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Se dejó caer sobre la cama boca arriba manteniendo sus ojos cerrados con una vaga atención a la voz proveniente de su oído izquierdo.

— ¿Y donde estabas?

— Fui de compras.

— ¿Y que compraste?

— Uhm...Unos zapatos qué necesitaba.

— Esta bien. — Silencio de varios segundos. — Oye, cariño. Tengo este sábado libre, podemos ir por un helado ¿Te gustaría?

— ¿Seguro que no te vas a ocupar?

— No, lo apartare solo para ti.

— Vale, entonces nos vemos el sábado.

— Si, tengo que colgar.

— Avísame cuando llegues a casa, ¿vale? Nos vemos.

Oprime la pantalla de su teléfono para colgar y dejar este a un lado. Soltó un suspiro profundo y sin abrir los ojos decide por tomar un pequeño descanso. Entre pensamientos vagos, poco interesantes y al azar, uno de ellos le recuerda las indicaciones del chico de la tienda que visito hoy día. Sin prologarlo más, vuelve a tener su celular en su mano, la otra fue hacia su billetera sacando la factura donde encontraría el número telefónico. No tardó más de 2 minutos en anotarlo y poder abrir el chat correspondiente. Inicio con un saludo cordial, su nombre y número de pedido, seguido de esto tres imágenes que le convencieron.

— ¿Necesitarán un video? — Se pregunta a si mismo. Entre las apps de su celular entró específicamente a la que iba a necesitar.

En sus pocos seguidos oprime aquel con nombre de usuario "@thyuLewd" abre en las últimas publicaciones, desliza y encuentra un video.

Lo reproduce, ya lo había visto desde hace tiempo, pero lo hace con la excusa de recordar como era y si era necesario mandar una pequeña parte como material para su pedido. De un video que ya llevaba más de dos minutos de reproducción, no era pausado y mucho menos adelantado o quitado. Tal y como si fuera un video de hipnosis, Jungkook se quedó pasmado allí. Fue rápidamente atrapado entre los movimientos de una mano ir y venir bombeando la verga qué con facilidad despertaba sus deseos sexuales y provocaba qué su saliva se escapará por la comisura de sus labios. Sin importarle el exterior, subió el volumen de su celular con tal de escuchar aquellos jadeos roncos del hombre detrás de la pantalla. Sin darse cuenta su mano izquierda ya estaba por encima de la hebilla de su pantalón toqueteando como si estuviera indeciso de lo que su cuerpo le pedía, no duró mucho, así que no hizo esperar. Su mano con agilidad desabrocha el cinturón, seguido de esto los dos botones de su pantalón siéndole más fácil introducir su muñeca dentro de la prenda ignorando la ropa interior, sus dedos tocan con la base de su pene y deslizándose más abajo llegando a sus testículos qué al momento de apretarlos su cuerpo salto de sorpresa por los repentinos golpes en la puerta de su habitación.

— Jungkook, ¿Estas ahí? — Apaga la pantalla de su celular y de forma inciertamente lanza este a la pared antes de que su cuerpo rodara quedando boca abajo en la cama, justo a tiempo en el momento que la puerta fue abierta por la persona del otro lado. — ¿Ocupado?

— No abuela, solo dormía. — Se mantiene en esa posición escondiendo parte de su rostro con el colchón. Aprieta sus labios ignorando el hecho que ahora su miembro estaba siendo aplastado junto su mano. — ¿Necesitas algo?

— Si, ¿Puedes sacar a pasear a Numi? Solo un rato por el vecindario.

— Claro, abuela. Ya lo hago.

Escucha la puerta cerrarse y eso le da luz verde para darse la vuelta destapando su rostro expresando solo dolor y frustración.



Al día siguiente, el sol de ese día era tan incomodo que una mesa debajo de un árbol era lo más pedido, cual servía de sombra para él rubio qué por el momento estaba se encontraba completamente solo.

— Porquería. — Deja caer su celular sobre la mesa, el mismo que había sufrido por el golpe del día anterior.

— Ya traje la comida. — Tomó asiento frente de Jungkook acomodando la bandeja sobre la mesa. — ¿Qué le paso a tu celular? — Comenta cuando su vista se desvío unos segundos, lo suficiente para ver las grietas sobre la pantalla — ¿Celular del hombre araña?

— jajaja graciosa. — Blanquea sus ojos ante el comentario. — Se me cayo, lo bueno es que fue solo el protector de pantalla. Tengo que comprar uno nuevo.

— ¿Quieres que te acompañe?

— Por favor y ah, Soyeon. Quiero invitarte a algo.

La mujer no responde y solo asiente. Acomoda los sándwich y refrescos comprados en el lado de su compañero y lo suyo en su lado correspondiente.

— Dime.

— Bueno, este viernes mi familia...

— ¡Jungkook! — Un grito interrumpe sus palabras al igual que su atención y la de chica. Miran hacia ese lugar.

— Mierda. Murmura mediante ve esa persona acercarse corriendo hacia ellos, de forma un tanto brusca tomo asiento dándole un ligero golpe en el hombro de Jungkook.

— Te estaba buscando. — Habló aquel personaje con su característico tono alto.

— Namjoon hyung, ¿Cuánto dejaras de gritar?

— No puedo, primo. es mi naturaleza.

— Si, Jungkook. — Habla Soyeon. — ¿Cuándo has visto al capitán del equipo hablar bajo? — Estiro sus labios en una sonrisa dirigida hacia él familiar de su amigo.

Jungkook conociendo las intenciones de su mejor amiga, solo hace una mueca expresando decepción. — Que lambona eres.

— No le digas así. — Habló Nam. — Tu amiguita tiene mucha razón.

— Tu sigue hablando tan fuerte como quieras. — Habla de nuevo ella.

— Ah, ¿sí? ¿Eso te gustaría?

— Eso me encantaría.

— ¡Basta! — Jungkook golpea la mesa provocando qué los dos le miraran. — ¿Qué es lo que quieres, Namjoon?

— Solo quería decirte que nos vemos el viernes para la cena familiar de la abuela.

— ¿Cena familiar? ¿No pensabas decirme? — Soyeon interrumpe. — Soy tu mejor amiga, debo estar ahí.

— Eso iba a decirte antes de que llegara este cabeza de bocina. — Bufa manoteando el aire. — Taemon me canceló, así que hay una silla libre.

— Me decepciona qué no sea yo la primera que invites. Mal amigo.

— Tu te quieres comer a mi primo.

— ¡Eso que tiene que ver! — Mira hacia Namjoon apenada por el comentario de Jungkook. — No le creas.

Namjoon guardaba silencio soltando una corta carcajada. — Tengo que irme, nos vemos el viernes. — Cumpliendo sus palabras se levanta de la silla y se va.

— Mira lo que hiciste, ahora me va a mirar raro. — Soyeon cubre su rostro con sus dos manos.

— ¿Por qué lo haría? Si se nota las ganas que te tiene.

— ¿Tu crees? — Deja ver de nuevo su rostro.

— Maldita golosa.

— Bueno, bueno, ya. — Señala la comida adversa. — Empieza a comer, come, come que luego no tendremos tiempo para terminar. 

Libídine ¦TAEKOOK¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora