Ya sé que llegué re tarde y que el cumpleaños de Hanma fue hace mil años, pero la escuela me mantiene ocupado.
Adjunto separador de mi niño:
Hanma se encontraba en el balcón de la oficina de su jefe después de haber salido brevemente a fumar. Esto se debía a que Kisaki había expresado su repudio hacia el humo del cigarrillo al verlo sacar uno de su bolsillo.Mientras contemplaba el paisaje, que estaba un poco oscuro debido a la hora, El zombie apreciaba la vista y reflexionaba sobre lo único que podía observar desde allí. Intentó mirar más allá del cristal de la gran puerta, pero una cortina lo obstruía. Con cierta molestia, volvió la atención hacia el frente y dejó escapar una bocanada de humo.
Aunque era su cumpleaños, el bicolor creía que nadie lo sabía y decidió mantenerlo en secreto. De repente, el ruido de la puerta corrediza golpeando la pared interrumpió sus pensamientos, seguido de una maldición pronunciada por Kisaki. Antes de girarse, Shuji decidió apagar el cigarrillo y dejarlo en un cenicero que tenía a su lado.
Cuando por fin se giró, se encontró con la presencia del de gafas de pie cerca de él, sosteniendo un pequeño pastel en sus manos. Aunque intentó contener la alegría que asomaba, no pudo evitar llevar una mano a su boca para ocultar la sonrisa que amenazaba con escapar. Dirigió su mirada hacia el pastel de tonalidad negra y letras amarillas que ponía "Feliz cumpleaños, Shuji", permitiendo finalmente que el más bajito apreciara la amplia sonrisa que adornaba su rostro.
Avanzando con calma, logró acortar la escasa distancia restante hasta que finalmente lo envolvió en un abrazo, asegurándose de no dañar el pastel en el proceso. En ese momento, no pudo contener algunas lágrimas que brotaron, debido a que era la primera vez que alguien demostraba tanto cariño en su cumpleaños, algo que valoraba enormemente. Al separarse, notó cómo Kisaki apartaba la tarta a un lado y se acercaba nuevamente, pero esta vez de manera mucho más cercana que antes.
Se sorprendió bastante cuando su jefe se acercó a besar sus labios sin previo aviso. Sin tiempo para reaccionar, sus manos instintivamente rodearon su cintura. El beso continuó hasta que tuvieron que separarse por falta de aire, a pesar de su deseo de continuar. Pasaron aproximadamente un minuto en silencio antes de que ambos recuperaran la respiración, hasta que, esta vez, Hanma decidió tomar la iniciativa y se lanzó a devorar sus labios con deseo.
Después de separarse, trataron de regularizar su respiración para salir del balcón, ya que la puerta de la oficina se había abierto sin aviso. Una vez que lograron recuperar el aliento, el de lentes volteó hacia el y pronunció un par de palabras que hasta ahora nadie había mencionado.
— Feliz cumpleaños, Shuji. — Fue lo que dijo antes de empezar a caminar hacia la puerta que separaba la oficina del balcón. —
No obstante, él se detuvo un momento para esperarlo, y cuando finalmente se acercó a él, Tetta le dio un pequeño beso en la mejilla. Aquel gesto inesperado lo dejó parado en el mismo lugar, con una tonta sonrisa dibujada en sus labios y una sensación de alegría que se expandía por todo su ser.
VIVAN LOS NOVIOS.