vida que no me rendiré!”. – unos pequeños jadeos salieron de su respiración mucho más fuerte, apenas se dio cuenta que le acababa de gritar su maestro y cuando estuvo a punto de poner su frente contra el suelo para rogar disculpas su maestro contestó.

“…Hm… Bien dicho”

La alegría ligera pero hermosa ya no fue opacada cuando una gran sonrisa salió de su corazón para tomar lugar en su rostro. Hasta que un gruñido salió de su estómago, tan pronto ocurrió la niña abrazo su estómago, la vergüenza volvió enrojeciendo su rostro ñ.

“Esta bien, ahora necesitas comer…”.-Cocytus levanto su mano y de la nada saco un plato de comida.

Mery levanto sus manos para recibirlo y cuando lo vio…

“… Una vez que termines vuelve a tu entrenamiento y por la tarde junta recursos”

“¡Ha-Hai!”.- pronuncio fuerte y claro mientras regresaba a ver la comida.

Era un pescado y unas morras iguales a las del día de ayer.


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Tan pronto como terminó de comer fue enviada de nuevo a dar la vuelta, el golem la persiguió , y cuando ya no pudo seguir, su maestro curo sus heridas.

Los meses pasaron desde que Mery comenzó su entrenamiento, desde entonces cada día pasó siendo perseguida y golpeada por su compañero, fue horrible.

El golem nunca paro de perseguirla,  detrás de ella para mantenerla corriendo o atacándola desde atrás, cuando no podía encontrar un camino y la acorralaba para golpearla, arrollarla o inclusive aplastarla hasta que encontrara una manera de escapar, nunca la dejó descansar y cada vez que lo intento lo pagó caro, una vez escaló un árbol para poder descansar, pero eso solo termino con el golem tumbando el árbol mientras aun estaba arriba de el, provocando que una familia de ardillas que vivía en el árbol la atacara también.

Ah sí, lo que empeoró todo aun más no fue solo el bosque, que a primera vista podía parecer muy hermoso pero al intentar atravesarlo fue que entendió el problema, mientras mas se adentro en el, mas aumentaron los lodos resbalosos, los árboles encimados, ramas con espinas, y muchos más obstáculos peligrosos, el otro verdadero problema fueron los animales, tejones, ardillas, y peor aún fue una cabra y un jabalí que la atacaron.

Así continuo, pero poco a poco fue aprendiendo, cada golpe que daba el golem ella lo esquivo, donde antes quedó atrapada ella aprendió a escapar, poco a poco pudo entender  como correr, trepar, escalar, esquivar a través de toda la montaña 

Poco a poco cuerpo se fortaleció, pudo entender dónde encontrar comida, se aventuró por varias partes de la montaña, ya no podía contar cuantas veces había rodeado la montaña.

Pensó satisfecha mientras comía en la cueva mientras su maestro permaneció sentado viendo el cielo a través de la entrada, mientras acababa de comer su comida.

“Termine de comer, comenzare con mi en entrenamiento”. – se levantó con una expresión alegre.

“No, ya no es necesario…”.- Cocytus se levantó frente a la niña y de su inventario sacó una espada claymore pequeña sin ningúna runa o encantamiento.

“Ahora comenzara tu verdadero entrenamiento”

“¡eh! ¡Ahora! pensé que ya lo estaba haciendo… ”. – su maestro dejó el arma en el suelo.

“…recógela”

“S-si”. – tomó el arma con ambas manos abrazándola.

El guardián se arrodilló en una rodilla y la miro de frente.

“Soy el General del Reino Hechicero, mi trabajo es entrenar a los guerreros que buscan unirse a su ejército, de donde vengo muchos se hacen llamar maestros, sin embargo sus estándares son todos mediocres, por eso para convertirte en un guerrero tendrás que sobrevivir a todo lo que te envié, ¡y al final seré yo quien decida si estarás lista!”

“¡M-mery no lo decepcionara!”.-Grito con animo.

“Hm… ahora volverás a dar la vuelta a la montaña pero ya no será tan fácil, eh colocado varias trampas por todo el camino que deberás poder pasar…”. – Dijo antes de hacerse a un lado y señalar la entrada con su alabarda.

“¡Ahora, COMIENZA!”

Sin nada más que decir, Mery salió corriendo y comenzó a descender por la montaña nevada cargando la espada, pero al hacerlo noto que todo era diferente a la última vez que pasó, to estaba despejando, los pocos árboles que habían antes solo quedaban dos.

No pudo pensar en nada más cuando un silbido en aire le alertó a su derecha, Mery tropezó a propósito para caer al suelo esquivando, y al ver atrás pudo ver tres estacas de hielo clavadas en el árbol que acababa de pasar.

“(E-esto es serio… ¡Debo estar alerta! )”.- pensó nerviosa antes de seguir avanzando, bajo por el claro manteniendo una gran concentración a alrededor, ahora todo lo que le quedaba por hacer era rodear la montaña.

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Fue más difícil moverse, había trampas por doquier, tuvo que moverse con cuidado y prestar mucha atención a su entorno para tratar de evitar los obstáculos, paso y activo un sin número de trampas que pudo esquivar o evitar a duras penas.

Estacas de hielo que se salían de la nada, muros de hielo bloquearon varios caminos que ella había pasado, hubo lugares donde encontró unos pobres animales que cayeron en alguna trampa, aplastados o empalados, pero hasta ahora logro evitarlas sin recibir una herida grave.

Después de haber sido perseguida por esa bola de nieve por tanto tiempo pudo aprender a esquivar sus golpes, mejorando sus reflejos, eso agregando su cuerpo que había aprendido a moverse por la montaña sin cansarse tanto, todo eso ahora le estaba sirviendo para poder sobrevivir.

Mientras saltaba a una roca, se tomó un momento para pensar como iba todo ya había logrado pasar por la primera parte de la montaña, ahora solo tenía que pasar el bosque frondoso, pero al asomar la cabeza por la sima de la errática, encontró una vista diferente…

La nieve, los arbustos, las varias piedras ya no estaban, todo lo que había era un bosque de árboles con todo con su suelo alrededor “limpio” sin siquiera una hoja.

“Hay algo ahí…”. – fue su única conclusión antes de saltar de la roca al suelo, cayendo en cuclillas, miró su alrededor, y pudo notar que algo que también faltaba era los animales.

No había ni un alma cerca, ni siquiera un pájaro o un insecto, todo era demasiado silencioso.

Comenzó a correr vigilando su alrededor esperando que una trampa saliera, algo andaba mal, podía jurar que sentía como si alguien la estuviera mirando.

Eso fue hasta que de un momento a otro, sintió un gran dolor en su estómago, un gran golpe que la había mandado a estrellarse con un árbol.

“¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!!! ”. - Sujeto su estómago, buscando una ilusión de alivio y viendo como una mancha de sangre creció, grito tan alto como pudo, mientras que escuchó las fuertes pisadas de algo acercándose, estaba asustada, miraba a todas partes buscando de donde venía, eso hasta que lo logro ver.

Mery estaba asustada, su cuerpo estaba se quedó quieto por lo que venía hacia ella, de entre los árboles vio un monstruo jorobado, no se parecía a la bola de nieve que la estuvo persiguiendo antes, su cuerpo hecho nieve pero rodeado de raíces grises y grandes trozos deformes de hielo negro saliendo de su espalda, sus brazos eran tan grandes y largos que llegaban al suelo, en su gran cabeza había dos destellos rojos que parecían ojos sobre una gran mandíbula.

Tenia que escapar de el, se apoyo en su mano tembloso usando todas sus fuerzas levantó su cuerpo y empezó a correr tan rápido como pudo, al primer paso sintió como si varios clavos se retorcían su panza.

Tan solo en el segundo paso, el monstruo dio un salto repentino, aun con su gran volumen se desplazó demasiado rápido, con poco movimiento pero una gracia media alzó el gran brazo por encima y maniobro su cuerpo hacia en frente preparando un golpe.

El miedo superó el dolor y usando cada dedo, hueso y músculo Mery salto a al frente apenas medio segundo del golpe atronador solo pudo pensar en algo.


“(¡Corre! ¡Corre ahora y pienses nada más!) “

Sin ningún momento para respirar ella corrió hacia los árboles,  mientras atrás escucho el ruido de rocas rompiendose detrás, hasta que su sentir una sensación en su nuca su puro instinto le hizo caso y agachó la cabeza hasta sus rodillas, y llegar a escuchar el ruido de un gran trozo de madera explotando junto con una gran parte del suelo que levanto polvo.

En un segundo de agradecimiento a nadie Mery corrió por el polvo tuvo para esconderse detrás de un árbol, si antes pensó saber por donde había entrado al bosque ahora no sabía ni siquiera donde estaba la montaña.

Miró a su izquierda por el borde y se inclino buscando al monstruo pero lo que vio fue más allá en el suelo la espada que le habían dado pero…

Un frío recuerdo llego a la Mery mientras su corazón retumbo como un tambor ensordeciendo sus oídos.

Vio los pies de su maestro frente a ella, mientras ella lloraba el la oriento

Vio su armadura a la que se aferraba con sus brazos, mientras ella lloraba el la ayudó.

Y al final vio el suelo lleno de la sangre de su madre y de nuevo mientras ella solo fue grosera con su salvador.

(“…No puedes solo llorar tienes que hacer algo”)

Esas palabras no eran amables, ni siquiera comprensivas…  pero le habían dicho a Mery justo lo que necesitaba oír, le habían recordado que ya nada en el mundo le importaba si lloraba, que si alguien le importa era solo ella misma.

“Que estúpida e sido…”

Si alguien hubiera visto los ojos de Mery no hubiera encontrado los ojos de una niña, eran los ojos malditos de un de una dragón, con golpe firme al suelo ella se levantó ignorando el dolor con furia, una furia ardiente dirigida a si misma, camino hacia la Katana que le habían dado su maestro, con una mano en su panza, se agachó y uso la otra para levantarla del suelo y giro hacia atrás de ella.

Allí estaba completamente quieto, incluso pareciendo una estatua… ¿de donde sabia eso?.

Ni importaba, despegando su mano de su herida, con la palma antebrazo pintada de rojo, sujeto la espada con ambas manos y con fuerza, no fue hasta que separo sus pies levantando su arma qué los ojos se del golem se volvieron a iluminar y aliento gelido salió de el.

Con una mirada férrea y los dientes apretados ella grito. –

“¡Yo no moriré! ¡Yo seré fuerte y no dejaré que los débiles mueran!”

Sin más, corrió hacia el frente y se enfrentó al ser que tenia en frente.

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⏰ Última actualización: Sep 01 ⏰

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