Un rayo de luz (Apolo x tu)

CAPITULO VI(ORO)

Narra Afrodita:

De un día a otro mi niño precioso (Eros) ha estado con una mirada, ¿Extraña? Cosa que de cierta forma me preocupa, pues es la mirada que acostumbra tener cuando hace alguna travesura, y aclaro, a mi no me importa que se divierta haciendo de las suyas, de hecho, es algo que me agrada, me recuerda tanto a su padre cuando lo hace, el detalle aquí es, que él siempre me cuenta todo lo que planea hacer, y cuando no lo hace es porque es algo que puede pasarse de la línea, cosa que me preocupa mucho.

Afrodita: - ¿Cariño? Tienes un minuto-

Eros: -Claro mami-

Afrodita: -Me podrías decir ¿Qué es lo que traes entre manos? –

Eros: -Nada, mamita, ¿Por qué preguntas? –

Afrodita: -Mi niño, te conozco mejor que nadie, y también conozco esa mirada, es la misma mirada problemática que tiene tu papá-

Eros: -Solo es tu imaginación mami-

Afrodita: -Espero que tengas razón-

Mi niño adorado se limitó a abrazarme y darme un beso en la mejilla, salió a alguna parte, pero tomó su carcaj y flechas, lo que me llamó la atención es que solo tomó las flechas de oro, por un instante quise seguirlo, e incluso eso fue lo que hice, hasta que me encontré a mi querido Ares, quien estaba regresando de hacer ejercicio... y se veía TAAAN bien, que me fue imposible el evitar ir a "hablar" con él.

Narra T/N:

Estaba en el bosque tranquilamente, charlando con Hermes, quien me trajo algunos regalos enviados por Maya, y también trajo chisme.

Hermes: -Y así fue como Perséfone se vengó-

T/N: - ¿Quién diría que ella fuera capaz de eso? –

Hermes: -Y Deméter que creía que ella era una santa-

Me reí ante su comentario, si soy sincera Hermes era de mis amigos más queridos, junto con Cosmo y Maya, quienes siempre han cuidado de mi de forma tan linda. De cierta forma los quiero, es difícil de explicar, mientras caminábamos escuchaba como un sonido de alas, pero unas de un tamaño más grandes de lo normal, a la vez me sentía observada, o más bien dicho... acechada, como un animal, aunque la presencia de Hermes me calmaba un poco.

Hicimos una breve pausa para observar un campo de flores en el que empezamos a jugar, hoy lo notaba con un aura diferente... sin embargo, este cambio era más de mi agrado.

Me eché en el campo para dejarme caer sobre el suave pasto, por un segundo perdí a Hermes de vista, cosa que en una situación normal no me hubiera molestado en absoluto, pero como ya mencioné antes, me sentía acechada, por ende no podía estarme tranquila para nada, cuando pasaron cinco minutos y Hermes no aparecía me preocupé aún más, por impulso me puse en pie lo más rápido que pude y empecé a buscarlo como loca, no lo encontré, y me quedé completamente inmóvil cuando vi que había algo que se movía entre la hierba, empecé a suplicar por ayuda y tenía la intención de correr hacia mi casa, pero antes de que pudiera darme la vuelta siquiera, fui atacada por algo que me tiró al piso y que aparte me impedía moverme, pues estaba encima de mí, cerré los ojos desde el momento en el que me iba a dar la vuelta antes de que me tiraran, y me negué a abrirlos.

Hermes: - ¿Te asustaste? –

Era la voz de Hermes, todo mi temor fue remplazado de inmediato por enojo, quería estrangularlo, y mi reacción no fue muy distinta a eso.

T/N: -SERÁS UN HIJO DE RE MIL...- Traté de liberarme de su agarre, pero fue en vano.

Hermes: - ¿Vas a insultar a mi mamá? –

Este imbécil, sabe que no voy a insultar a su madre, pero no se va a librar de mis insultos.

T/N: - ¡Sabes que no maldito pendejo! –

Él se dedicó a sonreír de una forma pícara, algo que es extremadamente normal en él, y aunque ya haya visto esa sonrisa miles y miles de veces, esta vez fue ¿Especial? Creo que esa es la palabra que estoy buscando, era como si de repente todo mi enojo fuera cambiado por otro sentimiento, uno que es completamente nuevo para mi.

Hermes: - ¿Qué tanto me ves? ¿A caso tengo algo en la cara? –

Un ligero ardor se hizo presente en mi rostro.

Hermes: -Awww, ¿Te pusiste nerviosa? –

Me quedé completamente callada viendo hacia otro lado, ¿Por qué me siento así? No es la primera vez que estamos en esta posición.

Hermes: - ¿A caso soy yo quien te pone nerviosa? – Su mirada cambio completamente de una juguetona a un coqueta.

T/N: - ¿Q-qué estás haciendo? –

Él empezó a acercarse a mi cuello, sin darme cuenta su agarre ya no era fuerte, más bien dicho se había vuelto suave y gentil desde hace rato, a diferencia de Apolo, con Hermes no sentía ningún tipo de asco, incluso me era agradable.

Narra la narradora:

El joven empezó a besar el cuello de la ninfa con delicadeza, no quería asustarla.

Hermes: -No sabes cuanto esperé esto- Le susurró al oído provocando que la joven se sonrojara.

Mientras eso pasaba, ellos no se habían percatado de la presencia de otra deidad, Eros, quien llevaba rato observándolos, esperando el momento indicado para entrar en acción, y, de hecho, su momento había llegado.

Primeramente, levantó el vuelo, y con una de sus flechas en mano apuntó con el arco, tensó la cuerda del mismo y disparó.

T/N solo sintió el impacto de la flecha, no había visto a Eros, pero supo de inmediato que esto era obra de él, en este punto Hermes quien no notó para nada la flecha ni a Eros, estaba dejando ciertas marcas en el cuello de la joven.

Hermes: -Siempre te imaginé así-

T/N: -No pares...-

El joven se sobresaltó un poco por la reacción de la chica, ya que no se la esperaba para nada, incluso creyó que ella podría enojarse con él o podría empezar a evitarlo, sin embargo, eso no le importó para nada, en especial porque se trataba de su querida T/N.

Y habían dos cosas que para uno era bien sabido, mientras que para el otro era desconocido, T/N sabía que había sido flechada con la flecha de oro, cosa que Hermes no sabía, pero había algo que T/N no sabía, y Hermes lo sabía a la perfección, y es que...

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Ya estoy de vacas, así que creo que podré sacar más capítulos en esta semana que viene, pero de momento aquí tienen este, espero lo disfruten

Yuki fuera🌹🖤