Capítulo 17

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En Amegakure, un mes después de la boda de Naruto y Hinata, Kaguya y Konan decidieron relajarse juntas en la sauna.

"Me alegra estar de vuelta en Amegakure. Fue una buena experiencia estar un tiempo en Konohagakure, pero no hay mejor lugar que estar en tu propia casa." Konan murmuró, estirándose. Su cuerpo tapado por una toalla.

"Si sigues estirándote así, me vas a tentar." le dije, observando la gota de sudor cayendo por su frente hasta su muslo. Ella estaba sudando por los vapores de la sauna.

"Creo que moriría asfixiada si lo hiciéramos en la sauna." ella contestó divertida.

"Bueno, a parte de un pequeño aumento en la temperatura, no siento mucho aquí dentro. Si quiero darme un baño caliente necesito sumergirme en mi dimensión volcánica para sentir algo." dije, celosa. Mi cuerpo se había echo extremadamente fuerte y resistente.

"Cuando quieras cambiamos." Konan dijo en broma.

Las dos nos reímos durante unos segundos por eso antes de cambiar de tema. "Creo que es hora de que visite a Orochimaru. Debería haber terminado con el encargo que le hice la última vez." 

"Le has dado más tiempo del acordado." ella dijo, ahora en un tono más serio, recordando que le di un tiempo límite en nuestra última reunión.

"He estado ocupada. Los niños deberían estar preparados para ser trasladados aquí, a Amegakure." 

"Has echo mucho por Amegakure, nunca podré agradecerte lo suficiente." Konan dijo, acercándose lentamente hacia ella y besándola.

"Conozco una forma..." arrastré mis palabras al decirlo.

Konan y ella sonrieron antes de salir de la sauna. Las dos se dirigieron a su habitación rápidamente. 

...

El laboratorio de Orochimaru seguía tan siniestro como siempre. Aunque Orochimaru había echo algunos cambios menores desde su última visita.

Al entrar, una serie de pasillos estrechos y oscuros que conducen a diversas salas le dieron la bienvenida.

Las salas están llenas de experimentos científicos, equipo médico avanzado y tecnología ninja. Orochimaru utiliza el laboratorio para llevar a cabo investigaciones ilegales y experimentos genéticos. Desgraciadamente, desde que enviaron a Yamato a vigilarlo, no había trabajado tanto como quisiera.

Todavía parecía soñar con la inmortalidad, aunque se había tomado un descanso, o tal vez eso es lo que hacía ver a los demás.

Asomándose a una sala, la cerró inmediatamente, sintiéndose asqueada por lo que vio detrás de la puerta. Cientos de cámaras donde Orochimaru guarda sus cuerpos de repuesto. 

Orochimaru había desarrollado una técnica de transferencia de cuerpo que le permite prolongar su vida. Parece que ahora usaba clones para aumentar su esperanza de vida, y no los cuerpos de otros Shinobi con más talento que el suyo.

Era un buen cambio en el camino correcto. Se pregunta cuanto durará ese cambio.

Sintió, detrás de la misma puerta que había cerrado, una forma de vida líquida arrastrándose sigilosamente por debajo de la puerta, tratando de tomarla desprevenida.

Dejó de ocultar su Chakra y lo expulsó hacia fuera, dirigiendo su intención de matar hacia el pasillo, logrando que todo el laboratorio temblara. 

La forma de vida líquida, Suigetsu, volvió a su forma física y saltó lejos de Kaguya cuando se dio cuenta de que no era su oponente. Cuando parecía que estaba a punto de atacarla con su espada, Kubikiribōchō, la dejó clavada en el suelo y se postró ante ella, temblando.

"Por favor, no me mates. Soy una simple hormiga que merece ser ignorada por su grandeza." él dijo, tratando de librarse del lío en el que se había metido.

Orochimaru apareció rápidamente cuando sintió su firma de Chakra en el laboratorio. Suigetsu corrió hacia él y se escondió en su espalda, sonriendo a escondidas, sabiendo que ahora estaba a salvo.

"Oh. Kaguya-sama, es una sorpresa verla aquí." Orochimaru dijo con los brazos abiertos y una sonrisa que la molestó.

"Ya sabes por que estoy aquí, no me hagas perder el tiempo." contesté. No estaba de humor para jugar a sus juegos inútiles.

Quería terminar con esto y volver a casa con Konan. Delta también le había pedido que la visitara para jugar un videojuego, al parecer se había aficionado a ellos.

Su día estaba muy ajetreado hoy.

"Por supuesto. Sígame por aquí." él contestó, guiándola. 

Fulminó con la mirada a Suigetsu antes de caminar detrás de Orochimaru. Suigetsu tomó esto como su oportunidad y se marchó corriendo.

Al llegar a la sala donde se suponía que se encontraban los niños, los vio en un estado de inconsciencia simulado, sobre unas camillas metálicas. Algunos tubos se conectaban a sus cuerpos, otorgándole los nutrientes necesarios para su supervivencia.

Decidió no opinar nada al respecto y lo miró con el ceño fruncido. "Prepáralos. Traeré a mi gente para llevárselos."

Con eso dicho, abrí un portal del que salió Delta, acompañada por dos Jōnin de Elite de Amegakure y seis Chūnin, posiblemente sus equipos. No lo sabía con certeza, Konan los había preparado para ella.

Orochimaru miró durante algunos segundos a Delta antes de apartar la mirada y comenzar a despertar a los niños. Le había sorprendido el Rinnegan en su frente, idéntico al de Kaguya.

Me sorprendí cuando, uno de los muchos niños, una niña bajita de alrededor de dos o tres años, poseía Rinnegan en su ojo izquierdo. Eso era lo que estaba buscando. Estos niños se convertirán en el futuro de Amegakure.

"Ella viene conmigo." dije, parando a uno de los Chūnin que tomaron de la mano a la pequeña.

La niña caminó hacia ella y la miró fijamente, mostrándole su manita para que la agarrara. Ya se había sumergido en la mente y recuerdos de Orochimaru para tratar de descubrir si les había echo algo a estos niños, afortunadamente, nada de lo que pensaba ocurrió.

La pequeña niña posee una sorprendente belleza infantil. Su cabello blanco como la nieve cae en suaves ondas hasta sus hombros. Sus ojos, grandes y expresivos, revelan una dualidad fascinante: en su ojo izquierdo, el Rinnegan, con sus múltiples círculos concéntricos de color purpura. Por otro lado, su ojo derecho muestra el Sharingan, con un solo tomoe girando alrededor de su pupila. Su Sharingan de repente desapareció, mostrando su iris de color negro, como cualquier otro Uchiha.

Su rostro resplandece con una inocencia encantadora. Sus mejillas son regordetas, llenas de grasa infantil, con una nariz respingada. Su sonrisa, contagiosa y llena de alegría, revela dos pequeños dientecitos que asoman, añadiendo un toque juguetón a su rostro.

Ella también viste un vestido infantil colorido y cómodo. Orochimaru parecía haberles proporcionado todo lo que necesitaban hasta que ella viniera a recogerlos.

Le devolví la sonrisa y tomé su pequeña mano, aunque ella se soltó y me agarró del meñique, haciéndome reír por su acción.

Cuando todos habían vuelto a Amegakure menos ellas dos, hice desaparecer mi sonrisa y miré a Orochimaru, tomando un pequeño frasco del fondo de mi bolsillo.

"Estamos en paz." le dije, lanzándoselo. Luego tomé en brazos a la pequeña y las dos nos sumergimos en el portal.

Orochimaru se puso de inmediato a investigar el ADN Ōtsutsuki, sorprendiéndose rápidamente cuando no notó cambios al del ADN humano. Orochimaru estrelló el frasco contra la pared cuando se dio cuenta de que lo habían engañado.

¿Realmente pensó que Kaguya cumpliría su parte del trato? No con alguien como él.

El mismo refrán lo dice "No hagas tratos con el diablo". Y actualmente, en este mundo, la única existencia parecida al diablo, era Kaguya. 

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Hasta aquí.

Reencarné como Kaguya ŌtsutsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora