Capítulo II...

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-Qing Xuan trata de calmarte...

-Alteza...todos esos dioses solo quieren malas intensiones con mi bebé – mirando a Xie Lian

-Yo no dejaré que eso suceda

- ¿Eh? – diciendo Shi Qing Xuan

-General...

-Prometí a Shui-Xiong cuidar de ti Qing Xuan...le fallé una vez, no volverá a suceder

Shi Qing Xuan se queda pasmado...

-Pero...

-No digas más, quien quiera pretenderte tendrá que pasar sobre mí – Shi Qing Xuan se sonroja de golpe

-Ahora lo que debes hacer es concentrarte para recibir a tu bebé ¿Cuánto tienes Qing Xuan?

-Cerca de los nueve meses – acariciando su pancita

-Entonces tendremos mucho que preparar – Shi Qing Xuan apenas mira a los dos dioses

- ¿Qué van a hacer?

-Lo primero, buscaré al bastardo que se atrevió a tocarte

- ¿Eh? – sonrojándose de golpe...

-General, si el padre del bebé es humano...

-Lo buscaré de todos modos...

Shi Qing Xuan cierra sus ojitos y lleva sus manos a la cabeza – ¿estás bien?

-Escucho muchas voces, duele mi cabeza

-Debe ser tus nuevos creyentes...quienes piden a la Diosa de la Bondad misericordia

- ¿Eh?

-En ciertas partes te adoran como mujer, por eso puedes volver a cambiar de sexo

Shi Qing Xuan queda en shock...

Se escucha un golpe en al puerta, Pei Ming con un movimiento de su mano la abre dejando ver al Dios Marcial del Este...el príncipe Lang Qianqiu...

-Alteza...

-Alteza, Dios de la Bondad, General Ming Guang

- ¿Qué deseas príncipe Taihua?

-Deseo cruzar palabra con el Dios de la Bondad...

-Pero yo, tengo que atender a mis creyentes – mirando fijamente al alfa

Y este le responde con una sonrisa...

-Si es así, entonces podremos hablar en otro momento – dando la espalda para marcharse

- ¿Eh?

-Si quieres Qing Xuan puedo atender a tus creyentes...

-Pero Alteza usted tiene sus propios creyentes...

-Tal parece que lo quiere conversar el príncipe Taihua es de urgencia

Shi Qing Xuan asienta, y con mucho cuidado se coloca de pie y sigue a Lang Qianqiu...

-Alteza...

-General, veo las intenciones honestas de su alteza...

Pei Ming apenas da un suspiro resignado...

-¡Príncipe Taihua! – haciendo girar al alfa – ¡espere!

Shi Qing Xuan tropieza, está a punto de caer pero rápidamente está en los brazos del dios marcial del este...

-Cuidado...

-Lo siento – siendo ayudado a enderezarse

-Dios de la Bondad ¿Qué desea?

- ¿Qué quiere hablar conmigo, príncipe Taihua?

LA DIOSA DE LA BONDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora