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-Mientras la bala se ingresaba en su interior con un baile doloroso y veloz, la triste brisa de la noche acaricio sus mejillas cálidamente, realmente al caer al césped Mits no supo si fue por el simple hecho de que su mortalidad desaparecía o el d...

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-Mientras la bala se ingresaba en su interior con un baile doloroso y veloz, la triste brisa de la noche acaricio sus mejillas cálidamente, realmente al caer al césped Mits no supo si fue por el simple hecho de que su mortalidad desaparecía o el deseo impuro de ser amado por el hombre que se alejaba frente a el, pero el toque del viento se convirtió en la caricia que marco su alma y se convertiría en su indispensable compañero, fue entonces, que, rodeado por la cruel soledad y abrazado por el corazón roto, miro a su amado voltear a su dirección nuevamente, quizás Jin giro debido al sonido feroz del disparo o la evidente señal de que su vida se acababa en uno de los momentos más inmunes, pero Mits sintió que viviría mil años cuando el, tan bello y dulce como siempre, tan brillante como la luna sobre el mar, enmedio de la elección de seguir su camino o regresar, puso sus ojos sobre los suyos y...

-¡¿Qué?!

Grito uno de mis chicos del fondo, levantándose de su sitio con el teléfono en la mano como su hubiera leído algo que le dejo impactado, los alumnos miraron a ambos furiosos, jalando de sus hojas desesperados por saber el final de la historia, Gunwook, un poco indignado por eso desvío la mirada de su proyecto final y lo miro a los ojos, fue entonces que noto que todos sus compañeros de clase estaban intrigados por la historia, desvío la mirada a su profesor y noto que al igual que sus compañeros este se encontraba sentando en su escritorio, escuchándolo conmovido por el desenlace que le dio a la idea que elogió su madre una madrugada cuando Gunwook rompió una pintura por el estrés que lo estaba matando.

Ahora el estrés que sufrió por ese proyecto -que en realidad era una historia, como le gustaba llamarlo- por fin era recompensado por el encanto de su corto público, había escrito tan solo treinta páginas por petición de su docente pero esa historia tan corta y simple había logrado llamar la atención de todos, su maestro de literatura y sus compañeros estaban mirandolo fijamente esperando desesperadamente el glorioso final del trabajo en el qué Wook puso días y noches de esfuerzo, alguno que otro le gritaba al chico del fondo que se callara y los dejara escuchar, el chico respondía tratando de justificarse con cosas absurdas que el chico escuchaba atentamente.

-¡Dios JunSe!, -reclamo Claris, una compañera Africana con la que Gunwook se hablaba bien- ¡Solo cállate y deja que escuchemos el trabajo de Gunwook!.

JunSe jadeo indignado.

-¡¡No es mi culpa!!, ¡¡Dile a Gunwook que es muy lento y todos ustedes quieren saber el final!!, ¡¡a mi no me importa eso lo único que quiero saber es que noticia publicara mi madre!!, ¡¡Es su culpa, no mía!!, además, ¡¡No es como si su historia fuera tan buena!!.

Bien, esas palabras fueron como una bala entre las entrañas para Gunwook, ¿No era tan buena?, entre esas simples y rápidas palabras ese chico había infravalorado cruelmente el trabajo que le costó tanto tiempo y dedicación, el único futuro que veía para si mismo eran las letras, viviendo junto a historias creadas por el mismo y gente que apreciaba su trabajo, Gunwook no buscaba como tal admiradores o fieles fans de sus historias, con tan solo ver sus miradas encantadas era suficiente para ser feliz, además, no importaba si no les gustaba a unos, si ignoraban su relato o se aburrían, eso era lo de menos el mundo era así, pero que menospreciaran de tal forma su esfuerzo...

El Atractivo y Pasivo Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora