Corría el año de 1960 el auge de la juventud americana y la moda femenina de la época, podías ver a todas las mujeres con atuendos a la moda sobre todo chicas adolescentes luciendo su esencia femenina en una eterna competencia por saber quien era la mas bella, pero claro que siempre existía una flor exótica entre todas, una a quien simplemente no le importaba resaltar, una bella colegiala de 17 años sentada en la primera fila de la clase, teniendo una vida normal tratando de no llamar la atención y solo rodeada de sus amistades mas cercanas, no podía ser la gran cosa ¿o sí? sin embargo cuando te enamoras puedes ver hasta lo mas simple como algo hermoso, pero ese no era el caso para el joven enmascarado que la observaba cada día a lo lejos, pues nada de ella le resultaba simple, toda su existencia lo hacia sentirse diminuto, miserable e incluso indigno y aunque tenia prohibido acercarse y hablar directamente con los seres mortales, nunca le dijeron que no podía mirar ya que incluso esa solía ser su tarea, vigilar a los mortales que le eran asignados para luego desaparecerlos, fue en una de esas tantas misiones que conoció a quien ahora es su única obsesión una bella joven con los cabellos rubios como si fuesen hilos de oro tejidos en una trenza con un listón azul adornando su cabellera, haciendo juego con sus pequeños ojos azules y su rostro con algunas pecas acentuaban sus facciones.
Al terminar las clases y luego de caminar un rato con sus amigas Marysa llegaba a su casa, y era aquí donde su monótona vida tomaba algo de emoción ya que solía encontrar cada tarde una pequeña carta en el marco de su ventana y para que esta no volara una pequeña piedra de alguna forma o color único sobre el papel, al principio trató muchas veces de encontrar a su admirador secreto sin suerte, lo esperaba despierta pero siempre quedaba rendida ante el cansancio y finalmente caía dormida en su mesa de trabajo.
Era muy ágil, como si el pudiese verla cada que quisiera, pero ella no podía verlo por mas que quisiera.
Después de muchos intentos se rindió y prefirió solo dejar que el desconocido dejara notas en su casa, era raro hasta para ella cualquiera hubiese entrado en pánico por saber que alguien te deja notas en tu ventana ¿quizás algún loco? ¿quizás un extraño que en cualquier momento pueda secuestrarte para cumplir su fantasía? al principio se le ocurrieron muchas ideas pero solo siguió pasando sin ninguna novedad.
Los meses pasaron y el extraño no parecía olvidarla, ¿pero quien podría ser tan romántico como para sacarle suspiros a tan risueña chica? al principio pensó que podría tratarse de alguien de su instituto o del vecindario pero abandonó su búsqueda al no poder encontrar pistas de su poeta anónimo, lo único que sabia era que quizás podía tratarse de alguien cuyo nombre inicia con "T" pues esta era la inicial que dejaba al final de las cartas.
Como siempre y sin tardar mas subió a su habitación cerrando su puerta con seguro para que nadie la tomara por sorpresa leyendo lo que su admirador secreto escribía solo para ella y descubrieran su secreto, ya que obviamente no le había dicho a nadie y ni siquiera a su familia sobre las cartas que recibía, ¿Qué le diría a su familia?, que alguien viene cada día a dejarle una inocente carta pero que no sabe quien es o que intenciones tiene, lo mas seguro es que llamarían a la policía y arrestarían a quien le ha dado una pizca de emoción a su vida.
Era mejor evitar ese destino.
Giró la vista a la ventana y ahí la encontró, una nota mas de su admirador secreto, la tomó juntó a la piedra que en este caso era de un blanco brillante y aunque la única función de la pequeña roca era sostener la carta, la joven las guardaba como si también fuesen parte del regalo de su amor imposible, el enmascarado al darse cuenta que ella guardaba las pequeñas piedras se esmeró en buscar las mas lindas que hubiesen, para que al menos así tuviese algo mas lindo que conservar.
Desdobló el papel y se sentó al borde de su cama.
"Hoy el sol hacia tu cabello resplandecer como el ámbar, tus ojos como el profundo mar hacían juego con el listón en tu cabeza, el viento caprichoso te hacia cosquillas en la cara, que afortunados son quienes a diario pueden tocar tu bello ser y que dicha la de oír a diario tu voz, sin ser un atrevido bella señorita me gustaría que su sonrisa un día la compartiera conmigo, siendo solo nosotros en un pequeño baile bajo la luz de la luna es como me gustaría gozar de su presencia".
Ella solo suspiró y cayó de espaldas en su cama tapándose la cara, sentía sus mejillas arder y su corazón latir a mil por hora, por tan bellas palabras y tan atrevida propuesta.
Pero tan rápido como se alegró sus facciones cambiaron a una de tristeza al pensar que jamás podría conocer a su amado, porque si, se había enamorado de el, de su alma, de sus palabras, a estas alturas no le importaría su aspecto, ella sabia que alguien como el era indicado para ella, alguien como el no seria capaz de hacerle daño, ella sabia que alguien tan detallista solo podría albergar sentimientos solo para ella, una idea cruzó su cabeza, una fugaz e intrépida idea...
/¿Y si le contesto las cartas?/
ㅡ¿El seria tan amable de leerlas?.
Se preguntó a si misma y sin mas se sentó en su escritorio, tomó una hoja de papel apoyó el bolígrafo en el y comenzó así escribiendo primeramente un mensaje de gratitud por tan bellas palabras en las cartas, ya que si no podía verlo al menos podía hablarle mediante cartas.
"Muchas gracias por las cartas, lo que escribes es muy hermoso y realmente me gustaría conocerte, espero sea posible y no tengas problema, se que han pasado unos meses desde la primera carta que escribiste, disculpa por no haber respondido antes, creo que la idea llegó algo tarde a mi mente, aunque nunca es tarde para comenzar ¿no crees? , en fin, espero tu pronta respuesta" -Marysa
La joven dobló el papel y lo guardó en su mochila, mañana antes de ir a su colegio se la dejaría en la ventana con esperanza de obtener una respuesta por parte de su misterioso enamorado.
Una voz la sacó de sus pensamientos, era su madre quien le hablaba desde la planta baja.
ㅡ¡Mary querida, se te hace tarde para tu clase de costura!.
Su taller de costura en casa de la señora Harrington, lo había olvidado por completo, volteó la vista a su reloj de pared y efectivamente las manecillas marcaban las "3:58" el tiempo se le había pasado rápido fantaseando y escribiendo, bajo rápidamente las escaleras y se dirigió a la cocina encontrando a su madre preparando unos bocadillos.
ㅡDisculpa mamá estaba amm avanzando un poco mi tarea de ciencias.
Tenia que admitirlo, era terrible mintiendo, pero su madre nunca se daba cuenta de ello, no sospechaba, no tenia porque cuestionar a su hija siendo que nunca fue problemática, y eso era muy conveniente para Marysa.
ㅡEso esta bien cariño, pero la terminas cuando vuelvas, puse tu merienda en la mesa.
La mujer estando de espaldas le señaló una bolsa de papel en la mesa.
ㅡ¡Gracias mamá nos vemos al rato!.
La joven salió apresurada de su hogar y caminó unas cuadras hasta llegar a la casa de la señora Harrington, seguía pensando en su carta y en quien podría ser el extraño poeta enamorado de ella.
Al fin pudimos actualizar! y tenemos banner para la historia!, aclaro que aunque pondré algunos vestuarios como referencia eres libre de imaginar con la ropa que quieras! Gracias por leer nwn <3
ESTÁS LEYENDO
𝒮𝒪𝐿𝐼𝒯𝒜𝑅𝐼𝒪 𝒟𝐸𝒮𝒯𝐼𝒩𝒪 (Masky x Reader)
FanficHay quienes por mas que intenten tener compañía están condenadas a vivir solos, ¿Qué pecado están pagando?, ¿Qué pecado fue el que cometieron para tener que revivir la misma historia una y otra vez? todos pensarían que ser inmortal seria genial, tie...