El Regreso De La Luz De Luna Blanca

Capitulo 2. Sálvame, no quiero seguir así.

El nombre del sustituto es Xiang Sui, aunque ahora lo cambio a Xiang Yang. 

No entiende porque este sustituto es tan estúpido, ¿No huyó de él gritando que no quería ser usado más como sustituto? ¿Por qué regresar? 

Este tiempo que no lo ha visto ha cambiado mucho, no lo encuentra agradable. ¡No debería ser así, mi luz de luna no es así!

Xiang Yang seguía conservando la apariencia pero ahora sus rasgos faciales se han vuelto más delicados, con grandes ojos llorosos, labios rojos, cara pequeña y mejillas tiernas. Los hombres no lucirán muy masculinos teniendo esa apariencia afeminada lo que no sería agradable para muchos pero está era una belleza letal, que haría dudar de su sexualidad hasta al más heterosexual.

"Lo sé, dije que no quería ser más un sustituto.” Xiang Yang no pudo seguir conteniéndose, las lágrimas corríeron por su rostro. Era un nuevo yo, o más bien el yo antes de convertirse en sustituto, pero no estaba contento. “¡Li Tang todavía te amo! ¿Que debo hacer? ¡Me odio a mi mismo por ser tan barato!"

Acercándose, Xiang Yang se arrodillado para que esten a la misma altura, las lagrimas de sus ojos seguían cayendo cual cascada. "¡Lo intente! ¡Pero realmente no pude! ¡¿Que debo hacer?! Quiero morir, duele mucho. ¿Porque es él y no soy yo? … No tienes idea de lo mucho que espere que en algún momento fueras conmovido y me tomarás enserio "

Li Tang escuchó con los ojos muy abiertos, cada palabra, cada agravio, cada rompimiento de voz .. suenan tan similares, como si no fuera Xiang Yang sino él quien estuviera diciendo todas esas palabras con una expresión tan destrozada. Nadie podría entender mejor el sentimiento de Xiang Yang en este momento que él.

Por primera vez se le pasó por la mente abrazar a Xiang Yang y susurrarle palabras de consuelo, pero no porque se sintiera conmovido, sino porque le daba la ilusión de que se estaba consolando a sí mismo.

Xiang Yang preguntó: "¿Soy patético, no? ¿Me estás despreciando en tu corazón? Él no se rebajaría de esta manera, lo sé. No estoy actuando como él. Me odias, ¿verdad? Por eso no me quieres, porque soy un mal sustituto".

Nunca te compararías ni con un solo mechón de su cabello.

Un sustituto es una simple imitación, después de todo. ¿Cómo podría compararse al original?

Pero eso está bien.

La razón por la que Li Tang nunca consideró a Xiang Yang es exactamente porque se parece a esa persona. Aceptarlo sería solo torturarse masoquistamente a sí mismo. Viendo esa cara por más tiempo, seguro que acabará con la poca salud mental que tanto le costó mantener.

"Ojalá no te parecieras a él", murmuró Li Tang, mirando la oscuridad con la mirada perdida.

"Entonces, ¿es porque me parezco a él que ahora me rechazas? Tú, ¡eres tan cruel!", exclamó Xiang Yang, desplomándose en el suelo como si su cuerpo hubiera perdido toda su fuerza. "Me volví exactamente así porque antes así te gustaba, pero ahora te das la vuelta y me dices que ya no te gusto. Dime entonces, ¿qué debería hacer para volver a gustarte? Dime cómo te gusta, lo cambiaré. Y si no te gustó con esta cara, me la arrancaré".

"¡No!", exclamó Li Tang, logrando reaccionar a tiempo y capturar sus dos manos, impidiéndole desfigurar el rostro que consiguió después de múltiples cirugías. Xiang Yang forcejeó y forcejeó, sabiendo quizás que la única manera de tener una mínima posibilidad era quitándose la sombra de sustituto. En algún momento del forcejeo, Li Tang lo rodeó con los brazos, abrazándolo y llenándolo de la calidez de su cuerpo. Aunque internamente Li Tang sentía nada más que frío y desolación, abrazando el cuerpo tembloroso quiso llorar también, desahogando el dolor tan profundo que estaba reprimiendo. De ambos, no se sabe quién es el más patético. "Por favor, sálvame... no quiero terminar así".

"¿Q..Qué?", preguntó Xiang Yang, congelándose y dejando de llorar.

"Quiero volver a sentir que vale la pena vivir, así que quédate conmigo, no como sustituto. Quédate conmigo siendo tú. Hazme sentir necesario para poder seguir luego de que lo haya dejado ir.”

Su luz de luna blanca era su mundo y cuando se fue, también lo hicieron sus ambiciones y sus ganas de vivir.

Estos años, lo único que lo ha mantenido es la esperanza: ‘algún día volverá’.

¡No volverá! Moriré, realmente moriré. No entiende por qué está tan seguro de algo tan ilógico, pero realmente siente que morirá.

Nadie muere de amor, ¡pero él realmente morirá!

Después de un leve shock, Xiang Yang gritó "¡Acepto!".

Xiang Yang estaba sin aliento luego de gritar tan fuerte. Temía que si se demoraba un segundo más, Li Tang se arrepentiría. Abrazó fuertemente a Li Tang y siguió susurrando. “No cometeré el mismo error que él. Prometo nunca hacer algo que te haga daño, así que por favor vive por mí. Te necesito”.

Li Tang se quedó aturdido. Es consciente de que en esta vida solo será capaz de amar a su luz de luna blanca, y el amor no es algo que le pueda ofrecer a Xiang Yang. Sin embargo, con lo demás, está dispuesto a ofrecerle todo, hasta su propia vida.

“Bien”.