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May, 2023
Cuando me desperté de las pocas horas que logré dormir debido a mi ansiedad e incertidumbre de si había hecho lo correcto, sentía que no había dormido en semanas.
Me levanté a mirar a los niños, aún seguían dormidos, así que con bastante tranquilidad me dirigí a mi baño para asearme y así enfrentar la situación (Charles).
No sabía en qué momento de la noche me sentí capaz de hablarle a Charles y traerlo a mi hogar.
No estabas pensando, eso es lo pasa.
Salí de la ducha cuando vi a Lía tratando de despertar a su hermano quien aún seguía profundamente dormido. Me dirigí hacia ella.
— Bonjour, mon petit soleil. — hablé llamando su atención me extiende sus manitas para que la cargue en cuanto me ve, así que la tomé en brazos.
Dejo dormir un poco más a Jules y su hermana quien sigue con su pijama, va por sus juguetes que tiene en el canasto dónde los guardamos, los está sacando cuando alguien toca la puerta de mi habitación, así que me dirijo hacia ella para abrir, pero me encuentro con alguien a quien aún no estaba lista para enfrentar.
— Uhm, buen día, Hera. — me dice el ojiverde recorriendo mi cuerpo con la mirada y sonríe divertido.
— ¿Qué es gracioso, Leclerc? — le pregunto poniendo mi mano en la cintura.
— Nada, solo tal vez quieras cambiar tu pijama de ositos. — dice divertido y señalando mi vestimenta.
— No esperes que lo haga, son las 9 de la mañana y estoy en mi casa. — respondo obvia y seria, ocultando queme estaba muriendo de vergüenza, él asintió divertido.
Nos quedamos unos segundos en silencio mirándonos, recordando los momentos de cuando él iba a buscarme en mi habitación de hotel cuando coincidíamos en las carreras de fórmula 2 y fórmula 1, por un momento me sentí como si fuera una adolescente, hasta que un ruido de un juguete de Lía me hace salir del recuerdo y Charles trata de mirar hacia dentro de la habitación interesado.
— ¿Ya han despertado? — pregunta y por un momento veo como le brillan sus ojos ante su pregunta.
Asiento con la cabeza y abro un poco más la puerta para que pase.
Lía ve que alguien entra y se le queda viendo fijamente, dirijo mi mirada hacia Charles y se queda congelado, solo ve a Lía y sus ojos de le llenan de lágrimas.
— Mon petit soleil. — le hablo y ella dirige su mirada hacia mi. — Él se llama Charles, es un buen amigo y lo podremos ver muy seguido — le digo a mi hija, camino hacia ella tomándola en mis brazos.
