No hay vuelta atrás ahora.

0 0 0
                                    

Estaba temblando.

El móvil sobre mi cama brillaba con un mensaje de Derek que decía "Ya en Miami amor, ¿cómo fue tu tarde?" Y yo no podía responderle.

¿Cómo iba a explicarle lo que había pasado?

Porque debía hacerlo, ¿no?

El confiaba en mi y yo había destrozado su confianza y lo había traicionado de la forma más cruel, le hice lo que siempre temí que él me haría una vez.

No podía creer que había sido tan infantil y me había dejado llevar por un capricho de niña tonta que no sabe contener sus malditas emociones.

Otra vez me encontrába ahogándome en mi bañera, me prometí a mi misma que lo haría de verdad cuando tuviera el coraje, no merecía vivir.

Lloré mucho, mis lágrimas se perdieron en el agua de la bañera.

Me odiaba demasiado, no había forma de cambiar lo que había pasado.

Cuando acabé de lamentarme a mi misma me envolví en un albornoz y tomé el teléfono.

Debía responderle.

Debía confersarle lo que había hecho, a él y a Cristie.

Y luego escribirle a Mace diciéndole que lo sentía, que había sido un error, que no volvería a pasar y que no podía recogerme esa noche, que no iría a ningún sitio con él.

Debía hacer todo eso.

Pero no podía, porque era una maldita cobarde y prefería saltar por la ventana del apartamento directo al asfalto antes que hacer lo que era correcto.

Así que volví a llorar.

Lloré hasta que me quedé seca, y me replantee durante varias horas mi existencia, en toalla viendo el techo.

Mi cabello ya estaba seco y yo seguía en albornoz.

Debía hablar con alguien, necesitaba un consejo de un tercero.

¿Pero con quien? No tenía amigos.

Me dispuse a encontrar algo que ponerme, tenía que ver a Mace y aclarar las cosas con él.

Opté por ponerme unos pantalones cortos de jean y una musculosa negra de tirantes finos, recogí mi alborotado cabello en un moño suelto y no utilicé ni una gota de maquillaje.

No quería verme bien, mi cuerpo gritaría todo lo contrario cuando le dijera que todo había sido un error y que lo lamentaba.

Me estremecí al imaginarmelo frente a mi.

No sé como haría aquello e ignorar las ganas de acabar con lo que había empezado.

Diablos no, piensa con la cabeza.

No me podía mentir a mi misma, me había dejado deseosa de más, furiosa y deseosa.

Lo que viví esa tarde no lo había vivido nunca, y me arrepentía muchísimo, créanme, pero no iba a poder morir sin probarlo por lo menos una vez.

Y ya lo había hecho, así que ya estaba, había sido suficiente....¿verdad?

Quería llorar otra vez, no tenía respuesta a esa pregunta.

Me alteré cuando el móvil vibró sobre mi cama.
Me acerqué y ví que era otro mensaje de Derek.

"Amor?" Ponía.

"Hola, fué bien, ¿tu que tal?" Le respondí y el odio hacia mi misma creció un poco más.

No le podía decir la verdad así, tenía que hacerlo cuándo volviera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulce Redención.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora