𝗠𝗔𝗙𝗜𝗔 𝗚𝗔𝗠𝗘; ᵍᵍʲ 『Spanish Version』

Capítulo II

Las piernas de Jieun casi no la dejan salir de ese bus infernal al estar demasiado entumidas como para siquiera hacer movimientos rápidos, cuando por fin estos llegaron a su destino, ella fue la primera en pararse, no era secreto que Jieun odiaba los espacios cerrados, mucho más, estar ahí encerrada por tanto tiempo, era como tortura. Su cuello se movió a los lados, relajando sus músculos tensos un poco, Jieun decidió caminar detrás de Heoyul, dando un pequeño salto para poder bajar del vehículo, estirando sus brazos cuando esta respiró el aire fresco de la noche, lo agradeció enormemente, su nariz ya no soportaba más aire artificial.

La pelinegra miró a su alrededor, una vibra extraña podía sentirse en el lugar, se veía demasiado aterrador, como esas escenas de película de terror. Jieun observo los dos edificios que hacían parte de ese centro juvenil en el que se hospedaría por dos noches, algo en ellos le hacía sentir un feo escalofrió por toda su columna vertebral, era como si vieras una casa abandonada y sabias que dentro encontrarías a un muerto o algo parecido, sin embargo, ese algo extraño también la hizo sentirse familiarizada con ese establecimiento, como si lo hubiera visto antes en algún lugar.

— Quiza lo vi en el folleto...— Esta murmuró para sí misma mientras seguía repasando cada detalle de los edificios color blanco frente a ella. Encogiéndose de hombros al no encontrar nada más que le pudiera dar un indicio de peligro, tomo la correa de su bolso deportivo con algo de fuerza antes de sentir un pequeño empujón en su hombro, que, de no ser porque sus pies bien puestos en el suelo, la hubiera hecho caer de cara al pavimento del lugar.

— Quítate del camino princesa, no estamos en un castillo, estorbas. — La voz quejista y algo ronca, debido a que acababa de despertar, de Gyunjoon se escuchó, esta elevo una ceja hacia él, ignorando sus palabras, no dando ni un paso más, los ojos de este se entrecerraron al ver eso, dándole una mirada de arriba abajo, sus ojos observaron esa mirada casi acusadora que resaltaba por sobre el hombro de la chica. Dándole una sonrisa casi maliciosa, este solo desvió la mirada de la de Hyunho, pasando al lado de la chica sin decir más, no quería tener una pelea en ese momento, aún tenía bastante sueño.

Cuando este se sentó a esperar que el maestro les diera las instrucciones para poder entrar al lugar, su mirada voló hacia la chica Hwang, viendo como esta trotaba con una pequeña sonrisa hacia Hyunho y el idiota de su amigo, quien realmente no era tan interesante para él porque nunca recordaba su nombre. — Ese pedazo de mierda, ¿acaso no iba a competir? ¿Qué hace aquí?

Sungbin se rio bajo cuando escuchó eso, haciendo un movimiento con su cabeza para señalar al mencionado con algo de diversión. — Perdieron la semifinal, los idiotas tuvieron que asistir como castigo. — El rubio informó a Gyunjoon, quien observo como este acariciaba el cabello largo de Jieun con su mano mientras sostenía una caja con la otra, y ese acto lo hizo reír bajo, pero no sabía si con diversión o con molestia, pasando su lengua por el interior de su mejilla este hizo un sonido chasqueante con su boca antes de negar, levantándose mientras tomaba su bolso deportivo y soltaba un suspiró.

— Maldito inútil. — Este soltó antes de darse la vuelta, comenzando a caminar hacia el edificio en el que estaría encerrado por dos noches.

Jieun por otro lado, sonrió al ver la imagen de Hyunho tomando algunas cajas algo pesadas que Junhee le estaba pasando. — ¿Necesitas ayuda, oppa? — Esta preguntó al más alto, quien rápidamente negó al escuchar esa pregunta.

— Yo sí necesito, ¿por qué no me preguntas a mí? — Jieun rio antes de moverse un poco para poder verlo, notando el puchero en sus facciones, negando, esta inclino la cabeza y sonrió con inocencia.

— Ah, pero eres muy fuerte, oppa, ¿cómo podría pensar que necesitas de mi ayuda? — Esta soltó con una mueca inocente después de decir eso, salvándose de una queja más del chico, quien sonrió y asintió, flexionando su brazo con orgullo. — Pero si quieres que te ayuda, está bien, pásame unas cajas. — Esta estiro sus brazos, abriendo sus manos para pedir las cajas.