one shots

con una lengua melodiosa

Resumen:
Lena confía en haber perfeccionado su acento americano y en que su origen irlandés permanecerá escondido y en secreto, sólo para ella y los fantasmas que la persiguen.

Lena se equivoca.

Cuando se mete en una discusión muy acalorada sobre L-Corp, su control pierde el tiempo suficiente para que Kara escuche el tono irlandés en su voz.

Kara está obsesionada.

***

La gente tenía acentos fascinantes. Incluso dentro de un solo país, el dialecto puede variar significativamente de un estado a otro, al igual que de un país a otro era simplemente fascinante.

Kara viajó mucho por el mundo. No guardó su heroísmo solo para Estados Unidos, por lo que había escuchado muchas maneras diferentes en que la gente hablaba en inglés con un acento superpuesto de su lengua materna.

Una parte de Kara siempre sentiría una pequeña punzada de dolor cuando se preguntaba cómo habría sonado su acento si hubiera crecido en su planeta natal y hubiera hablado kryptonés. Tanto ella como Clark habían crecido aquí, y Kara había imitado los acentos de quienes la rodeaban mientras aprendía inglés hasta que simplemente hablaba así.

Ahora, desde el principio de su amistad con Lena, había notado que a veces pronunciaba letras específicas un poco diferente, pero era tan débil y escasa que Kara apenas le prestaba mucha atención. Por lo general, esos momentos eran cuando Lena estaba demasiado emocionada por algo que estaba desarrollando, cuando casi estaba dando vueltas sobre sus propias palabras para hablar efusivamente.

Kara era la única con la que haría esto, y era el mayor honor, además de tener el privilegio de tener el corazón de Lena, cuando finalmente dejaron de hacer el baile gay inconsciente entre ellos y simplemente confesaron sus sentimientos abiertamente.

Toda esta reflexión sobre los acentos conducía a alguna parte. Era tarde y Kara sabía que Lena había pasado toda la noche encerrada en su oficina revisando el papeleo y arreglando los errores cometidos en uno de sus laboratorios. Fácilmente podría haberle dado el trabajo a otra persona para que lo resolviera, pero no, Lena era la jefa de L-Corp (y la persona más terca que Kara conocía, además de Alex), así que ella misma hizo el trabajo duro.

Por quinta vez en los últimos tres minutos (Kara estaba contando), Lena dejó escapar un suspiro irritado. Estaba inclinada hacia adelante, con un codo sobre el escritorio y el otro brazo levantado mientras, enojada, se pasaba los dedos por el cabello.

“No, no lo repetiré”, gruñó Lena, desapareciendo toda pretensión de cortesía. Había una envoltura lírica de sonido en torno a la forma en la que hablaba. Sus palabras sonaron más suaves, de alguna manera más suaves incluso cuando su tono se volvió duro por su frustración. "No pondré la seguridad de mis investigadores en segundo plano frente a la financiación de este proyecto".

Kara no era ajena a la molesta Lena, y ciertamente tampoco a la enojada Lena. Sin embargo, esta era la primera vez que Kara veía a Lena furiosa. Era difícil concentrarse realmente en una cosa de Lena.

Estaba recostada en su silla, con los dedos agarrando el teléfono con mucha fuerza. Kara incluso podía escuchar el material del dispositivo crujir por la fuerza de su agarre. Apretó los dientes con fuerza y los músculos de la mandíbula se tensaron y relajaron. Kara podía oír la forma en que su corazón latía con fuerza.

Lena continuó reprendiendo severamente al hombre por teléfono, y cuanto más furiosa se ponía, más se le escapaba ese acento. Probablemente Lena ni siquiera sabía que lo estaba haciendo, y Kara ciertamente no iba a mencionar el tema. Ella sólo estaba allí para sentarse y escuchar y disfrutar del espectáculo, por supuesto. Una parte de ella se sentía mal por divertirse tanto, pero ¿quién podría culparla?

Dos años de noviazgo, muchos más enamorados, y Kara nunca se cansaría de Lena.

"Haz lo que te ordeno", espetó Lena, con la voz entrecortada. Sin despedirse, colgó la llamada y golpeó su teléfono sobre la mesa. Fue un milagro que no rompiera la pantalla.

Kara se puso de pie y rodeó la espalda de Lena, con una sonrisa irónica en sus labios. "A ellos realmente les gusta molestarte, ¿eh?"

Lena exhaló profundamente. Kara colocó sus manos sobre los hombros de Lena y masajeó suavemente los músculos allí, y el cuerpo de Lena finalmente se desenroscó. Ella se desplomó y abrió los ojos. Miró a Kara, sus ojos se calentaban por el escalofrío que habían tenido antes.

"Lamento que tuvieras que escuchar eso".

Y así, el acento melodioso desapareció. Lena volvió a sonar totalmente americana. Cuando frunció el ceño, Lena le dirigió una mirada interrogativa.

Kara apartó la mirada y respiró hondo. “¿Entonces eres irlandés?”

Lena se quedó helada. Era tan sutil que sólo alguien con los agudos sentidos de Kara lo habría notado, y también ayudó que ella todavía estuviera ejercitando sus músculos tensos.

"Sí", dijo Lena. "Debo haberlo dejado escapar".

Las cejas de Kara se fruncieron. “¿Mantienes tu acento oculto?”

"Producto de una educación Luthor".

“¿Pero qué tiene de malo tener un acento diferente?”

“Ma...Lilian dijo que era horrible”, respondió Lena, mientras ella volvía a pronunciar sus palabras, casi asustadizas por la forma en que estaban espaciadas con cada vocal. “También sentí que mi acento era un pequeño secreto solo para mí, algo que debía preservar de mi origen, mi madre”.

Terminado con el masaje, Kara se sentó en el escritorio de Lena y la acercó. Pasó los dedos por el cabello ya despeinado de Lena. "Lena", dijo, "no tienes que ocultarlo delante de mí, si no quieres".

Lena dejó escapar un suave suspiro. Había un rastro de tristeza en su rostro, pero Kara también notó un sonrojo muy sutil en las puntas de sus mejillas, extendiéndose lentamente hacia abajo. ¿Estaba avergonzada?

"Gracias, Kara."

El corazón de Kara dio un vuelco. Lena había dicho eso con un fuerte acento irlandés, y eso envió una ráfaga de calor por todo su cuerpo. Lena le sonrió y arqueó una ceja oscura. Avergonzada antes, ahora parecía tener más confianza al respecto. Kara debe haberse dellatado; lo enamorada que estaba por la forma en que Lena sonaba así.

Lena tiró de la parte delantera de su camisa, acercándose aún más. Los dedos de Kara se deslizaron de su cabello y luego Lena tiró de ella hacia abajo y le dio un beso en la mejilla, justo al lado de la oreja.

“¿Te gustaría oírme hablar así más a menudo?” -Preguntó Lena. Su voz bajó de tono, aún más sensual con ese acento. “¿Decir cosas sucias solo para ti?”

“Lena”.

Ella dejó escapar una risa encantada. Kara se sintió más que nerviosa, pero su corazón se disparó. Se agachó e interrumpió la diversión de Lena con un beso firme. Lo sacó el tiempo suficiente para que el ritmo cardíaco de Lena se acelerara de nuevo, y luego se apartó lentamente, acariciando con los dedos la suave piel a lo largo de la mandíbula de Lena.

"Voy a vengarme  por eso".

Lena parpadeó. "Si pronuncias mal mi acento irlandés, te empujaré por la ventana".

Kara se rió de la imagen mental. "Bien vale." La besó de nuevo. "Prometo no hacerlo, si prometes hablar más libremente cuando estemos juntos".

Lena le dirigió una mirada devastadoramente suave. Ella entrelazó sus dedos, sus ojos brillaban. "Te amo."

"Yo también te amo."

Por supuesto, no importaba cómo decidiera hablar Lena. Kara amaba cada aspecto de ella y se maravillaba de saber que todavía aprendía cosas nuevas sobre ella cada día que pasaba.

El teléfono de Lena volvió a sonar: el mismo hombre de antes, con un nuevo problema. Kara simplemente volvió a sentarse en el sofá, sonriéndole a Lena mientras hacía todo lo posible para no dejar que su ira se apoderara de su dicción.

Kara tuvo ojos de corazón por el resto del día.