En Todas Mis Vidas

5. Feliz cumpleaños

"Desde el primer momento en el que estuve en este mundo, fui dotado de presentes y bendiciones....

apesar de las joyas y esculturas, sentia que algo me faltaba...

no fue hasta que un día cruzaste los umbrales del palacio y te miré por primera vez ...

lo supe en ese momento, no necesitaba oro, no necesitaba esculturas, no necesitaba elogios, solo necesitaba mirarte....

a ti... mi gran amor...

mi mejor regalo ..."

Los gritos desgarradores, mujeres y niños corriendo por doquier en busca de la salvación, el fuego y sangre esparcidos en lo que alguna vez fue un hogar, las armas en el suelo y agunas estancadas alrededor de los cadáveres, los cuerpos de soldados en batalla regados por doquier, aun podía escuchar sus suplicas.

-¡Dioses del Olimpo!- Escucho el rizado detrás suyo y miro a un hombre bastante maduro con mitad de su cara ensangrentada, Fred se acerco y tomo su mano notando lo débil del agarre del hombre -No nos abandonen...- eso ultimo había sonado mas como una suplica, un susurro de rendición.

Ante sus ojos, el guerrero termino por caer a su muerte, no pudo evitar llorar, pero... ¿Por qué?

Inconscientemente soltó un grito de ira, sentía el dolor de haber perdido a ese compañero, como si lo conociera.

Nuevamente no poseía el control de su cuerpo, solo sintió como se levanto y embarro la sangre de su compañero en su pecho cerca del corazón.

Tomo su espada y corrió hacia unos sujetos con armaduras tan brillantes como la plata, se podía distinguir aquello aún con la sangre cubriendo sus trajes.

La ira que corría por su sistema provoco el degollamiento de múltiples cabezas, Freddy solo podía mirarse a si mismo horrorizado.

-Dentente- Susurro desde su interior -¡PORFAVOR PARA!- Sollozo caundo la sangre salpico su rostro -¡¿Por qué LO HACES?!-

Solo podía mirar su armadura negra ahora teñida de rojo, desde sus nudillos hasta sus hombros, quería vomitar, pero como había dicho anteriormente, no podía controlar aquel cuerpo.

-¡PARAAA!- Se sento en  su cama rápidamente.

Estaba con la respiración agitada y empapado de sudor, buscaba enfocar sus ojos en algún punto que le dieran tranquilidad, como le había recomendado Mary, pero era inútil, no podía estar tranquilo.

-¿Freddy?- Se escucho la voz adormilada del mayor, que al momento de sentir el movimiento de la cama, se levantó a inspeccionar a su amigo.

Freddy solo miró aún con el rostro horrorizado, Batson se asustó en el momento, aún con la luz de la noche se podía reflejar lo pálido que se encontraba el pecoso en ese momento.

-Hey, tranquilo- Dijo mientras bajaba de la cama y se metía en la suya -Solo fue un mal sueño-

Freeman no podía con su propio miedo, así que se abalanzó a los brazos del oji-verde, este solo pudo aceptar su abrazo y besar su cabeza mientras este solo recuperaba el sueño.

-Billy...- Susurro el pecoso.

-¿Si?-

-Gracias-

Billy solo sonrió y besó nuevamente su cabeza.

-¿Quieres hablar de lo...?- Freddy negó rápidamente -Okey- Respondio sin insistir.

El tiempo y los años pasarían, pero Billy conocía a Freddy mejor que nadie, talvez con el tiempo lo platicarian, pero ahora solo lo necesitaba a él y solo a él.