Libídine ¦TAEKOOK¦

03

Viernes por la noche. Una mesa grande, recipientes llenos de comida en el centro y platos en cada lado de cada lugar a la persona correspondiente sentada allí. Jungkook guardaba silencio mediante escuchaba a los dos hermanos de su padre y ese mismo hablar, no cruzaba palabras como se debería con ellos y menos con los hijos de los mismos, Namjoon es él único agradable para él y eso que fue por los encuentros en la universidad. Agradece que tiempo después al fin llega Soyeon, susodicha que toma asiento a su lado derecho.

— ¿Por qué demoraste tanto?

— Tuve que ayudar a mi padre en la pollería, pero ya estoy aquí. — Después de esas palabras, ella saluda cordialmente a los familiares de Jungkook.

— Que hermosa mujer. — Menciona una de las hermanas del padre del rubio. — Tomaste en cuenta mi sugerencia, muy bien sobrino.

— ¿Disculpe? — Responde él nombrado ladeando ligeramente su cabeza hacia un lado.

— Sabía que iba a durar poco. — Otro hermano de su padre añade su comentario de la conversación. — La adolescencia es algo extraña.

— No entiendo a que se refiere, tío.

— Del chico que presentaste la última reunión. — Habla de nuevo él. — Es bueno que hayas tomado el consejo de tu tía, es mejor para ti y la familia que estés con una mujer, el apellido debe estar limpio.

Jungkook y Soyeon se miran mutuamente.

— Ella no es...

— ¡Así es! Interrumpe él señor Jeon. — Jungkook ha traído una chica.

— Padre. — Por la respuesta de su progenitor, no pierde tiempo en corregirle. — ¿De que estas hablando? Soyeon es mi amiga.

— ¿Amiga? — Pregunta la mujer. — Es realmente estúpido, ¿Por qué traes a una simple amiga aquí?

— ¿Tienes algún problema con eso?

— Jungkook. — Reprende la madre del mencionado.

— Al menos fue una amiga, que incomoda hubiera sido la cena con dos maricones.

Los labios de Jungkook se presionan evitando todo comentario, le picaba la garganta. Sin más solo miro a su madre, padre y después a su abuela, la decepción que obtuvo al verlos callados fingiendo no escuchar nada, hizo que solo se levantara y abandonará el lugar.

La humillación familiar ya se ha vuelto algo común desde que decidió decir la verdad sobre sus preferencias.

Camino hacia el patio trasero donde tomo asiento en unas de las bancas de madera. Un tic nervioso en unos de sus pies qué no dejaban de golpear el piso. Él tiempo allí en completa soledad duro poco. Soyeon no tardo en dar acto de presencia tomando asiento a su lado, sin mencionar palabras solo levanto su brazo apoyando su mano sobre el hombro del chico.

— S-se supone... ¡Mierda! Mis padres me apoyan, mis padres dijeron estar para mi ¡Pero me dejaron solo! De nuevo. — Las manos de Jungkook estaban inquietas temblando mediante estaba unidas la una con la otra, sin estar consciente sus uñas llegaba a penetrar la piel de sus manos ante la fuerza qué estaba ejerciendo sobre la superficie de su piel. — Me hace dudar si de verdad me aceptan, si enserió están orgullosos de mi... ¿Por qué parecen unas personas totalmente extrañas al lado de esos seres repugnantes? Ya ni siquiera me duelen lo que me digan, me duele que las personas que dicen amarme no levanten un dedo para defenderme.

— Por favor. — Soyeon deslizo sus manos hacia las piernas donde estaba apoyadas ambas manos adversas, las toma con cuidado y las separa logrando entrelazar sus dedos con los de Jungkook. — Te tienes a ti para hacerlo. — Logra tener la atención de su amigo que levanta la cabeza para mirarla. — No necesitas a nadie más para que te des cuenta lo único y perfecto que eres a tu manera, necesito que estés orgulloso de ti mismo, que te valga verga lo que digan es la mejor manera de defenderte. La aprobación que les estas dando no la merecen.