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-¿Negro o Celeste?- pregunté a mi madre mostrándole dos modelos distintos de blazers
- El celeste resalta tus ojos color miel hija- respondió mientras terminaba de preparar nuestro desayuno
- Celeste será entonces- corrí escaleras arriba para terminar de cambiarme
Agradezco conservar un poco el bronceado del verano que me hace lucir mejor las prendas, estaba en duda de dejar mi pelo totalmente suelto o atarlo en una cola alta pero no había tiempo de sobra para ponerse a debatir con uno mismo, decidí dejarlo suelto.
Frente el espejo terminé de alistarme, zapatos negros de oficina, pantalón negro, camisa fina blanca, por ultimo el blazer celeste y casi olvido ponerme perfume
Bastante conforme con mi elección baje con mis pertenencias en mi bolso.
Luego del desayuno me despedí de mi madre, me deseó suerte, y fui rumbo a las oficinas con un radiante sol que acompañaba la mañana.

...

-El jefe Caputo debe estar por llegar- me anunció la misma señora que me atendio el dia de ayer en administración -Si quieres puedes tomar asiento hasta que... ah no hará falta ahí está llegando- me señaló hacia la puerta con su dedo índice
Lo vimos cruzar el umbral de la puerta como si fuese en cámara lenta
Santiago traía puesto unos anteojos de sol y un cigarrillo en su boca que tiró a un cesto mientras caminaba hacia nuestra dirección, para mi desgracia, siendo demasiado atractivo.
-Buenos días Helena- saludó
-Buen día Santiago, tenemos dos reuniones en el piso 7, una a las 8:30 y la otra a las 10:30, recibimos una llamada de Rivera para convocar a otra reunión y hay papeles para firmar- le informó
- Las reuniones de ahora en adelante se encargará Victoria, mi asesora en relaciones- una sonrisa se me escapó luego de escuchar semejante título- te enseñare tu oficina, vamos- se dio media vuelta y comenzó a andar sin esperarme
Entramos juntos en el ascensor, su perfume inundaba todo el compartimiento
Cuanto olor a... hombre- Pensé
Los minutos dentro del maldito ascensor parecían interminables, aunque no era incomodo estar a solas, sentía mucha adrenalina estando cerca, como si él tuviese mucha energía masculina que daba descargas eléctricas, algo difícil de explicar, ninguno de los dos emitió una sola palabra en el transcurso, salimos del ascensor en el piso 4.

- Buenos días, que gusto me da verte Santi- saludó una mujer relativamente joven de cabello rojo con unas carpetas en sus manos, con una falda negra casi inapropiadamente corta dejaban a la vista sus blancas piernas
-Te presento a Victoria Leon, asesora de relaciones internacionales- me presentó sin devolverle el saludo, la mujer me miro sin mucho entusiasmo
- Un gusto Victoria, soy Rebeca, secretaria de "Santi"- sonrió obligadamente
-El gusto es mío- respondí
Santiago se adentró hacia su oficina y con un gesto me indicó que entre también, cerrándole la puerta en la cara a Rebeca

-Como escuchaste cuando estábamos abajo, te encargas de las reuniones tanto internacionales como nacionales- comentó mientras se sacaba el saco de su traje y los anteojos de sol - te daré una agenda con los horarios disponibles, los teléfonos, si necesitamos en algún momento de un traductor, harás las anotaciones correspondientes, y tomaremos las decisiones sobre que empresas nos conviene negociar y cuales no, entendido?- preguntó sin vueltas
- Entendido- respondí segura
-Tu oficina es esta- abrió una puerta que se encontraba a la izquierda
Al entrar quedé atónita por el gran ventanal que daba a espaldas de mi escritorio casi tan grande como el suyo, bibliotecas a los costados repletas de libros, un dispensador de agua fría y caliente, con una cafetera, me dejó admirarla unos minutos en silencio.
-Después tendrás tiempo, ahora hay cosas que hacer- cortó haciéndome volver a la realidad
Me entrego papeles sobre las reuniones que tendremos hoy, una agenda de color bordó y me dio mi espacio para acomodar mis cosas.
El teléfono de mi escritorio comenzó a sonar, lo tomé rápidamente y quise contestar pero accidentalmente colgué la llamada, comencé a apretar los botones desesperada para volver a llamar
-Fui yo, quería saber si estabas atenta, pero se ve que te falta práctica- dijo serio con un tono burlón
Dejé el teléfono en su lugar y me dirigí hacia el dispensador por un vaso de agua fría
- Cada vaso de agua son 100 dólares- comentó luego de verme tomar el último trago
Abrí los ojos repentinamente, ¿100 que?
De donde tendría que sacar 100 dólares para pagar un miserable vaso de agua, que por cierto estaba bastante fresco
- Como que 100 dólares, no puedo pagarlo!- mi cara de susto estaba mezclada con desesperación
- Que lástima, lo tendrás que pagar- Él no pudo evitar soltar una leve carcajada burlándose de mi mientras negaba con la cabeza y se iba de su oficina, cerrando la puerta a sus espaldas
¿Que es lo que te hace gracia Santiago Caputo? Claro eres un economista lleno de plata que para ti 100 dólares es un vuelto no? No esta bien que te rías de lo ajeno- pensé
Dejé el vaso en su lugar y al levantar la cabeza vi un cartel que decía "Servicios libre de consumo"
- Ah que gracioso resultaste ser- dije en voz alta para mí
- Te falta atención Victoria- lo escuche decir desde su oficina

...

Me encontraba lista para recibir a los funcionarios en la sala de reuniones, el jefe me aviso que estaba ocupado y que debía atender yo a los negociadores hasta que llegue él, me sorprendió la confianza absoluta para dejarme a cargo de algo tan importante como esto
Por la transparencia de la puerta de vidrio pude divisar a Rebeca a punto de tocar la puerta con dos hombres más de traje
- Les presento a Victoria Leon, la asesora de Santiago Caputo- dicho esto dejó pasar a ambos hombres dentro de la oficina
- Mi nombre es Natan Martinez, un gusto, y mi secretario personal Esteban- ambos estrecharon su mano con la mía
Natan según mi investigación, tiene 32 años, maneja la empresa heredada de su padre desde hace 13 años, con buenas reseñas en la tabla de valores, ha realizado importantes inversiones con resultados eficientes ,un buen negociante, para la empresa.
-En unos momentos nos acompañará Santiago Caputo, se encontraba ocupado pero no tardara en estar con nosotros, mientras tanto me gustaría que me cuenten cual es la oferta que proponen- nos sentamos en una larga mesa, ellos me entregaron una carpeta marrón y dentro se encontraba el proyecto que leí detenidamente, su idea de fusionar acciones para crecer de manera pareja era muy interesante, le hice algunas recomendaciones para tener en cuenta pero sin muchas cosas que corregir, la reunión de una hora y media se pasó volando
-Muy bien, me parece genial, le haré esos cambios que no habíamos pensado, muchas gracias por su recomendación señorita Leon- dimos por finalizado nuestra reunión con una firma de analíticos, momento para el que justo estaría llegando Caputo
-Disculpen la tardanza, estaba en una llamada con funcionarios de los Estados Unidos- se disculpó
-No te preocupes que tu excelente asesora nos atendió de maravilla, cerrando un gran trato que le aseguro que no lo defraudará- Natan le palmeó la espalda a Santiago - Victoria es una mujer con un intelectual sorprendente- halagó
-Gracias, es un placer- le agradecí
Santiago acompaño a los empresarios hacia la salida
Sorprendida por como me desenvolví en lo que me gusta, me dirigí hacia mi oficina, muy contenta por esta primer intervención en la empresa de los Caputo.
Escuche los pasos de Santiago entrar a la oficina
-Felicitaciones, muy buen negocio...al final si estabas atenta- admitió
-Gracias por el voto de confianza- respondí
Se quedo parado unos segundos en el umbral de la puerta con las manos en los bolsillos
- De todas formas son 100 dólares, no me vas a ganar- me dio una ultima mirada y se sentó en su escritorio

La Asesora de Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora